Hora de presentaros nuestro "Disco de la Semana", en esta ocasión dicho honor recae en "Antecedentes", segundo disco de la banda bilbaína de punk-rock Radiocrimen.

¡Pasa y disfruta!

 

La escena bilbaína ha visto nacer en sus garitos a varios de los grupos de rock más influyentes de este país, algunos de los cuales han ido perdiendo su formación original con el paso del tiempo. Entonces, cuando partes importantes de esas grandes bandas deciden juntarse, suceden cosas fascinantes, cosas como Radiocrimen.

Si en 2013 se lanzaban a la carrera con “Mátame”, hace unos pocos meses volvían a dar guerra con “Antecedentes” bajo el brazo, un nuevo disco formado por doce cortes que prometen su clásico “estilo ochentero, con pinceladas de bandas de décadas posteriores”. La primera muestra de continuidad responde al nombre de “Vomitaré”, un himno en toda regla que pretende seguir la estela del anterior trabajo. Señores, el punk rock ha entrado en escena y avanzará hasta desembocar en la más que frenética “Amar mata” que, salvando las obvias distancias, tiene regusto a movida madrileña.

“Contenedores” es uno de esos temas que Radiocrimen lleva subiendo a los escenarios bastante tiempo y no es difícil adivinar el por qué. Canción de directo, de público coreando y observando atento las potentes guitarras, canción festivalera. “Delfín negro” también tiene estas mismas características, pero con una potencia mucho mayor desde el primer riff hasta el último y con un fortísimo trasfondo que la convierte en una de las imprescindibles del disco. Casi tan necesaria como “Taidor”, que tiene la perfecta combinación de esas ganas que poseen los nuevos grupos que van surgiendo, con un regusto al grupo leonés A golpe de Gayola, y la perfecta praxis de quien lleva años en el oficio.

Las guitarras parecen dulcificarse de la mano de “Bala perdida”, también conocida de los directos y que sorprende gratamente llevada al estudio, especialmente por los particulares gorgoritos vocales de Txarly. El primer hemisferio del plástico se supera gracias a “Lágrimas de carretera”, con un inicio completamente diferente a las que habían caído hasta ahora. Otra de las importantes, con una pasmosa energía tanto guitarrística como vocal y un perfecto juego de coros. Más clásico suena “Kriaturas de Chernobyl”, una versión de “New Age” de Blitz, una canción complicada de traer para su terreno y que tan suya logran hacer. Un nuevo himno dentro de un disco que suda himnos en cada una de sus redondeces.

La rabia se hace canción con “Perros rabiosos”, y de qué manera. Los coros vuelven a aparecer en escena y las guitarras siguen su tónica general con riffs perfectos. Radiocrimen trae un tema de fácil descarga como es la crítica política, pero lo hace de la forma más necesaria y más suya posible. Canción directa, clara y con la energía característica. De nuevo la siguiente rompe con el sonido de la anterior, esta vez con “Antecedentes”, elegido para nombrar al disco en general, algo comprensible si se tiene en cuenta el temazo del que estamos hablando. Puede resultar repetitivo alabar constantemente los coros y guitarras del disco, pero señores, ¡qué coros y qué guitarras! Punk rock en su versión clásica, en su versión de movida ochentera, en su versión más compleja y, al mismo tiempo, sencilla. Un grito de rabia irrumpe esta vez para dar pie a “Aliento final”, ¿cómo se puede llevar tantos años haciendo música y mantener el sabor de quien empieza con ganas de comerse el panorama? Radiocrimen debería explicarlo, aunque el crescendo de velocidad aplicado en esta canción puede ser respuesta suficiente. Amén, señores.

El redondo está llegando a su fin y “Nuestros muertos” es el tema elegido para cerrarlo de la mejor forma posible. Un mayor protagonismo de la batería, un recuerdo a quienes ya no están y todo un homenaje musical a quienes se den por aludidos. Algo más calmada, consigue que la adrenalina de todo el trabajo se apague lentamente, sin frenarla en seco; hasta para eso son considerados. Pero esto no parece ser suficiente, al menos para Radiocrimen, que tras un largo silencio para digerir todo lo que acaba de deleitar a nuestros oídos, deciden regalarnos un bonustrack. ¡Vaya bonustrack! Salvando las distancias rítmicas al tratarse de algo mucho más calmado, este es posiblemente el corte más hondo de todo el disco. Regalito de Txarly Usher y los suyos.

Radiocrimen conoce la clave del éxito: Conseguir canciones que, suenen donde suenen, transportarán a quien escucha a un concierto. Y eso se logra gracias a la potencia de sus guitarras, la cercanía de vocal del señor Usher y los coros creados por y para lo que estén allí abajo. Ninguna canción suena igual a la anterior, el disco no aburre y crea ganas de continuar descubriendo qué depararán los cortes sucesivos. Pero más ganas aún de volver a escucharlo una y otra vez. Un disco insaciable.

 

Tracklist:

  1. Vomitaré
  2. Amar mata
  3. Contenedores
  4. Delfín negro
  5. Traidor
  6. Bala perdida
  7. Lágrimas de carretera
  8. Kriaturas de Chernobyl
  9. Perros rabiosos
  10. Antecedentes
  11. Aliento final
  12. Nuestros muertos

 

Radiocrimen son:

Javi “Puñales” – Guitarra
Luis “Punk” – Guitarra
Dani “El mudo” – Batería
Iñaki “Gato” – Bajo
Txarly Usher – Voz

 

Nota: 10/10

Review realizada por Miriam