El sábado tuvo lugar en Oviedo el Pre-Wolfest una fiesta/calentamiento para el próximo Wolfest que contó con la presencia de Brothers till we Die, Cuernos de Chivo, Vörtex y Pleyskunk, además de nuestro FelipeSM que hoy nos relata lo acontecido.

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El próximo mes de noviembre tendremos una avalancha de metal gracias a la celebración del II Wolfest en Oviedo, pero antes, la gente de Following Dreams decidió preparar una noche de calentamiento bajo el nombre Pre-Wolfest. Ofreciendo así la posibilidad de disfrutar de cuatro bandas más por un precio irrisorio, apostando por tres bandas jóvenes y unos ya clásicos de la escena nacional como son Cuernos de Chivo.

El pistoletazo de salida lo dio con algo de retraso sobre la hora prevista Pleyskunk. El grupo asturiano de reciente formación ofreció una media hora de nu metal con letras en castellano en lo que podríamos denominar una propuesta diferente. Letras irreverentes, máscaras y atuendos aleatorios contrastan con la seriedad que emana su música. Sin lugar a dudas la banda tiene dos problemas, por un lado el juego de voces necesita de ajustes y trabajo en el local, la idea es buena y dota al grupo de una variedad de registros bastante interesante, pero los dos vocalistas no pueden ir cada uno por su lado pues si no el caos se apodera del sonido del grupo.
El segundo problema es que no terminé de discernir si estábamos ante una banda de humor o no. No terminé de ver si el quinteto quiere hacer nu metal con líricas fuera de lo habitual o simplemente busca ser unos Ofensivos, El Reno Renardo o Manowar en versión metal “moderno”. Sea cual sea su idea, quedarse a medio camino nunca es bueno, pero imagino que en los próximos conciertos se irá viendo la hoja de ruta trazada.

Llegaba el turno de Vörtex. El grupo gallego acudió a Oviedo para presentar su estupendo “Architects of Misfortune" y su actuación no dejó a nadie indiferente. Las guitarras de Jacobo y Marcos nos ponían a mover la cabeza mientras el juego de voces entre Víctor y Jacobo sacaba a relucir una de las virtudes de la banda.
Temas como “My Crown”, “Reborn”, “Shadows” o “Take it Easy” formaron parte de un setlist que arrancó los primeros circle pits de la noche y con el que la banda se atrevió incluso a organizar un wall of death con el centenar de personas que estaban en la sala.
Lo cierto es que Vörtex me gustó y mucho, sonaron compactos, supieron animar al público y solo podría reprocharles la ausencia de un frontman dedicado en exclusiva a las labores vocales, sin estar atado a las exigencias de la guitarra. Obviando ese detalle, gran concierto que confirmó algo que nos temíamos al escuchar su último disco, aquí hay un diamante en bruto.

En el ecuador del evento aparecía Cuernos de Chivo, la banda más longeva de la noche y eso se notó. Los de Mero Mero tienen muy claro de qué va esto, lo suyo fue salir, arrasar el escenario y terminar entre vítores de una sala encantada. Su deathcore se fue haciendo dueño de la Sir Laurens gracias a un sonido muy contundente (quizás con demasiado sonido de platos en la batería de Kappo) y temas como “Malditos Ahorcados”, “La Novia Zombie” o “Ultraviolencia”. Con esos ingredientes, las tablas de la banda hicieron el resto, conexión directa con el público y todo el mundo al pit. Y en esa conexión no trabajó solo el vocalista del grupo, si no que cada uno de los músicos en la primera línea supo ganarse al respetable de las primeras filas.
El detalle divertido del show fue sin duda ver a toda la sala coreando la banda sonora de Dragon Ball en mitad de “Ultraviolencia” si mal no recuerdo, para como si de un medley se tratara recuperar el tema original y volver a la carga.

Me sorprendió de primeras la posición de Brothers till we Die en el cartel, pero nada más comenzar su show lo entendí. Y es que el quinteto madrileño se permitió el lujo de arrancar su repertorio con “Dragostea Din Tei” a modo de intro y queridos lectores, para levantar al público después de semejante surrealismo de canción hay que tenerlos muy gordos. Pues bien, medio “The Thin Line between Death and Immortality” y el grupo ya tenía la sala a sus pies. Brothers till we Die fue en Sir Laurens lo que toda banda de metal debe ser, un huracán repleto de energía que contagió al público y enloqueció a las primeras filas mientras estas comían de la mano de mi tocayo frontman.
Pits, walls of death, el respetable coreando, “Facta non Verba”, “Counting Worms” “Delusional Parasitosis”, “Bushido”… todo esto se iba sucediendo mientras el grupo ofrecía un CONCIERTAZO con letras mayúsculas. El remate a su hora aproximada de show lo puso una genial versión de “Anaconda” de Nicki Minaj.
Para mi BTWD es uno de los grandes descubrimientos en directo del año, banda sobrada de calidad, con temas que te invitan al pit y con una cosa muy clara, la entrega sobre las tablas no se negocia.

Gran noche la del Pre-Wolfest en la que solo un detalle puede empañar la sensación general: los dos o tres karatekas que poblaban la sala cortando pits y molestado a todo el mundo en un local enorme. Lo siento pero nunca comprenderé esa “forma” de disfrutar de un concierto, por mi pueden ir todos al gimnasio más cercano, pues la música no es lugar para volteretas, patadas, ni ejercicios con los brazos…
Obviando ese detalle y el exceso de calor en la sala, algo habitual en los últimos conciertos, el Pre-Wolfest no pudo ser mejor, las cuatro bandas lo dieron todo sobre el escenario y no creo que nadie quedase insatisfecho con su labor.

Contando las horas para el II Wolfest…

 

Crónica y fotos: FelipeSMwww.smfelipe.es