El pasado mes de agosto se celebró el XIII Bodega Rock, con Elvenking, Lujuria, Vhäldemar, In Vain y Nocturnia en su cartel. Y hasta allí fuimos nosotros.

¿Queréis saber cómo fue el evento?

 

 

Un año más, y ya van cuatro seguidos de sus XIII ediciones, nos acercamos hasta la castiza localidad de Hornillos de Eresma para volver a disfrutar del Bodega Rock. Éste es un festival que tiene magia, pues desde el primer momento que llegas al pueblo comprendes que es diferente al resto de festivales y conciertos que se realizan por el territorio nacional. Un festival hecho por y para la gente, estoy seguro de que los organizadores disfrutan tanto montando el festival como estando de público. Tiene lugar en la misma plaza del pueblo (sí, la típica plaza de los pueblos castellanos), en el que las bandas que participan se sienten maravillosamente tratadas y el público asistente se encuentra como en casa, una barra con precios muy populares en bebidas e incluso bocatas de tortilla (entre otros) hechos por la madre de una de las organizadoras (más casero imposible).

Comentado esto, vamos ya a contar lo que dio de sí las actuaciones musicales.

Casi justo a las 21:15, hora prevista de inicio de la primera actuación, se subía al escenario como maestro de ceremonias el gran Oscar Sancho para darles la bienvenida a todos los asistentes, recordarles que un festival gratuito como era el caso se financiaba con lo que se sacaba de la barra (parece que si no haces hincapié en estos temas la gente no se da ni se quiere dar cuenta...) y mencionar el cambio de última hora por el que Nocturnia entraron en el cartel en detrimento de unos Sylvania que tuvieron que atender temas laborales insalvables.

Así pues, Nocturnia se subió a las tablas y tras una breve intro comenzó un show de unos 45 minutos mucho más que aceptable. Brilló desde el primer segundo y durante todo el festival el gran sonido de las bandas, cuestión realmente rara pues siempre le toca a algún grupo padecer problemas en sus 2/3 primeros temas, pero en esta ocasión el trabajo de los técnicos fue impecable. Al frente de Nocturnia, y casi como gran baza a explotar tienen a su cantante, el cual consiguió hacer un concierto prácticamente perfecto, sin abusar de los registros altos pero utilizándolos magistralmente cuando era necesario. Se hubiese agradecido un poco más de movimiento de la banda, aunque no era fácil debido a la cantidad de músicos y el poco espacio disponible. Poco a poco fueron soltando temas como "El final de los tiempos" o "Tierra de cobardes" que calentaron el ambiente hasta su traca final con "Alza los puños" y "En busca del tiempo" con las que consiguieron que el público ya agolpado hacia delante les despidiese de magnífica manera.

Fue el turno de In Vain. Los madrileños venían a poner un punto de Thrash al festival y con ello consiguieron animar aún más a un público que ya rozaba el lleno de la plaza de Hornillos. El cuarteto salió a por todas y eligieron un set list lleno de velocidad, contundencia y melodía con canciones como "Blood&Steel", "The void inside", "Dragon huntress" o la final "War machine". Volvimos a ver como el vocalista de la banda se lucía al igual que pasó con Nocturnia y que fue una constante con todas las bandas del festival. Personalmente me hubiese gustado escuchar algún tema un poco diferente pero para nada fue algo que pesó en su actuación, la cual resolvieron magistralmente.

Lo que vino después fue la enésima confirmación de que Vhäldemar está, en estos momentos, a un nivel superior al resto de bandas. Lo tienen todo y más, son unos grandes músicos, tienen grandes canciones con estribillos que se te quedan a la primera, tienen un cantante con una voz prodigiosa y diferente a la vez y que además tiene un carisma sobre las tablas que le hace ser el centro de atención... A todo esto hay que sumarle su grito de guerra "¡A muerte!" que ya han inculcado en público e incluso en las bandas con las que compartieron cartel. Su concierto fue como una apisonadora, la gente estuvo entregadísima desde el primer momento, participando con el grupo cada vez que le pedían que alzasen los cuernos o coreando los estribillos de lo que ya son himnos como "Metalizer", "Against all kings", "Breaking all the rules" o "The old man". Para mí el mejor momento del mismo fue cuando Víctor de Orion Child se subió a cantar el "Howling at the moon". Terminaron el concierto brindando multitud de "¡A muerte!" a todo lo que se le ocurría al cantante (literalmente a todo lo que se le ocurría) y dejaron al personal con la boca abierta y preguntándose dónde y cuándo sería su próximo concierto.

Después de que Vhäldemar pusiese la plaza patas arriba, llegaba el turno de Lujuria y el nivel festivo siguió al mismo ritmo. Tirando de clásicos y reivindicaciones de toda índole consiguieron que el público no tuviese opción de bajar los brazos tras el concierto de los vascos. He de decir que si con estos últimos se evidencia lo necesario de tener no sólo un cantante sino un "Frontman" para dar un salto de nivel, con Oscar Sancho esa premisa se eleva a la enésima potencia. Mostrando la naturalidad del que lleva ejerciendo ese papel durante 30 años, llegó a Hornillos paseando por la plaza, saludando a la gente, subiendo a presentar el festival.. Y nada cambió de esa naturalidad cuando tuvo que subirse a actuar. Como en el caso de Nocturnia, sufrían problemas de espacio, pero las tablas se notaron y la falta de movilidad de un lado al otro del escenario la suplieron situándose lo más cerca posible de la gente, al borde del escenario. Con su extensa trayectoria debe ser de lo más difícil elegir un repertorio sabiendo que siempre vas a dejar algún clásico en casa. En esta ocasión nos deleitaron con temas como "Carne de cañón", "La favorita del Rey", "Merece la pena", la comunera "Traidores y criminales contra nosotros batallan", la siempre de moda "Dejad que los niños se acerquen a mí" y uno de los grandes himnos del heavy metal en castellano como "Corazón de Heavy Metal" que sirvió de despedida ante un público mucho más que satisfecho con su actuación. Cuando finalizaron su actuación se me vino a la cabeza una pregunta retórica: Hay algo más castizo que ver a Lujuria participando en el Bodega Rock en la plaza de Hornillos de Eresma?

Tras la actuación de los segovianos llegaba el turno del cabeza de cartel, Elvenking. La actuación de los italianos estaba prevista para las 2 de la madrugada, pero esa hora sufrió un retraso que mucha gente aprovechó para irse y dar por concluido su festival. El frío empezaba a arreciar y mucha gente venía sin una sudadera o chaqueta con la que taparse debido al caluroso día que había hecho. Sin embargo, Elvenking salieron a por todas y ya en la primera canción se vio que el nivel del grupo les da para girar por cualquier lugar del mundo sin problemas, con una puesta en escena impresionante y un nivel instrumental envidiable. Quizás el volumen de los coros grabados de apoyo, al más puro estilo Rhapsody, estaba demasiado alto pero el resto instrumentos se escuchaban a la perfección. Me llamó la atención especialmente la pegada de su batería y la soltura que mostraba. Tema a tema fueron mostrando la variedad de canciones que poseen, siendo una ventaja enorme a la hora de ofrecer un show intenso pero a la vez festivo. Son rápidos cual grupo de Power Metal cuando tocan "Invoking the Woodland Spirit" o "Elvenlegions", tiene tintes "rockeros" cuando interpretan "Runereader" o "Black Roses for the Wicked One" , son más folkies cuando suena "Pagan Revolution", se atreven con sonidos más oscuros con "Trows Kind" o "Infection"... Saben cómo jugar con ello y salen victoriosos.

Cuando cogimos el coche de vuelta a casa nos fuimos con una sonrisa por lo bien que lo pasamos y con la certeza de que sea el día que sea, venga el grupo que venga, el año que viene volveremos a Hornillos de Eresma a disfrutar de una nueva edición del Bodega Rock.

¡¡Larga vida al Bodega!!

Crónica: Javy Metal
Fotos: Antonio MS