Seven Spires

Desde Boston y de la mano de Frontiers Records nos llega "Gods of Debauchery", el tercer álbum de estudio de Seven Spires. Dieciseis temas de metal sinfónico componen este disco que Luis Martin nos presenta a continuación.

¿A qué esperáis para disfrutarlo?


Tenía bastantes ganas de escuchar este disco. Tras un trabajo tan bueno como su anterior “Emerald Seas”, Seven Spires presenta ahora su continuación, titulada “Gods of Debauchery”, un álbum que conceptualmente sigue la historia del capitán de barco de su anterior trabajo, aunque musicalmente es un disco más oscuro y en general más maduro. Con una duración de más de hora y cuarto, el cuarteto americano capitaneado por Adrienne Cowan navega por multitud de estilos, desde el power melódico hasta el death y black metal, incluyendo algún punto de pop también. Tras escuchar el disco entero, la primera apreciación que he tenido fue que en este álbum destacan más los cortes extremos y con guturales que en “Emerald Seas”, donde había más power metal.

Tras la intro “Wanderes´s prayer”, el disco comienza a matar con el tema que le da nombre al disco, “Gods of debauchery”. ¡Vaya pelotazo para empezar! Un tema completamente cantado en gutural, con pasajes instrumentales tenebrosos y otros de puro death metal melódico. No soy un gran fan de canciones 100% en gutural, pero este grupo y en especial esta canción tiene algo que me encanta. Tiene un estribillo muy poderoso y absolutamente matador. La caña continúa en “The cursed muse”, donde me gustan mucho las ambientaciones orquestales que acompañan el tema y le dan un aura muy interesante a las estrofas guturales. Aquí escuchamos también las primeras voces limpias de Adrienne en un estribillo precioso, mucho más suave y melódico que contrasta perfectamente con esas partes más extremas. Un temazo sin dudas, para mí, la mejor del disco.

El estilo más melódico de Seven Spires viene con “Ghost of yesterday”, donde Adrienne nos muestra sus dotes en voces limpias, alcanzando notas bastante altas, aunque también tiene su pequeña parte de screams. Cuenta además con sonidos árabes de teclados, un solo y estribillo muy melódicos. Seguimos bajando intensidad y nos encontramos con “Lightbringer”, un tema corto y con mucha influencia del K-pop y que, si habéis visto el videoclip, le pega mucho el cuerpo de baile que aparece, pues ese parece ser el objetivo del estribillo simple y repetitivo. Es la canción que más se sale del concepto del resto del álbum, pero a mí la verdad es que me encanta. En “Echoes of eternity” vuelven los sonidos árabes y las melodías, esta vez no tan rápidas, aunque es un tema menos sorprendente. Un gruñido y doble bombo a tope abren “Shadow on an endless sea”, que preceden a una melodía de guitarra muy bonita, para luego aparecer Adrianne de regreso con sus guturales, que se intercalarán con estrofas en limpio en una canción bastante intensa.

El ecuador del álbum lo marca “Dare to live” que también tiene una alternancia clara entre estrofas guturales y otras limpias y muy tranquilas y “In sickness, in health”, la que se puede considerar la balada del disco, con estrofas tranquilas y un estribillo con más potencia, aunque hacia la segunda mitad el sonido va ganando en intensidad, incluyendo segundas voces guturales y un solo bastante acelerado. “This God is dead” es la composición magna del disco, más de diez minutos llenos de cambios, partes sinfónicas, partes tranquilas y otras más duras, orquestaciones, etc. Además, cuenta con Roy Khan como invitado a las voces, con una participación que me encanta, complementando con voces graves perfectamente a las agudas de Adrienne, dando más variedad a una canción que no se hace para nada larga o pesada. Si tuviera que elegir un tema que representara todo el disco, sería este.

“Oceans of time” arranca como un tema muy power, donde ya desde el principio se ve que las orquestaciones aquí van a ser muy importantes. Destaca por su estribillo muy rápido y poderoso y armonías vocales que harán las delicias de los amantes de este género, que quedó un poco olvidado en este tercer trabajo de Seven Spires. Jon Pyres colabora en “The unforgotten name”, otro tema rápido con alternancia entre estrofas muy sosegadas y otras muy extremas, terminando en un estribillo también calmado pero con potencia musical. “Gods amongst men” y “Dreamchaser” son también cortes extremos que no dan tregua, mientras que el disco se cierra con “Through lifetimes”, casi entera instrumental, con mucha orquestación “tipo Disney” y corales, con melodías conocidas como la de “Bury you” y “Succumb” de su anterior álbum; y “Fall with me”, la canción más tranquila de todas, terminando en un remanso de paz necesaria después de la enorme caña que Seven Spires nos han dado en todos los temas anteriores.

En general, “Gods of debauchery” me parece un buen disco que demuestra que Seven Spires están en un muy buen momento de forma y de inspiración de composición. Sin embargo, tiene dos peros: el primero, que dejan un poco de lado ese punto más power que tenía “Emerald Seas”, que creo que fue muy importante para la gran aceptación que tuvo dicho álbum. Éste está más centrado en la vena extrema del grupo, lo que creo que hará que guste a un rango de público más reducido y selecto. El segundo pero es su duración; estamos hablando de 16 temas y 77 minutos y es difícil prestar una atención plena durante tanto tiempo seguido. Particularmente me gustan más los álbumes de unos 45 minutos, creo que son más efectivos. Pero como decía, es un disco interesante, con composiciones muy trabajadas y auténticos pelotazos como “Gods of Debauchery” y “The Cursed Muse”, que seguro que se convertirán en canciones imprescindibles dentro del grupo.

 

Tracklist:

1 - Wanderer’s Prayer
2 - Gods Of Debauchery
3 - The Cursed Muse
4 - Ghost Of Yesterday
5 - Lightbringer
6 - Echoes Of Eternity
7 - Shadow On An Endless Sea
8 - Dare To Live
9 - In Sickness, In Health
10 - This God Is Dead
11 -  Oceans Of Time
12 - The Unforgotten Name
13 - Gods Amongst Men
14 - Dreamchaser
15 - Through Lifetimes
16 - Fall With Me

 

Seven Spires son:

Adrienne Cowan - Voces y teclados
Chris Dovas - Baterias
Jack Kosto - Guitarras
Peter de Reyna – Bajo

 

Nota: 8/10

Review realizada por Luis Martin