Hace algo más de una semana comenzó la gira de Avalanch en "casa", en la sala Estilo de Oviedo. Y obviamente nosotros no nos quisimos perder tal acontecimiento. Hoy FelipeSM nos relata cómo fue la noche con las huestes de Alberto Rionda.

¿A qué esperáis?

 

 

Ríos de tinta se escribieron allá por enero del año pasado cuando Alberto Rionda anunció el retorno de Avalanch bajo el sello “All Star Band” recuperando además “El Ángel Caído”, posiblemente el disco más icónico del heavy metal nacional en las últimas dos décadas. Todas las dudas y conjeturas fueron disipadas en la gira especial XV aniversario del citado disco y la banda arrancaba en Oviedo una nueva etapa, una gira a costa de su dvd grabado en Madrid que debe desembocar por casi obligación en la grabación de nuevo material.

La mítica Espacio Estilo de Oviedo fue la sala elegida para este ambicioso inicio de gira. Una sala grande, una escenografía cuidada… Las huestes de Alberto Rionda parecían cuidar cada detalle del concierto, todos menos no tener el detalle de invitar a un grupo para calentar la noche, una hora de espera entre la apertura de puertas y el inicio del concierto se me antojó demasiado la verdad.
Diez de la noche y ante cerca de medio millar de personas (aproximadamente) salía a escena Alberto para interpretar solo ante el público “Santa Bárbara” y aparecer la banda ya con “Tierra de Nadie” y encarar los temas más icónicos de “El Ángel Caído”. Con un excelente sonido durante toda la noche, Isra se hizo el dueño del escenario (sí, esta vez sí) y se mostró superlativo durante todo el show. Cada vez se ve más cómodo al vocalista y esto es una gran noticia. “El Ángel Caído”, una muy coreada “Xana”, “Corazón Negro” con juego de guitarras entre Alberto y Jorge Salán fueron cayendo y dejando paso a uno de los momentos de la noche con la interpretación de “Delirios de Grandeza” y “Antojo de un Dios”. En esta última Jorge Salán estuvo colosal y dejó un solo tremendo, llevando el tema a otro nivel. Un día hablaremos también de la importancia de sus coros.

Pero no todo fueron buenas noticias, cuando el concierto parecía tomar velocidad de crucero salió a relucir esa marca “All Star Band” con un solo de Mike Terrana, que fue divertido y demostró la calidad del batería, pero como fan os diré que yo quería ver a Avalanch y disfrutar de sus temas. También es verdad que odio los solos, cuestión de gustos supongo.
Por suerte, un amago de “Another One Bites the Dust” nos anunciaba el regreso de la banda para interpretar íntegramente “Las Ruinas del Edén” con un Manuel Ramil sublime (como todo el concierto) e Isra sufriendo por primera y única vez en la parte de Leo Jiménez.

Después de este momentazo nuevo parón, pero en esta ocasión mereció la pena pues tras él apareció Alberto Rionda acústica en mano y con Juan Lozano a su vera, para juntos jugar con el público y regalarnos “Juego Cruel” y “Esclavo de la Ira”. Momentazo que parecía insuperable.
Parecía, pues tras despedir a Juan entró en escena Isra para con Alberto regalarnos primero “El Príncipe Feliz” y después “Cambaral”. Con los sentimientos a flor de piel Alberto cedió su puesto a Manuel Ramil y a piano y voz él e Isra arrancaron “Vientos del Sur”, que terminó coreada por toda la sala. Hay temas inmortales que trascienden músicos y bandas y sin duda “Vientos del Sur” es uno de ellos.

La recta final del concierto asomaba en el horizonte y la banda al completo regresaba para tocar “Papel Roto” y “Alas de Cristal”, recordando “El Hijo Pródigo” y después de un prescindible solo de Magnus Rosen hacer lo propio con “Los Poetas han Muerto” y “Lucero” con Isra comenzando el tema entre el público. El cierre de la velada corrió a cargo de “Torquemada”, con Rionda dando pie a los teclados de Ramil y Juan Lozano uniéndose a Isra en las voces.

Buen concierto de Avalanch pero con matices. Las sensaciones comienzan a ser de ver a una banda al uso, con una sintonía total entre Alberto y Jorge por ejemplo, con un directo inapelable, pero que debe librarse ya del peso de la etiqueta “All Star Band”. Personalmente, perdonad que incida pero creo que los solos de Mike y Magnus podrían haber sido reemplazados por un par de temas. No me creo que nadie echase de menos algún tema más de “Los Poetas han Muerto” o la presencia de “Muerte y Vida” en el repertorio, incluso en las primeras filas había quien pedía “Excalibur”…
Sea como fuera, disfruté el concierto, volví a emocionarme con Avalanch como antaño y no puedo más que estar agradecido a Alberto por recuperar a la banda. Porque podríamos discutir mil y un detalles, pero hay canciones que nunca deberían dejar de sonar en vivo y Alberto es autor de un buen puñado de ellas.


Crónica y fotos: FelipeSMwww.smfelipe.es