El pasado mes de octubre se celebró en Oporto una nueva edición del Amplifest. Allí enviamos nosotros a Xell, quien ya nos habló hace tiempo de la primera jornada, no obstante nos había quedado el segundo día pendiente, deuda que solventamos hoy.

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Segundo (y último) día por tierras portuguesas que empezaba con una terrible noticia. Nada más entrar en el recinto, me encontré con un cartel en la puerta de la sala principal que indicaba que Urfaust habían cancelado su actuación por motivos familiares. No me podía creer que, por segunda vez en el mismo año, me iba a quedar sin ver a los holandeses (los que habéis leído la crónica del Hellfest recordaréis que puse el santo en el cielo). La solución francesa fue la actuación de Heretic, otra de las bandas de VRDRBR (batería del grupo). Los portugueses, en cambio, nos ofrecieron la oportunidad de ver una jam entre varios miembros y VRDRBR. Pero no me voy a adelantar a los hechos, primero me tocaba disfrutar del show de Black Shape of Nexus.

Los alemanes fueron los encargados de abrir las actuaciones del domingo y tal y como ocurrió el día anterior, la sala estaba bastante llena pese a lo temprana de la hora. Fue una buena actuación de doom con algún ramalazo a drone que bien supo conducir su frontman Malte Seidel. Se centraron básicamente en sus últimos lanzamientos, dejando de lado sus dos primeros álbumes de los cuales no interpretaron nada. Tocaron “60WV”, “14d” y “1000uF” de su último larga duración Negative Black; así como la canción “IV” de su split con los ingleses Lazarus Blackstar. Actuación corta pero directa al grano, aunque aún no tocaba despedirse de ellos, pues los íbamos a volver a ver.

Tocaba ir a la sala pequeña a una más que merecida breve visita. Y digo merecida porque lo de Bosque fue, sintiéndolo mucho, bastante prescindible. Decir que fueron monótonos es quedarse corta y ser benevolente. Me habían avisado de lo aburridos que podían ser los portugueses en directo, pero como su material en estudio me hacía gracia y me picaba la curiosidad, decidí asomarme. Un par de temas fueron suficientes. Vaya, que la etiqueta de funeral doom viene como caída del cielo, pero porque es lo que hay que darle a sus asistentes que los matan de aburrimiento. Quizás el problema radica en que Bosque no deja de ser un proyecto de una sola persona y no ha sabido encontrar a los músicos adecuados para transportarla al directo. Una pena.

Menos mal que tras lo insulso de los portugueses vendría la actuación algo más movidita de Conan. Los de Liverpool nos entretuvieron con una hora de stoner de la cual basaron su repertorio en sus dos largas duraciones. Su último redondo, Blood Eagle, directamente lo interpretaron al completo, dejando hueco para “Haw As Weapon” y “Grim Tormentor” de su álbum Monnos. A destacar la actuación de Rich Lewis a los platos pero sobre todo la increíble voz de Jon Davis. Y como si no tuviéramos bastante con su talento, Malte de Black Shape of Nexus se subió a colaborar en un tema. El broche final lo dieron con “Satsumo”, un tema de su primer EP Battle in the Swam. Toda una alegría haberme podido quitar el mal sabor de boca por no verlos en tierras francesas (y es que tocaban a las diez y media de la mañana).

Las 18:30 de la tarde del domingo tendrían que haber sido uno de mis momentos más memorables de todo 2014. Lamentablemente y debido a la frágil salud de la hija de uno de los miembros de Urfaust, tuvieron que cancelar su actuación y yo, una vez más, me quedé con las ganas de disfrutar de su magia. Por otro lado, tuve la oportunidad de disfrutar algo irrepetible que consistió en una jam entre el batería de los holandeses, VRDRBR, dos miembros de la banda Sektor 304 (que había resultado ser la banda sorpresa de 2014) y Jan de Black Shape of Nexus. “Black Shape of Urfaust 304” como he podido leer por ahí. ¿El resultado? Impresionante. No, no era lo mismo que Urfaust, pero la atmósfera que consiguieron se le asemejaba bastante y la voz de A. Coelho de Sektor 304 me resultó inquietante e interesante de presenciar. Una mezcla de doom, drone y ambient, con un gran protagonismo a la batería y percusión que me supo a poco por su corta duración, pero tampoco podíamos pedirle más a tal improvisación. La banda ya está confirmada para la próxima edición del Amplifest y espero, por fin, poder vislumbrar su ritual.

De nuevo en la sala 1 para presenciar uno de los mejores directos que he podido ver este año. Wovenhand fueron el caso totalmente opuesto a Bosque. En disco me parecen algo aburridos, si bien creo que todos son unos músicos increíbles, no soy capaz de escucharlos con asiduidad. Así que tenía previsto pasarme, ver un par de temas e ir a cenar. Sin embargo, su directo me pareció bastante más animado y mucho más rockero que en estudio, además de que el talento de David Eugene Edwards me enganchó de principio a fin. No solo su voz me pareció mucho mejor en directo que en estudio, sino que resultó ser un frontman muy carismático y que sabe cómo mantener al público atento. Sin duda me dejaron patidifusa de principio a fin, haciendo que cambiara mis planes iniciales y acabara sacrificando a Wolvserpent (los cuales había podido ver un par de días antes en el Ritual Cvlt de Barcelona) como hora de cenar. Sobre su setlist poco decir ya que no era muy conocedora de su música pero si que hicieron un cover de su antigua banda 16 Horsepower. Sin duda, el gran “descubrimiento” del Amplifest.

El final de mi experiencia portuguesa se acercaba y no podía esperar que terminara de mejor manera. Sin duda, el mayor motivo de mi expedición era Cult of Luna y cumplieron con creces. Lo de estos suecos es algo de otro mundo. Gozaron de un increíble sonido y dieron una actuación muy enérgica con un Johannes Persson eufórico y casi hiperactivo. Esta vez incluso dirigieron algunas palabras de agradecimiento al público, siendo normalmente sus actuaciones directas al grano sin ningún tipo de interacción con los asistentes. Y es que los de Umea no necesitan de palabras para conseguir una conexión con sus fans. Empezando con “The One” a modo de intro y seguida de “I: The Weapon”, a modo de calentamiento para el temón que resulta ser “Ghost Trail” de su aclamado Eternal Kingdom. Lo que vino a continuación, resultó ser un triunvirato perfecto: “Finland”, “Vicarious Redemption” y “Dark City, Dead Man”. Esta última podría seleccionarse como lo mejor que he podido vivir del año. Mi único pero, es el de todas las veces que he visto últimamente a Cult of Luna. Ese gran disco Salvation es también el gran olvidado y es que ya ni “Leave Me Here” me tocan. Pero no dejan de ser quejas totalmente personales y que, sinceramente, tras el show que dieron en la Hard Club no debería ni comentarlo. La recta final vino con temas de su último larga duración Vertikal poniendo punto y final a un concierto de los de recordar para muchos años.

Cult of Luna ponían punto y final (al menos para mí) a mi primera edición del Amplifest. Quedaban aún Vvovnds por actuar, pero el cansancio hacía mella en mí y prioricé descansar. Como balance diré que el Amplifest es un festival muy bien organizado y con un cartel muy variado y apetitoso. Además Porto es una ciudad con un sinfín de ofertas culturales y de ocio, muy bonita de visitar. Realmente poco negativo se puede decir del evento, prácticamente nada, aunque si un apunte a mejorar: el acceso al foso. No había nadie vigilando lo que ocasionó no solo que el foso sobrepasara su capacidad, haciendo inviable poder moverse de un lado a otro, sino que más de una persona se colaba con su móvil a hacer fotos o gente sin acreditación. Debería ser algo a tener en cuenta para la próxima edición. Por lo demás, espero volver allí en 2015.

Crónica y fotos: Xell