Continuamos repasando lo que fue el Z! Live Rock 2024 y hoy nos transportamos a la segunda jornada, para rememorar los conciertos de Kreator, Hammerfall, Vhäldemar, Annisokay, Dawn of Extinction, Against Myself, Rise to Fall, Twilight Force, The Black Dahlia Murder, Insomnium y Leprous.
¿A qué esperáis para leer esta crónica?
El viernes era para mí el día menos atractivo del cartel del Z! Live, algo que debió de ser compartido debido a la afluencia de público bastante menor que el día anterior, cosa lógica, por otra parte, si miramos a lo alto del cartel, ya que el hard rock de Europe atrae a mucho público no metalero que difícilmente va a encontrar en Kreator y en las otras muchas bandas de metal extremo que dominaba el día una atracción. La tarde comenzaba con bastante viento y muy nublado (¡ay Dios!), aunque no llovió y de hecho se quedó el clima perfecto para disfrutar de un festival sin el sol castigando tantas horas.
Dawn of Extinction abrieron a las tres de la tarde con todavía muy poca gente en el recinto para desplegar su metal extremo comandados por Cristian Juárez (también guitarrista de Leo Jiménez), que lo mismo te canta en limpio en un tono agudísimo que te muestra varios registros de voces guturales, es un vocalista tremendo. La banda fue alternando canciones de thrash y de death metal en una media hora de buena actuación, con su "Motherfucker" contra los maltratadores como canción más coreada.
Cambio total de estilo, tocaba metal sinfónico de la mano de Against Myself, que se presentaban en Zamora sin su teclista Francesco Antonelli, de gira con Mägo de Oz. Tuvieron un sonido limpísimo, con Elisabeth Amoedo brillando a las voces, acompañada por Unai Iglesias a la guitarra y Alejandro Fong al bajo que tocan con una precisión brutal temas complejos como son "Providence", "Beyond the Deep", "Sweet chants of death" o la final "The tempest". Enormes Against Myself, su media hora se hizo cortísima y se ganaron varios elogios y felicitaciones merecidas.
Vuelta al metal extremo, muy presente como digo en la jornada del viernes, con el death metal de Rise to Fall, que sonaron con un volumen altísimo. Me gustó como mezclan partes melódicas más cantables en sus temas, que fueron soltando a discreción sin detenerse mucho en palabras ni pérdidas de tiempo. "Redrum" o "Decoding reality" lograron transmitir energía y tralla a partes iguales a un público que poco a poco iba siendo más numeroso.
Otro cambio radical de tercio, tocaba power metal en su faceta más fantástica, esa que a los más puristas les da urticaria: Twilight Force venían con sus disfraces de elfos, magos y guerreros a hablarnos de dragones y batallas. "Dawn of the dragonstar" abrió la actuación para bastantes seguidores que les dieron una buena acogida, y es que el power metal es un género que funciona muy bien y suele tener mucho tirón en festivales. No los había visto nunca y me gustó mucho su cantante Alessandro Conti, cantando con una voz agudísima los temas con estribillos super cantables y pegadizos, aunque su micrófono estaba algo bajo de volumen y el sonido no fue el más claro. Me recordaron mucho a lo que hicieron Gloryhammer el año pasado en el mismo festival, con presentaciones y discursos como si estuviéramos en una novela de fantasía, risas malvadas, espadas y demás. Me gustó "Dragonborn", que es muy happy, "Flight of the sapphire dragon" o "Sunlight knight".
De nuevo vuelta al metal más potente con los estadounidenses The Black Dahlia Murder, que vinieron dispuestos a arrasar Zamora base de trallazos y sus letras no precisamente educativas ni felices. Estos tampoco se anduvieron con muchos discursos y descargaron "Verminous", "What a horrible night to have a curse" y "Knights of the nightworld" de una tirada, para más tarde presentar una nueva canción, "Aftermath". El público se entregó formando circle pits en muchos de los temas, hasta que se despidieron después de una hora con "I will return" y "Deathmask divine" en una descarga que no tuvo un momento de respiro.
Insomnium era otra de las bandas que repetían en el cartel tras la cancelación del año pasado. Los finlandeses no tuvieron un sonido excelente por culpa del bombo que estaba a un volumen demasiado alto durante todo el concierto, que abrieron con "Pale morning star", "Ephemeral" y "Lilian". El estilo de Insomnium no es la alegría de la huerta, reconozco que son buenos pero una hora entera a mí se me hizo un poco cuesta arriba y me gustan más cuando los escucho en casa que en directo. "1969", "Te killjoy", "Mortal share" o "While we sleep" completaron una actuación correcta pero sin grandes subidones.
Siempre digo que las bandas con un carácter tan progresivo tan marcado como Leprous son una apuesta arriesgada de un festival. A quien le gusta lo disfruta mucho pero al que no, se aburre como una gusano en un barril, y más aún si salen con una canción con un ritmo tan bajo como "Have you ever?". Menos mal que luego lo levantaron un poco con "The price". Unos gozaban y otros ponían cara de extrañeza, y es que Leprous no es para cualquiera, desde luego. "Atonement", su último single, acompañó a otras como "From the flame", "Slave" o "The sky is red". Me pasó como con Insomnium, una hora entera se me hizo larga.
Hammerfall, uno de los cabezas de cartel de la jornada, reunieron a mucha gente. He visto ya bastantes veces a los suecos y siempre es una banda que cumple bien. Con un escenario con plataformas a varias alturas y diversos adornos, despliegan un show muy medido, en el que saben en cada momento donde se coloca cada uno, qué hace, cómo se mueve, etc. Se presentaron en Zamora con un set plagado de singles, comenzando con "Brotherhood" y "Any means necessary" como primer clásico. Me gusta Joacim, que siempre canta muy bien y prometió un show épico y emocionante, estuvo muy comunicativo y simpático. Oscar Dronjak destaca mucho también con sus movimientos y su guitarra con forma de martillo, que no duda en sacar en todas las canciones que llevan la palabra "hammer" en el título, que no son pocas: "Hammer high", "Hammer of dawn" o "Let the hammer fall", precedida por una larguísima introducción de Joacim. No faltó tampoco su último single "Hail to the King" ni la despedida final con "Heart son fire". Hammerfall triunfaron, tuvieron una respuesta brutal y dieron un bolazo, de lo mejor del día.
Los otros grandes triunfadores del día fueron Kreator, que desplegaron un show brutal y super intenso. Con Mille Petrozza al frente de todo, salieron con "Hate Über Alles" en un escenario con una producción grande, un gran telón, cuerpos colgando, una figura hinchable, confeti, columnas de humo y mucho pero que mucho fuego, tanto en columnas como una base horizontal en la parte frontal. La temperatura iba cayendo en Zamora pero ya se encargó Kreator de subirla con temas que repasaron toda su discografía como "666 – world divided", "Satan is real", "Strongest of the strong", "Violent revolution" o "Enemy of God", donde Petrozza pedía un wall of death que fue concedido.
Había visto más veces a Kreator pero esta me convencieron más, quizá porque les presté más atención. La banda no deja prisioneros y supo aprovechar su hora y media. Buen concierto de los alemanes, que para la parte final dejaron "Betrayer", "Flag of hate" y "Pleasure to kill".
Annisokay eran una de las bandas más desconocidas del cartel para muchos, aunque ya llevan en activo desde 2007. Los alemanes se definen como una banda de post-hardcore y mezclan una parte más bruta con los guturales de Rudi Schwarzer con las limpias de su también guitarrista Christoph Wieczorek, que por cierto me pareció un vocalista tremendo, con una voz muy bonita y un registro amplio, capaz de alcanzar tonos que parecían de una voz femenina. Me gustaron mucho y causaron una buena impresión al público que se fue animando según avanzaba su set, en el que presentaron temas de sus cinco álbumes como "Throne of the sunset", "What´s wrong", la comercial "Calamity" o "Under your tatoos", utilizando la pantalla con visuales efectivos y las letras de las canciones. Incluso se permitieron una versión de "One step closer" de Linkin Park, muy bien recibida. Cerraron su primer concierto en España con "STFU" con un público ya bastante metido en el show. Anunciaron que pronto volverán a nuestro país, así que, si tenéis ocasión, podéis darles una oportunidad, a mí me convencieron.
Con el cansancio y el dolor de pies en su punto máximo, llegaba la hora del último grupo de la noche, los vascos Vhäldemar presentando su nuevo álbum "Sanctuary of death", y se marcaron otro concierto muy bueno de puro heavy metal. "Dreambreaker", "Devil´s child", que es un temazo, "Metalizer" y "Death to the wizard" dieron el pistoletazo de salida a un show en el que también hubo humo y fuego y hasta vocalista invitado en "Howling at the moon". Carlos es todo un frontman y un personaje, no para quieto, es gracioso y no tiene ningún tipo de filtro, a mí me gusta mucho verle. También tuvieron un público numeroso que estuvo con ellos, cómo no, "a muerte" y fueron un cierre de jornada muy acertado e intenso.
Terminó así una jornada algo irregular, con mucha presencia de metal extremo, quizá demasiada para algunos, pero con algunos grandes conciertos como los de Against Myself, Kreator, Hammerfall o Vhäldemar y el descubrimiento de Annisokay.
Crónica: Luis Martín
Fotos: NachoGS