Humor y metal por un tubo. ¿Existe alguna combinación mejor para un viernes? Nosotros creemos que no y por eso os traemos hoy "Chandal Defenders", lo último de Fostioner.

¿Estais preparados?

 

 

¿Qué puede decirse de un grupo que ha conseguido rescatar de las catacumbas y traer de vuelta al mundo a Pupano, aquel bizarro fenómeno de la naturaleza que se convirtió en toda una sensación de Internet a raíz de su aparición en el programa El Diario de Patricia? ¿Locos, visionarios, herejes o simplemente unos trolls de cuidado? Como aquí en la redacción no nos ponemos de acuerdo, os animamos a llenar la caja de comentarios con vuestras opiniones. No sorteamos nada ni damos premios, pero seguro que entre todos nos echamos unas risas y deberíamos aprovechar antes de que el gobierno nos cobre también por eso.

Lo cierto es que a pesar de lo que pueda parecer, los Fostioner son unos tíos bastante normales. Un poco chalados si acaso, pero en la misma onda que ese amigo loco que siempre anima el cotarro cuando hace acto de presencia. Formados en el 2010 por Dios sabe qué broma del destino, estos madrileños han logrado aunar de manera impecable un espíritu irreverente hasta la médula con los sonidos más pesados del Metal. Y Lejos de ser una mera versión algo más dura de otras bandas como El Reno Renardo o Gigatrón, el grupo ha sabido exhibir una calidad técnica de primer nivel. Hecho confirmado gracias a este segundo trabajo que hoy nos presentan: “Chandal Defenders”.

Nada más darle al play, nos encontramos con la primera prueba del humor made in Fostioner en forma de intro que bien podría haber figurado en la serie Corrupción en Miami y producciones similares. Y todo ello mientras una voz tipo telediario recita una serie de términos y expresiones en inglés para acabar con un “viva España”. ¿Seriedad? ¿Qué es eso, se come?

Tras este agujero negro inserto en el universo del Metal, Fostioner nos arranca de los soleados años 80 de Florida para llevarnos a su infierno personal de la mano de “Nerdcromancer”. Puro Death Metal de magnífica factura y comienzo apisonador que se mueve como un tsunami sónico. Si en el apartado letrístico el grupo muestra su lado más desenfadado, no puede decirse lo mismo de la instrumentalización, donde se aplican a conciencia para crear un auténtico pandemónium. Pero más allá de la mera brutalidad se trata de un tema con mucho gancho y que entra a la primera. Un mérito que también podría reclamar “Pornocalipsis”. De inicio más aserrado, despliega un sonido algo más denso y pesado, aunque no tarda en demostrar que también se siente cómodo con la velocidad más extrema. Se trata de una composición que muestra mayor complejidad que “Nerdcromancer”, con unas maneras ciertamente depuradas y orientadas a los territorios técnicos del Death. Todo ello da lugar a una canción intensa y demoledora, muy digna representante de las corrientes más extremas del Metal, que hará que grites pornocalipsis con todas tus fuerzas sin sentido del ridículo alguno.

Tras este divertido tour por los rincones más cachondos del Death Metal llega el momento de conocer a “Margaret Thrasher”: Thrash Metal de influencias punkis que insufla vida a un tema enormemente carismático. Con este corte Fostioner da pruebas de su versatilidad dentro de las corrientes extremas, variando sus planteamientos con facilidad. Los coros incluidos en la canción, y que podrían figurar en cualquier trabajo de The Exploited, la convierten en una pieza especialmente atractiva para el directo. Sucia, rápida, indomable, pero sobre todo fantástica.

“Unholy Pandemonium”, en cambio, constituye un pequeño tropiezo en el camino. Pese a mantener la misma esencia que los temas anteriores, no llega a transmitir la energía de estos y queda como una versión algo descafeinada de lo que ya hemos visto. Como causa probable debería señalar a las voces, que no terminan de encajar en el conjunto con la efectividad requerida y empañan el resultado final. Sin embargo, no deja de constituir una canción disfrutable, aun cuando no ofrezca la misma frescura que sus hermanas.

“Chándal Defenders”, tema homónimo del disco que dedica su letra al Nu Metal, el Metalcore y todos sus hijos bastardos, recupera con ahínco el espíritu gracias a su excelente combinación de velocidad Thrash con algunas secciones más pesadas y contundentes. De nuevo retoman el espíritu punk como bandera para facturar unos estribillos de ADN Hardcore y que terminan de encumbrar la amalgama de influencias que Fostioner hacen suyas hábilmente, rematadas con una actitud chulesca muy acorde con lo que transmite el corte. De “Terrorismo fecal”, en cambio, poco se puede decir: 40 acelerados segundos de Grindcore y escatológica letra que marcan un nuevo territorio en el camino del grupo.

Al acercarnos al final del disco, nos encontramos con las que a mi juicio son las joyas de esta corona putrefacta que los madrileños nos ha entregado: “Macho Madness” invoca a los diferentes géneros del Metal extremo, agregando a las ya consabidas influencias del Death y Thrash Metal algunas pinceladas de Black que alimentan la rabia de este monstruo hasta convertirlo en un engendro digno de los mejores apelativos. La estructura del tema es algo más elaborada que la de otras piezas del tracklist, llegando a contar con diferentes cambios de rimo e incluso elementos atmosféricos que enriquecen el sonido. Por su parte, el riff principal de la canción parece especialmente diseñado para atravesar el cielo e invocar al dios de la guerra, destacando por méritos propios en una composición que cuenta con todo lo necesario para coronarse como el hit de este disco.

Aunque pare ello tendría que competir con “Taste of Death”, un tema vibrante y poderoso como el filo de un hacha que destaca sobre todo gracias a su estribillo, que le hace ganar enteros y lo posiciona en primera línea de combate. Un trabajo de primera.

Tras este intenso viaje a los submundos, no queda sino enfrentarse al horror final… “Gangrena”. Black Metal crudo y descarnado para acompañar al que probablemente sea el friki más famoso del mundo metalero. Y contra todo pronóstico, se mantiene a la altura de las circunstancias y cierra dignamente esta pequeña obra de arte llamada “Chandal Defenders”. Y eso que viene con remezcla electrónica final incluida, ojo.

Con este nuevo tributo al mundo, Fostioner reivindican su posición como grupo de gran calidad y que se atreve a romper a través del humor con cualquier frontera a su alcance. Miedo me da pensar en lo que puedan llegar a hacer si siguen así. Preparaos para el Pornocalipsis amigos.

 

Tracklist:

  1. Intro
  2. Nerdcromancer
  3. Pornocalipsis
  4. Margaret Thrasher
  5. Unholy Pandemonium
  6. Chándal Defenders
  7. Terrorismo fecal
  8. Macho Madness
  9. Taste of Death
  10. Gangrena

 

Fostioner son:

Jorge Sufuentes – Bajo

Fernando Arce – Batería

Jorge Delgado – Guitarra

Juan J. Ortiz – Voz

 

Nota: 8/10