Nuestro "Disco de la Semana" nos lleva hoy hasta Holanda. Allí hace un mes veía la luz vía Season of Mist el último disco de la banda de black metal Carach Angren.

¿Quieres saber qué esconde en su interior?

 

 

La excitación pecaminosa por el martirio metafísico, la magia negra, los planos paranormales y todo elemento que habita en las pesadillas es un placer que los amantes de lo macabro sabemos disfrutar, es en este paradójico dilema moral convertido en divertimento audiovisual en donde numerosos artistas juegan sus cartas, suscitando un mundo de terror y locura, y entre todos esos artífices de lo oscuro destacan los holandeses Carach Angren.

Este terrorífico trío ha adquirido el estatus de leyenda, ni siquiera necesitan presentación, y cuando uno escucha una canción introductoria como la que da comienzo a este “Dance and Laugh Amongst the Rotten”, es consciente que tal teatralidad, tal magia melódica solo puede surgir de una única banda.

Como es costumbre en ellos, los holandeses vuelven a retomar esa esencia misteriosa tan plagada de referencias a las tinieblas malditas, esta vez distante al mundo de la piratería y centrada en penurias personales y familiares.

Letras de macabras rimas, incluso insultando a las creencias en su recreación narrativa de los pasajes de terror. Blasfemias, amenazas desde el averno, fantasmas desatados en su invocación, infantes condenados a morir, el pavor por lo místico recreando con una sinfonía de voces que se adaptan a cada verso, una sinergia compositiva que ensalza las historias, siendo cada pasaje una puñalada a nuestra estabilidad, incitando repulsión y asombro por la eficacia lírica provocada por los oradores y el acompañamiento agudo de coros fantasmales que gimotean al unísono.

La grandeza de este álbum se halla en la sonoridad global, violenta pero con entresijos sinfónicos que dilatan el ambiente en una nueva dimensión. Fragmentos de violín fugaces como el que protagoniza un sonoro solo en “Blood Queen”, con cierta tonalidad folclórica propia de los trovadores, estribillos y cláusulas melódicas que comparten distorsión y suavidad pianística (como ocurre en “In de naam van de duivel”), endiabladas técnicas vocales que propulsan al black metal con una teatralidad que desbanca a los shrieks como arma de perversión, etc.

Si bien es cierto que a veces flaquea la producción, ya que la recargada atmósfera a veces ahoga algunos instrumentos, como el piano de “Charles Francis Coghlan” cuyas notas en determinados momentos no logran sobrevivir al paso enérgico del resto de la instrumentación, y lo mismo para la voz de Seregor que en diversas partes de algunas canciones no logra la sonoridad como elemento principal, ahogada por la rabia compositiva que le rodea, y en otras la orquestación parece estar tan lejos que parece prisionera en un tercer plano de importancia.

Puede que el nivel general esté un poco por debajo de lo que fue su trilogía original centrada en la piratería, pero es un buen trabajo que resulta de una excepcional fusión instrumental y de una concepción musical que sigue fresca e irrepetible. Carach Angren lo ha vuelto a conseguir con un muy notable álbum.

 

Tracklist:

  1. Opening
  2. Charlie
  3. Blood Queen
  4. Charles Francis Coghlan
  5. Song for the Dead
  6. In de naam van de duivel
  7. pitch Black Box
  8. The Possession Process
  9. Three Times Thunder Strikes

 

Carach Angren son:

Namtar – Batería, percusión
Seregor – Voces, guitarras
Ardek – Piano electrónico, piano, orquestación, voces secundarias

 

Nota: 8.75/10

Review realizada por Nui