Desakato, Mala Reputación, No Konforme, Misiva, Origen y Ochobre se dieron cita el pasado 24 de marzo en el Rock in Llugo. ¿Pensábais que nos íbamos a perder tal fiesta?
¡Aquí va la crónica y fotos de FelipeSM!
24 de marzo de 2018, una fecha que quedará ya para siempre marcada en la historia del rock asturiano. Y es que el regreso del Rock in Llugo parecía una de esas apuestas descabelladas que terminan con la fe de los cuatro locos por la música de turno. Festival al aire libre, en marzo, en una región con más conciertos que habitantes y con más de un 80% de grupos “de casa”…
Pero a veces todo se alinea y aunque los temporales azoten la carpa de turno, la música prevalece y termina siendo cara. Eso fue lo que pasó en esta primera edición del renacido Rock in Llugo, un éxito sin precedentes que no hace más que recompensar el gran trabajo de una organización que luchó contra viento y marea.
Comenzó la noche a eso de las 20:00 con Ochobre sobre las tablas y un gran número de público ya presente en la carpa. El sexteto jugaba en casa y eso se notó. El grupo salió muy motivado y acompañado de un buen sonido ofreció lo mejor de ese punk folk tan astur que pronto esperamos ver plasmado en un disco. Con alguna versión de Obrint Pas en su repertorio y la colaboración de Java en “Nin ye Momentu”, su set list fue una oda al movimiento social y combativo en Asturies.
Fueron unos buenos 45 minutos, en los que disfrutamos de una banda que va a más en cada concierto, y su crecimiento, apoyado en la fuerza de sus guitarreos y el sonido y personalidad que aporta la gaitera del grupo.
“Dios lleva Cresta” huele a himno nacional del punk, he dicho.
Pasaban las nueve de la noche y con la carpa ya mediada salía a escena Origen. Con esa calma demoledora que caracteriza al grupo el trío ofreció un estupendo concierto. Carlos, Miguel y Luis fueron una apisonadora de post rock que dio buena cuenta del público y de su último trabajo “Fronteras”.
Contando con Kiko de Mala Reputación en “Imperio Infranqueable” y con un sonido quizás un poco excesivo en la voz de Carlos, el grupo repasó sus dos discos y ep a base de temas como “La Señal”, “Viaje Sideral”, “Frío”, “Quiero Perder”, “Doble o Nada” o “Dos Extraños”.
Para mí, fue un concierto tremendo y eso que creo que Origen es una de estas bandas que se disfrutan más en una sala, con toda la presión del sonido en la cara y una mayor cercanía.
Dos conciertos y el viaje a Lugo de Llanera ya había merecido la pena.
Pero aún quedaba mucha noche por delante y como si de una batalla campal se tratase, cada grupo salía a morir en el escenario. Algo pareció pensar Misiva, que ofreció en el Rock in Llugo el mejor concierto que yo recuerde del cuarteto. La banda siempre ha sido un cohete, pero el sábado pareció salir extramotivada al ver tanto público y que dicho respetable cantase cada tema.
“Bombres”, “Revolución TV”, “Muries de Soledá”, “Xina”, “Invencibles”, “En Pie de Xera” (con Humber entre el público) … todos y cada uno de ellos eran coreados y acompañados de un constante pit en las primeras filas. La banda se contagió y el final de show con “Punk Rock”, “Foriatu” y “Rapaz Refalfiau” fue apoteósico, imposible no meterse al pit y dejarse la voz.
Ahora mismo, pocas bandas nacionales del género pueden plantarle cara a Misiva en directo, su momento ha llegado.
En el ecuador del festival y con una carpa a rebosar salía a escena Mala Reputación. Y lo que vino a continuación fue hora y media de master class de madurez en el rock. Obviando algún problema en la guitarra de Daviz, lo suyo fue un concierto sobre ruedas, manejando el tempo y la intensidad del sho en cada momento, con Juan arrancándose por los Foo Fighters en “Tus Palabras” y un tremendo circle pit en “Ansiedad”.
La carpa era un hervidero y Mala Reputación colaboró con un set list que nos ofreció lo mejor de sus grandes himnos con los temazos de nuevo cuño. Decidme si no es victoria segura una recta final con “Cristal”, “Que la tierra…”, “Efecto Causa”, “Ceremonia” (totalmente apoteósica), “Fuego” (wall of death incluido), “Benditos Juegos” y “Abriendo Camino”. Los de Cangues van camino de la eternidad en el rock a base de temazos y un directo a la altura.
Pirotécnica, luces propias… algo grande se cocía en el escenario. Si hay una banda en estado de gracia esa es Desakato y una vez más el quinteto volvió a demostrarlo. Sonido inapelable y un público entregado desde el primer acorde fueron la base sobre la que la banda desplegó su directo. Y aquí la verdad es que poco hay que decir, el que haya visto alguna vez a Desakato en directo sabe lo que hay y el que no lo haya hecho no sé a qué espera. Ochenta minutos en los que la actitud y la energía no se negocian, van tatuados a fuego en el ADN del grupo.
La banda presentó algunos temas de su recién estrenado ep “Antártida” como “Humo Negro”, “La Cura”, “Salvajes” o “Huellas” (dedicada a Falu), recuperó algún corte que hacía mucho que no tocaba como “Estigma”, dedicó “Fueu y Solombres” a la ansiada y necesaria oficialidad del Asturiano y remató con algunos de sus mejores temas como “Octubres Rotos”, “Barcos en Llamas”, “Cuando Salga el Sol”, “Pánico en Frankfurt” o “Animales Hambrientos”. Mención aparte merece el final con todo el público (un millar así a ojo) cantando “Cada Vez” con Pablo.
Dinosaurios del rock, abran paso, el futuro está aquí y lleva el sello de calidad de Llanera.
La traca final corría a cargo de No Konforme y la banda vallecana sufrió un cambio de backline que se hizo eterno y el maldito cambio de hora, que provocó que pasasen las 4:30 de la madrugada cuando salió el combo a escena. Parte del público había abandonado ya la carpa pero eso no amilanó a la formación, que montó una tremenda fiesta y lo dio todo sobre el escenario.
Lo cierto es que para mi fueron una grata sorpresa, especialmente con los temas más ska de su repertorio con la presencia de la sección de vientos del grupo. Bajo ese ambientes festivo, una banda de puro punk rock combativo, de ese que despierta conciencias y que por desgracia en pleno 2018 es tan necesario.
¿El repertorio? “Tribunal”, “Peces Muertos”, “Cenizas del Capitalismo”, “Morao”, “Manifestación”, “Vallekas”, “Platos Rotos”….
Agotado y con una sonrisa de oreja a oreja finalizaba el Rock in Llugo. Un regreso triunfal de un festival muy necesario en la escena, demostrando que las cosas bien hechas se ven recompensadas, más aún si las seis bandas se dejan la piel sobre el escenario.
Ahora a pensar en 2019… ¡Puxa’l Rock in Llugo!
Crónica y fotos: FelipeSM – www.smfelipe.es