El pasado sábado 25 tuvo lugar una nueva edición del Festival Unirock en Puerto de Vega (Asturies) y hasta allí se desplazaron FelipeSM y NachoGS para dar buena cuenta del evento y de Avalanch, Teksuo, Misiva y Baja California.

¿A qué esperáis para leer esta crónica?

 

 

Un año más la asociación Unirock ponía broche de oro a sus actividades anuales con la celebración de su festival de idéntico nombre, ese que por un día convierte Veiga en el centro del metal asturiano. El festival, que tuvo su inicio el viernes con diversas actividades y un programa de radio a cargo de los amigos de Noche de Lobos, Morgana y Diario de un Metalhead, extendió este año el eslogan “Espíritu Unirock” intentando reflejar lo especial del evento. Aunque si os soy sincero, si intentar hacer las cosas bien y con la mayor profesionalidad posible y disfrutarlas con respeto y hermandad es algo que debemos destacar… igual tenemos un problema en el resto de eventos. Posiblemente esta maravillosa excepción que supone el Unirock debería ser la tónica habitual en los eventos de rock y metal, mejor nos iría a todos los que formamos la “escena”, promotores, grupos, medios y público.

El grueso del evento comenzó a eso de la una de la tarde con Blister ofreciendo su habitual repertorio de versiones ante un numeroso público a tenor de las fotos que se pueden ver por las redes. Con versiones continuaría la jornada gracias a ese camión que recorre el pueblo parando por los establecimientos colaboradores (que por cierto ofrecen precios ajustados y no intentan atracar a los asistentes), rotando músicos (con Avalanch apareciendo por sorpresa) y repasando el pasado y el presente del rock y el metal tanto internacional como nacional. Posiblemente sea una de las mejores ideas del panorama musical, de esas que hay que vivir y disfrutar para entender su magia.

A eso de las 21:30 el recinto principal vestía sus mejores galas para recibir a los 4000 asistentes (según cifras de la organización). Y antes de entrar en materia puramente musical, quiero reseñar dos puntos negativos de un recinto que por otro lado está perfectamente pensado. Los baños fueron a todas luces ineficaces e insuficientes y una sola furgoneta de comida se quedó bastante pequeña para todos los asistentes, aumentar la oferta de ambos servicios debería ser un punto clave en el Unirock 2019.

Baja California fue el primer grupo en aparecer por el escenario del recinto. El quinteto hardrockero regresaba al directo tras dos años de silencio con nuevas caras en su formación y un nuevo disco bajo el brazo el cual verá la luz próximamente con Rockestatal Records y la banda se encargó de presentarnos durante sus cuarenta y cinco minutos de actuación. A ese “Horizontes” le lastró un poco el sonido, con los coros un pocos bajos y la batería de Drest tomando demasiado protagonismo. Pero eso no le importó a una banda que fue pura actitud y capitaneada por un Manu muy motivado (terminó entre el público el show), ofreció un buen concierto. Sí, se notó que el grupo aún está falto de rodaje, pero entre temas nuevos, algún corte de su primer disco como “Lejos del Final” y guiños a AC/DC y John Denver, Baja California dejó claro que va a dar mucha guerra con su regreso. Esperando con ansia su disco y su presentación.

A continuación llegaba el turno del huracán de Grau, Misiva. Un grupo que posiblemente todo el mundo diría conocer si el inglés fuese su lengua y su origen California, pero no, el Asturiano y la entrega sobre el escenario son innegociables para la banda. Misiva hizo un concierto de los que hacen nuevos fans, sin descanso, con mucho buen rollo y destilando energía. Temas como “Bombes”, “Muries de Soledá”, “Foriatu na mio Ciudá” y sendas versiones de Bad Religion y Millecolin compusieron un set list que pareció ser acortado sobre la marcha por límites de tiempo. Para darle mayor valor a su concierto, a la batería no estuvo David por lesión y en su lugar estuvo Jaime de Los Ruidos, demostrando así el compromiso de la banda con “Puerto Metal”.
Misiva está en plena ascensión, si vais a un concierto suyo entenderéis por qué y no podréis quedaros quietos, os lo garantizo.

Con la media noche llegaba el plato fuerte del festival, Avalanch. Tras su concierto en Oviedo tenía muchas ganas de volver a ver a la banda de Alberto Rionda para confirmar las sensaciones allí obtenidas. Y os seré brutalmente sincero, como fan de la banda terminé decepcionado. El concierto arrancó con Alberto solo en el escenario interpretando “Santa Bárbara” para abrir paso a “Tierra de Nadie” y “Xana”, con Israel gobernando la nave a su antojo y Mike Terrana dándole esa potencia que caracteriza al sonido de los nuevos Avalanch nada parecía poder enturbiar el concierto. Pero lo hubo. El problema es muy sencillo de explicar, una hora cuarenta y siete minutos de repertorio, once temas de Avalanch. Por el medio, un solo eterno de Mike que si bien fue espectacular cortó totalmente el ritmo del concierto y otro absolutamente prescindible de Magnus Rosen. Y aquí vuelvo a mi opinión del concierto de Oviedo, menos solos y más temas. Si quiero ver a Mike tocar solo voy a alguna de sus master class, pero en Avalanch quiero verle tocar temas como “Sin Rumbo” o “La Prisión de Marfil” o que la banda ofrezca un pequeño set acústico que en Oviedo fue pura magia.
Quizás esté siendo muy exigente, pero tengo la sensación que aun siendo una formación inapelable instrumentalmente, no está desarrollando el 100% de su potencial, que reside en los temas, algunos historia pura del metal nacional.
Por suerte, como repunte final del concierto quedó “Lucero” con Isra apareciendo entre el público y “Torquemada” con Juan Lozano y un micro que le hizo la puñeta sobre las tablas. Dejando claro que la banda tiene mucho que dar y cerrando el show por todo lo alto.

Corrían las dos y media de la mañana cuando Teksuo aparecía en escena en formato cuarteto. Christian no pudo acudir por problemas familiares de última hora y la banda le echó un par y tocó sin él presente, disparando su guitarra grabada en un ensayo. Así a priori puede sonar extraño pero lo cierto es que Diego, Constan, Rafa y Rafa le hicieron un buen tributo a su guitarrista sonando como un cañón y desatando los primeros y únicos pits de la noche.
La banda tiene en su poder un ep sublime como es “Nure Onna” y se notó en su repertorio, aunque no faltaron temas anteriores como “Buried” o “Hands of War”.
Cuarenta y cinco minutos de metalcore que hizo las delicias del personal y que entre secuencias, cero descanso entre tema y tema, el mejor sonido del festival y un Rafa (guitarra) hipermotivado, encumbró a la banda como la gran triunfadora del Unirock, al menos para mí.

Así pues, con una gran sensación y el camión tributo, que no paró de sonar en toda la noche entre grupo y grupo, rematando la fiesta, tocó regresar a casa. Dicen las malas lenguas que la SGAE puede poner en peligro el futuro del festival, líbrenos Dio de los “salvadores” de la música. Sea como fuere, que a Puerto de Vega y la Asociación Unirock le quiten lo “bailaó” y nunca dejen de estar orgullosos de su festival. Yo personalmente, cuento con volver en 2019.

Crónica: FelipeSM
Fotos: NachoGS