Guns n' Roses, Nightwish, Epica, Myles Kennedy, Eluveitie, Gloryhammer, Michael Monroe... ¿Necesitáis más para volver virtualmente a la sexta jornada de Hellfest?

¡Aquí os dejamos la crónica ya las fotos de NachoGS!



Encaramos la recta final de esta edición histórica del Hellfest con un fin de semana de infarto, a pesar de que las fuerzas empiezan a flaquear lo que nos queda por delante nos motiva demasiado.

Comenzamos el día con la energía contagiosa de Michael Monroe, que ofreció una exhibición de actitud rockera y flexibilidad. El ex Hanoi Rocks no dudó en bajarse del escenario las veces que consideró oportuno para entrar en contacto con las primeras filas del público y a todo eran poco más de las doce de la mañana, excelente forma de empezar el día.

Turno para Gloryhammer y su colorido power metal, el público tiene ganas de diversión y se nota. Varios hinchables de unicornios multicolores surfean la multitud hacia el foso, suena “Fly away”, mientras otros vestidos de super héroes forman un curioso circle pit. El infierno está abierto a todo tipo de estilos y está claro que Gloryhammer tienen su público.

 

Los suizos Eluveitie lograron congregar a una enorme cantidad de público frente a los escenarios principales y se marcaron un conciertazo lleno de fuerza y calidad. El folk metal de la banda brilló en todo su esplendor, capitaneados una vez más por el músico multi-instrumentista Chrigel Glanzmann. “Deathwalker”, “A Rose For Epona” o “Havoc” fueron algunos de los temas que nos regalaron a base de zanfona, arpa, flautas y gaitas, mientras los cañones escupían fuego haciendo subir aún más la temperatura.

 

Myles Kenndy ofreció un concierto personal y elegante, dando un breve repaso por su discografía de cincuenta minutos de duración. El músico estadounidense se centró en su último trabajo ‘The Ides Of March”, del que sonaron cuatro temas. Un concierto bastante plano que se animó en el último tramo gracias a “World On Fire” de su etapa con Slash, no hubiera estado nada mal una colaboración con el Guns n’ Roses, pero esta no se produjo.

Epica son uno de los referentes del metal sinfónico precisamente junto a Nightwish que actuarían justo un un par de horas después. Una suerte para los fans del género que pudieron presenciar la mejor versión de ambas bandas, lideradas por las espléndidas vocalistas Simone Simons y Floor Jansen. Temas como “Unchain Utopia" o "The Obsessive devotion" o "Cry for the moon" nos permitieron comprobar la maestría técnica de los holandeses y los ricos matices de su metal sinfónico con toques góticos y progresivos. El escenario de dos alturas, las cabezas de serpiente escupiendo fuego y la enorme cantidad de público totalmente loco, hicieron de este concierto uno de los mejores del festival.

Nightwish son los reyes indiscutibles del metal sinfónico y en el Hellfest lo demostraron con una actuación de diez. Con la banda en forma y totalmente entregada, pudimos vivir uno de los mejores espectáculos del festival. Una vez asimilada la salida de Tarja y pasada la irregular etapa con Anette Olzon al frente, Nightwish surcan el camino del éxito por méritos propios, con una excepcional Floor Jansen al frente. Dos dos años después del lanzamiento de su último álbum, los finlandeses pueden finalmente defender los temas de “Human” en vivo, sin olvidarse de clásicos como “Dark Chest Of Wonders” “Nemo” o una emotiva “Sleeping Sun”. La guinda al pastel la pusieron con una épica versión de “Ad Astra” con toda la banda sobre el escenario con la que se despidieron recogiendo los aplausos del público.

 

Y para finalizar los cabezas de cartel de la jornada Guns n’ Roses, que ofrecerían en el Hellfest su show completo de dos horas y media de duración. El rechazo que produce la voz de Axl en los primeros temas se va suavizando, quizás porque te vas acostumbrando o porque al calentar mejoran algo sus cuerdas vocales. Por suerte el resto de la banda se mantiene a un buen nivel, así que una vez constatadas ambas evidencias quedan dos opciones, amargarse y empezar a sacar defectos o dejarse llevar y cantar los estribillos de “Paradise City” o “You Could Be Mine” como si todos fuéramos treinta años más jóvenes y estuviéramos en el festival más grande del mundo. Optamos por lo segundo.

Crónica y fotos: NachoGS