Este pasado fin de semana estuvimos disfrutando de la música en directo por todo el país. Una de esas citas fue el Rueda Rock, festival gratuito que contó con la presencia de Paraíso Terrenal, Celtian y Llama Eterna, el nuevo proyecto de Alberto Rionda con Juan Lozano.

¡No os perdáis la crónica de Luis Martín con fotazas de NachoGS!



El pasado sábado 1 de octubre se celebraba en la Plaza Mayor de Rueda (Valladolid) la sexta edición del Rueda Rock, uno de esos tesoros que tenemos por la zona que, organizados con el esfuerzo y trabajo de no mucha gente, salen adelante y nos regalan, porque es gratis, una noche de heavy metal en una localidad pequeña (véase otros ejemplos como el Atalaya Rock en Pozal de Gallinas, Bodega Rock en Hornillos de Eresma, Cabezón de Pisuerga, Madrigal de las Altas Torres sólo por citar algunos) con bandas interesantes, sorteos, precios muy asequibles en las barras y buen ambiente. El cartel de esta sexta edición estaba compuesto por Paraíso Terrenal, una banda de rock-heavy de Valladolid, Llama Eterna, el nuevo proyecto de Alberto Rionda y Juan Lozano y Celtian, una de las bandas con más clara ascendencia en los últimos años. Todo esto hace que el festival sea de obligada asistencia y hasta allí nos acercamos un año más.

Presentado y amenizado por los chistes de David T. Varela, ex cantante de Bella Bestia, el festival dio comienzo con Paraíso Terrenal, que, aunque llevan ya muchos años por la escena vallisoletana, venían a presentar su primer disco, “Fuego en tu interior”, editado este mismo año. Hacía unos cuantos años desde la última vez que los vi y me encontré a una banda con una formación distinta y más sólida en directo. Comenzaron su actuación con el single “Nueva generación” y “La última bala”, y como os podéis imaginar cayeron muchos más temas de su disco como “Llegas a la ciudad”, “Se avecina tormenta” o “Tacones de Chanel”.

Me gustó ver a su cantante Suko Sánchez más controlado y manejando mejor los tiempos y lo que pide la canción en cada momento, ya sea animando o metiendo berridos cuando toca, algo que antes no tenía tan interiorizado. Además de los temas de su disco, también hubo tiempo para dos versiones: “Vientos de guerra” de Saratoga y “Maldito sea tu nombre” de Ángeles del infierno, donde se subió a cantar el mencionado David T. Varela, que fue lo mejor del show, con ambos vocalistas haciendo un muy buen trabajo. Para cerrar, nos presentaron “Prisionero de ti”, un tema nuevo que irá incluido en su próximo disco. Así terminó un show correcto de Paraíso Terrenal, que mostró la cara más rockera y gamberra de la noche.

Había cierta expectación por ver a Llama Eterna y ver cómo iba a ser su concierto, pues poco se sabía del proyecto más que estaba formado por Alberto Rionda y Juan Lozano con la intención de recordar ese primer disco de Avalanch. Lo primero que comprobamos es que se presentaron en formato cuarteto, con los citados Rionda y Lozano a la guitarra y voz, respectivamente, y acompañados por el batería Jorge Rodríguez (Escuela de odio) y Paulo Bass al bajo, que por cierto me parecieron dos musicazos e hicieron un conciertazo. Sin una intro ni nada por el estilo, salió la banda con la propia “La llama eterna”, sin duda la mejor canción del disco que se iba a recordar esa noche. Tras “El mundo perdido”, “El despertar” y “Vicio letal”, muy coreada, ya quedó claro de qué iba a ir el show: “La llama eterna” completo y en orden. Como dato curioso, hace justamente un año y en el mismo emplazamiento, algunas de estas canciones ya sonaron en el concierto de Amenti en la pasada edición del festival, banda en la que milita Juan Lozano y que además tuvo como invitado especial a Alberto Rionda aquella noche.

Vi a mucha gente disfrutar y corear de unas canciones que acaban de cumplir nada menos que 25 años, representando en muchos casos los inicios de muchos en el heavy metal. “Excalibur” funcionó muy bien y me gustó como quedó la balada “Esclavo de la ira”. Cuando la banda terminó con el disco completo y con todo el mundo pensando que aquello se había terminado, sale Alberto a tocar “Santa Bárbara”, para seguir con una versión de Rainbow y un tema nuevo titulado “Hijos de la soledad”, que me pareció un temazo, con un estribillo muy bueno en el que Juan Lozano se ve exigido con tonos bastante altos. Para terminar, ahora sí, definitivamente, tocaron “un rock and roll de toda la vida”, como lo presentó Juan y se marcharon tras un concierto realmente bueno, que superó mis expectativas y que seguro muchos agradecieron poder escuchar en directo temas tan antiguos que rara vez se tiene la ocasión.

Tras un descanso que se hizo bastante largo y con una temperatura ya fría, Celtian saltó al escenario del Rueda rock con el público más joven ocupando las primeras filas y el más veterano detrás, en contraposición a lo que ocurrió con Llama Eterna, por razones lógicas. En cuanto al set list, la banda se presentó con prácticamente lo mismo con lo que llevan girando desde la salida de “Sendas de leyenda”, empezando fuerte con “Nueva era”, “Magia de luna” y “Lágrimas de cera”. Siempre que veo a Celtian lo primero que se me viene a la mente es lo bien que canta Raquel (o Xana, ya nunca sé) en directo. La verdad es que da gusto oírla y ver como clava lo que grabó en su día en los discos.

La banda dio mucha importancia también al álbum “En tierra de hadas”, del cual presentaron canciones como “Mirada de fuego”, “El solsticio de Driade”, la imprescindible “Tu hechizo” con un sonido mucho más potente de guitarras que en la grabación original que le queda fenomenal o mi preferida, “La musa del bosque”. Otro de los mejores momentos fue escuchar “Al otro lado del camino”, con Diego Palacio cantando las partes que grabó en su día Isra Ramos y por supuesto, el tramo final con “Niamh”, “El hijo del ayer” y “En tierra de hadas”, que despidió definitivamente la sexta edición del Rueda Rock. No fue el concierto más enérgico que he visto de Celtian, pero estuvieron bastante bien e hicieron disfrutar a los presentes.

Llegó así el final de este festival, al que deseamos siempre buena salud y que dure muchos años. ¡Hasta el año que viene!

 

Crónica: Luis Martin

Fotos: NachoGS