Siguiendo la ruta de festivales, a mediados de agosto nos encontramos en Villena con una nueva edición del Rabolagartija Fest que JuanF no se quiso perder. Boikot, Zoo, La Raíz, Nach...

¿A qué esperáis para leer esta crónica?

 

 

Quiero arrancar estas líneas advirtiéndote de una cuestión clave. Este no es un festival de metal al uso. Bueno, no es un festival de metal y punto. El Rabolagartija se fundó de los cimientos del desaparecido Aupa Lumbreiras, pero con un renovado estilo en el que confluyesen diversas formas de entender la música. Desde punk-rock hasta rap pasando por flamenco y sonidos verbeneros. Solo de esta forma entenderás por qué gente como Nach o Rozalén salen descritos a lo largo de las tres partes que conforman esta crónica. El cerrojo se ha abierto, pero sí, sigues en TheDrinkT…, perdón, en Keep The Flame.

El tiempo no auguraba un buen comienzo de edición. Nubes impostoras revoloteaban por los alrededores de Villena en el mismo recinto que el traicionero Leyendas del Rock (que por si no fuese suficiente, a la prensa nos ponían una pulsera de dicho festival), que dejó el “césped” del polideportivo como proscenio de la Gran Guerra.

Accedí cuando en uno de los escenarios principales estaba actuando la cantautora La Otra junto a su banda Las Locas del Co., que pese a no ser aficionado a ella era de elogiar la gente que cantaba alegre y reivindicativamente temas como “Se Quemó” o “Contigo”. No llegué a tiempo para las fotografías, pero no por ello es menos que el resto. Un virtuoso final de toda su banda dejó claro que sus músicas tienen calidad para rato.

El primer artista plasmado en grandes proporciones en este escrito es Xavi Sarrià. El fundador de la mítica banda valenciana Obrint Pas se subía al escenario del Rabolagartija para presentar su proyecto en solitario “Amb L’Esperança Entre Les Dents”. Tuvo tiempo para interactuar con el público al repetido grito de “visca la terra lliure” (ndr: viva la tierra libre) y de intercalar temas propios con himnos de su grupo que se han convertido en historia de la música valenciana.

Gran espectáculo que se dio en Villena en un horario que, si bien no era el más apto para congregar a grandes masas, sí dejó ver una buena estampa de fieles seguidores de Xavi con banderas de muchos tipos, predominando las esteladas. Sonaron temas como “Ingovernables”, “Ànimes Navegables”, “Renaixem” o “Atrevir-te” (este último con una parte de Sara Hebe cantada por la artista ilicitana de la banda). Pero no se quedaron ahí y hubo tiempo de rememorar los mejores temas de Obrint Pas. Volver a escuchar en directo canciones que han marcado tanto a más de uno hizo que retumbase Villena con todas las voces que coreaban “Viure”, “Seguirem”, “La Flama” o “La Vida Sense Tu”. Una bonita forma de comenzar un festival de tres días. Emociones varias las que escondía el Rabolagartija.

Con la caída de Riot Propaganda a última hora (a priori por la enfermedad de uno de sus miembros), se reestructuraron los horarios de los grupos siguientes. Y la “terreta” seguía siendo la protagonista con la actuación que tocaba. Es ya un hecho que Zoo tiene todas las facilidades en su mano para llegar a ser abanderados de todo un estilo. La escena valenciana ha sucumbido ante el huracán de Panxo y compañía, que ha sabido crear un estilo propio de rap-punk electrónico. ¡Y solo había que ver el lleno que consiguieron!

Con algún fallo de sonido inicial se fueron sucediendo temazos de los cimientos de la banda como son “Corbelles”, “Vull” y “#Faena”. Este grupo es gran ejemplo de hacer música con mensaje desde una posición divertida y cercana, llevando la buena onda como premisa innegociable. Siguieron sucediéndose canciones de su más cercano “Raval” como “La Mestra”, “Presoners” o “Correfoc”. Y es que no se dejaron ningún hit por tocar: “Carrer de la Amargura”, “Estiu”, “Impresentables”, “Ventiladors”, “El Cap Per Avall” o la nueva “Omertà” … Lograron incluso que gente de fuera cantase en su idioma. ¿Son el sinónimo de éxito? Solo el tiempo lo dirá. Con “Rituales de Santería” se despidieron de un Rabolagartija rendido a sus pies.

Y con algo menos de gente, pero dispuestos a darlo todo para que los asistentes bailasen, Eskorzo salía a un florido escenario para poner patas arriba a Villena con su cumbia y ritmo latino. Y aquí ya se deja ver la magna influencia en el festival de la diversidad de géneros. Porque se pasaron la tarde bailando cumbia como alma en pena contagiando con “Suave”, “La Tumba” o “Zona Caliente” a las masas que querían moverse y disfrutar.

Con un frontman de lo más expresivo, el espectáculo estaba servido. La alegría se respiraba en el ambiente y las letras, a pesar de ser poco profundas, se marcan a fuego en el cerebro. La “Cumbia Caníbal” de Tony Moreno dejó caras con ganas de más fiesta. Igual los bailes hicieron perder a más de uno parte de su cerveza o calimocho, pero también sirvió de gran ayuda para los recolectores de vasos (tenía que hilarlo por algún lado) que reunían plástico reutilizable a cambio de una consumición gratuita. Hasta la próxima Eskorzo, y la banda se fue bailando…

Pero si había una formación que levantaba más expectación que cualquier otra era, sin lugar a dudas, La Raíz. Los de Gandía iban a agotar su último cartucho de despedida en la provincia de Alicante. Tras una infinita gira de “Nos Volveremos a Ver”, llegaba el momento de decir adiós a la tierra de algunos de los componentes y la emotividad se palpaba en el ambiente. El resto: lo de siempre. Un setlist que no cambia, un sinfín de seguidores y una puesta en escena simétrica. No es nada malo, dieron nivel y sudaron de lo lindo sobre las tablas, pero para alguien que ya los ha visto cuatro veces en esta gira y ocho de forma general, agota.

Sonaba la intro “Las Miserias de sus Crímenes” cuando los flashes de los móviles recreaban un mar de focos expectantes a lo que vendría segundos después. Hicieron incluso que el responsable de prensa dejase de prestar atención y que, posteriormente, echase a los fotógrafos en tan solo dos canciones (para él una intro con ningún componente visible es un buen momento para captar una instantánea). Anécdotas aparte, el concierto estuvo a la altura de lo que viene acostumbrando este combo. Con una regulación de audio al inicio, “Entre Poetas Y Presos” fue la primera de muchas canciones que revolucionaron el polideportivo municipal de la ciudad. “Por Favor”, “Nuestra Nación”, “Jilgueros”, “Muérdeles”, “El Lado de los Rebeldes”, “Radio Clandestina” … Todas y cada una de las canciones eran recibidas con elogios, gritos y teléfonos en alto. Lo que ha conseguido este grupo, llenar de esa forma cada recinto que pisa, que no se cansen de ellos y poder despedirse de prácticamente todos los rincones del país es una oportunidad que pocos tienen. Dejarán un hueco más que notorio en el panorama y aunque recalquen el “Nos Volveremos A Ver”, la incertidumbre del “cuándo” está presente.

Ya se estaba terminando el día y tocaba el turno de la leyenda del rap español Nach (sí, rap puro y duro). Una pantalla grande como mesa de mezclas y dos más pequeñas a los laterales del escenario era el atrezzo que tenía preparado Ignacio Fornes para su show. El alicantino se encontraba fuera de cualquier gira, después de verano arranca la presentación de su disco, pero no pudo decir que no a este concierto en su ciudad. Fue un repaso de su trayectoria, Desde clásicos como “Anochece” o “Manifiesto” de “Un Día En Suburbia” hasta nuevos lanzamientos como “Éxodo” o “Grande”.

El concierto estuvo estructurado por partes de “Efectos Vocales”, calentando el ambiente con “tsunamis” en propias palabras de Ignacio. Hubo tiempo para reivindicar la escena urbana patria con “Rap Español”, un momento en donde se hacía referencia a muchos artistas representados en las pantallas que adornaban las tablas. Otras dosis musicales fueron la interpretación de tracks como “Disparos de Silencio”, “Urbanología”, “El Idioma de los Dioses” o “Ahora”. Eché en falta un sinfín de otros grandes temas del MC con alma de poeta como “Juega”, “Hambre de Victoria”, “El Camino del Guerrero” o la recitada “Tiempo, Dame Tiempo”. Con artistas de este calibre debería haber una comunidad en la que no existiesen los géneros y se pudiese hablar de música, donde en webs como esta más gente pudiese saber de ellos, este rapero fue mi infancia y es presente. Nach, como el vino, mejora con los años.

Para mi cuerpo y alma de redactor, el día finalizaba con aguerrido punk rock. Los más que conocidos Boikot no se pierden un festival y, cómo no, el Rabolagartija no iba a ser una excepción. Escenografía roja, luces rojas, humo rojo… mucho rojo era lo que adornaba el stage principal del festival. Tenían una gran producción, y posteriormente se supo que también tenían un gran directo. Es otra de estas bandas que ya cansan ver en directo pero que nunca flojean ni defraudan. Con un setlist lleno de himnos no había tiempo para retomar aire, y los pogos inundaban las masas enfervorecidas de seguidores de los madrileños.

“Despaldas Al Mundo”, “Sin Tiempo Para Respirar”, “Skalasnikov”, “Inés”, “Naita Na”; son títulos de canciones que hablan por sí mismas. También tuvieron representación los singles “Jarama” y “Hablarán Las Calles”, este último sin la esperada colaboración de los chicos de La Raíz y Zoo que habían actuado previamente en ese mismo escenario. Penas aparte, uno de los momentos más emocionantes fue el ya imprescindible momento de “Bajo El Suelo” cantado por mujeres. Un final con “Kualkier Día” y “Grito en Alto” certificó lo que todo el mundo sabe: la mecha de Boikot sigue encendida pese a la prolongada actividad que lleva a cuestas.

Lo siguiente que quedaba era descansar, ver a O’Funkillo sin ajetreos y de tomarse una cerveza bien fresquita mientras se levantaban los “cuenno”al ritmo de “Riñones Al Jerez”. Después de ellos, Lágrimas de Sangre recibieron un escrache por parte de un colectivo mixto que poco importa para esta crónica. Tocaba dormir, el segundo día prometía ser muy ajetreado.

Crónica y fotos: Juan Fernández