La segunda jornada del Hellfest nos deparaba otro día intenso en el que veríamos a Korn, Twisted Sister, Moonsorrow, Bring Me the Horizon, Primordial, Atreyu y muchos otros. Nuestras redactoras Xell e Ireth nos comentan que tal fue este segundo día tras el fuego que prendió Rammstein la noche anterior.

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Nuestra jornada del sábado empezaba algo más tarde que la del viernes, aunque a ritmo de tupa tupa sueco. Entrails nos esperaban en el The Altar para presentarnos a su nuevo vocalista Tommy, y al batería Martin. Nuestro último encuentro con los suecos fue hace 3 años durante el Summer Breeze, en Alemania, y la verdad es que la experiencia entonces resultó más gratificante que la de ahora. Aunque Obliterations nos haya parecido un buen álbum, seguimos prefiriendo ese grandioso The Tomb Awaits y además, Joakim tenía mucho más porte en directo. Tommy es un buen vocalista, pero su actuación nos resultó muy estática. En cuanto a la música, pocas quejas podemos tener. Se trata de una de las “nuevas” formaciones de Suecia con más calidad en cuanto a death metal se refiere.

Tiempo para girarnos e irnos al The Temple a por un poco de black metal. Dark Fortress es una de esas formaciones que no ha inventado precisamente la rueda en eso del black metal, pero son buenos en lo que hacen y siempre dan una actuación resultona. Los alemanes tienen ya siete discos a sus espaldas y se decantaron por basar su actuación en su último álbum, The Venereal Dawn de 2014, siendo “Chrysalis” uno de los temas más coreados.

Salíamos de las carpas para tomar un poco el aire y acercarnos al Mainstage para ver a Atreyu. Nos estrenábamos con ellos y aunque en un principio pensamos que nos pillaban ya mayorcitas, la verdad es que salimos encantadas de su actuación. Los californianos dieron un show muy activo e interpretaron varios temas de su último disco Long Live. Alex demostró estar en muy buena forma y es que le salía un vozarrón que inundaba todo el recinto. Además, dejaron caer el cover de Bon Jovi “You Give Love a Bad Name” y “Right Side of the Bed” de su aclamado The Curse. A unas nostálgicas como nosotras, ese par de temas nos supieron a gloria. La única pena es que al estar los de Orange County dando un buen concierto, no nos dio tiempo a pasarnos un rato a ver a Mantar.

Una vez finalizados, fue el turno de Sixx: A.M., el proyecto paralelo del bajista de Motley Crue, Nikki Six y James Michael, al que se añadió Dj Ashba (quien ha sufrido en sus carnes a Axel Rose y sus neo Guns n’ Roses), una banda que convirtió el libro autobiográfico de Nikki en su tarjeta de presentación. Unos cuantos años más tarde y cuatro trabajos de estudio con la primera parte del Prayers for the Dammed recién salido la formación con una clara orientación hacia el hard rock y un poco de pintas glameras salieron a escena bajo un público motivado que parecía conocerse todos sus temas. Se notó que la fama ha empezado a darles sus frutos recientemente. “This is Gonna Hurt”, “Lies of the Beautiful People” y la fantástica “Life is Beautiful” con la que cerraron, fueron algunos de los cortes que les dio tiempo a tocar en los escasos cuarenta minutos que tuvieron.

Estrenábamos el Warzone en la jornada del sábado con un clásico entre clásicos: Discharge. Los ingleses fueron uno de los pilares más importantes para el desarrollo del punk, d-beat y crust en sus inicios y hoy en día, casi 40 años después, siguen imponiendo como el primer día. Con la formación clásica casi al completo, Discharge venían en esa ocasión con un nuevo disco bajo el brazo de la mano del nuevo vocalista Janiak. Además de los temas de la presentación de rigor de End of Days, hubo tiempo para clásicos (algo positivo tenía que tener que las canciones fuesen cortas): “Hear Nothing, Say Nothing, See Nothing”, “Look at Tomorrow”, “State Violence State Control” o “Protest and Survive”, por citar algunos. Actuación llena de energía, golpes, birras por los aires y hasta zapatillas. Una de esas que te dejan con toda la adrenalina por las nubes al terminar y tienes ganas de pelearte con un saco de boxeo. Sin duda, uno de los llenazos del Warzone.

Los australianos The Amity Affliction hicieron su particular entrada al Mainstage a lomos de una moto, y fueron los primeros en ver desde una posición privilegiada el primer fallo de la tirolina que colocó el Hellfest (cortesía de Redbull), alguien se quedó colgado y eso arranco las risas de Joel, muy majete él. Momentos random aparte (como su propia entrada) podemos decir que alimentaron el apetito de entusiasmo que requería el público a esas horas a base de metalcore bajo un día gris de nuevo. Tocaron temas del Let The Ocean Take Me como “Deaths Hand”, Don’t Lean on Me”  y “Pittsburgh” con la que concluyeron el show, y del Chasing Gots que lo representó “Open Letter” entre otros. A pesar de no ser los más conocidos del día se las apañaron para saldar un concierto donde sobretodo reino el buen rollo y las burlas entre ellos y sus propios fans.

Por si no habíamos tenido suficiente pasamos de la modernidad del siglo XXI al pasado con Foreigner y su gira 40 aniversario en el otro Mainstage. A pesar de sus años la banda parece seguir en una forma envidiable, solo superada por la de Dee Snider (Twisted Sisters). Mick Jones lideró a los suyos durante unos escasos 40 minutos en los que repasaron algunas de las joyas de su extensa discografía: “Double Vision”, “Urgent” empalmada con “Black Night” versionando a los grandes Deep Purple, “Juke Box Hero” o “Hot Blooded”. En palabras de Mick, Like the first show. Efectivamente Mick.

Mientras tanto, en la Warzone estaban otros clásicos de la primera ola del punk formados precisamente el mismo año que Foreigner. UK Subs mostraban su extinto punk con sabor a años 70 con Charlie Harper al mando. Creo que no fuimos las únicas en que esperábamos más guerra por parte de una banda tan mítica. Tocar sin fallos está bien, pero con canciones animadas o intento de “punkarras” uno no puede permitirse el lujo de ser un palo en el escenario (alguien debería recordarles lo que simbolizan). Al ritmo de “Barbie’s Dead”, “Warhead”, “Riot” entretuvieron a una Warzone más motivada que ellos mismos.

Y de vuelta al Mainstage ya veíamos el escenario decorado con la bandana de “30 Years of Sick of it All”. Tres décadas después que saliera su homónimo, Sick of it All aún mantienen esa frescura y fueza que les caracteriza. El hardcore de ritmos potentes, riffs agresivos y bajos pesados cayó con mucha ímpetu en el Maintsage ante un público que al igual que con Mass Hysteria el dia anterior, se volcó con los estadounidenses regalando Moss Pits, Circle Pits y Walls of death a prueba de novatos. “Injustice System”, “Machete”, “Good Lookin’ Out” y “My Life” fueron algunos de los temas que pudimos ver antes de desplazarnos hacia el Altar para no perdernos lo que hacían Entombed A.D.

Lo de Entombed A.D. fue bastante paupérrimo y ya ni el carisma de Petrov los salva. Pese a que en su gira de presentación nos pareció que salvo la salida de Alex aún tenían mucha guerra que dar, lo que vimos en el Hellfest estuvo muy lejos de eso. Sí, el Altar estaba a reventar, pero aquello de Entombed tenía poco, una banda tributo más bien. Y es que cuando temas como “Stranger Aeons”, “Revel in Flesh” o “Left Hand Path” no te suenan bien e incluso te cuesta diferenciarlos… tienes un grave problema. Petrov y sus chicos tienen que ponerse las pilas si quieren seguir llevando lo de “Entombed” en su nombre.

 “Ten thousand First” señalaban el inicio de Disturbed en el Mainstage, quienes protagonizando uno de los mejores shows del día, no obstante más que por ellos mismos, la fiesta estuvo protagonizada por el público que se montó su propio festival con una avalancha de gente surfeando y gozando del nu metal de los estadounidenses. Empezando de una forma impecable, el setlist fue un gozo en lo personal. “The Game”, “Stupify”, “Indestructible” tres perlas que deberían tener siempre hueco en sus directos. Pero si algo marcó su puesta en escena fueron los invitados, para el recuerdo queda el robo de micro de Michael de Sixx:A.M y la apropiación de las guitarras y bajos por parte de sus compañeros, Nikki y DJ Ashba. Y evidentemente el tema no podía ser otro que un cover de Mötley Crue, “Shout The Devil”; pero las sorpresas no se acabaron aquí, cuando los acordes de “Baba O’Riley” en la que salió Glenn Hughes. Además también sonó “Killing in the Name” de Rage Against the Machine. Un concierto completo que a pesar de poder haber sido mejor, dejó a una de nuestras redactoras con todo el hype de su quinceañera interna.

Cuando nos acercamos al Temple para ver a Moonsorrow, la gente se salía de la carpa del lleno que habían hecho. Eso sí, les tenemos que poner un negativo por basar un repertorio de festival básicamente en su álbum Jumalten Aika, publicado este año. Se reservaron el cierre para “Sankaritarina”, que nunca está de más, pero podrían haber tocado, por ejemplo “Kylan Paasa”. Es lo malo de que sus temas duren una media de 10 temas.  Si no nos fijamos en ello, los finlandeses dieron una de las mejores actuaciones del festival, buen sonido, buen porte y un público entregados a ellos al 100%.

Seguiríamos nuestra ronda en el Mainstage con Within Tempation. El Fortarock fue el último destino de los holandeses y parece ser que Sharon se dejó la voz allí, si más no durante “Our Solemn Hour”, el primer tema, notamos su voz por debajo del rendimiento que suele ofrecer. No obstante a medida que avanzaba el show y las cuerdas vocales se entonaban Sharon volvió a la “normalidad”. De nuevo bajo la tutela de Hydra, un disco que ya lleva un par de años en el mercado y por lo tanto sus temas ya son conocidos por sus seguidores, incluido “Paradise (What About Us?)” donde Sharon hizo dueto con Tarja como ya hace en el disco, momento en que pudimos comparar la armonía de  su conexión y compenetración, sobretodo en el gusto por el vestuario hortera. Los holandeses se marcaron un setlist en el que predominaron sus últimos tres álbums. No obstante, les quedó tiempo para rescatar “Moher Earth”.

Al mismo tiempo que Primordial estaban en el temple dando guerra, Bring Me the Horizon hacían lo propio en el MainStage, técnicamente Primordial empezarían más tarde no obstante, los ingleses hicieron gala de su fama y empezaron tarde el concierto ¿El motivo? probablemente solo lo sepan ellos o más bien Oliver Skyes, que entró igual que acabó, sin pronunciar un saludo o una despedida. Lanzado en septiembre de  2015, “That’s The Spirit” es el último disco. Y “Throne”, “Happy Song”, “Avalanche” sonaron en representación. Además de “Sleepwalking”, “Go To Hell, for Heaven’s Sake” o The House of Wolves”. Diez cortes en unos escasos 50 minutos que terminaron con Oliver soltando el micro como queriendo decir : Y hasta aquí hemos llegado”. Los británicos fueron intensos, creando una atmosfera que por sí sola engullía al público que se dejó llevar por su puesta en escena. Tienen la fama de ser unos grandes, descargan con fuerza y la intensidad es una de sus mejores aliadas, conseguida en parte por los contrastes rítmicos que rompen y te mantienen alerta (adorados sean), lo mismo que pasa con Oli. Otro de los grandes conciertos de la jornada.

Mientras otras estaban viendo a Oli y a los suyos, el resto nos fuimos hasta Irlanda para disfrutar de una banda que nunca defrauda. Primordial dieron un espectáculo impresionante, con un Alan muy entregado y con un repertorio bien equilibrado. Desde temas de su último álbum Where Greater Men Have Fallen, incluyendo su tema homónimo, pasando por “As Rome Burns”, con todo el público coreando “sing, sing, sing to the slaves, sing to the slaves that Rome burns” y por supuesto, cerrando con la magistral “Empire Falls”. Como ya os adelantábamos, ir a ver a Primordial es una victoria segura.

Y justo cinco minutos después, Dee Snider demostró una vez más que solo necesita un micro y el respaldo del resto de Twisted Sister para poner a todo un festival a sus pies. La energía y vitalidad de Dee resultan contagiosas y a pesar de que puedes prever perfectamente que es lo que sonará a continuación, el apasionado cantante se las ingenia para encender la llama del público. Según nos informaron ellos mismos, se trataba de su último concierto en tierras francesas y la verdad es que no pudieron tener una mejor despedida. Los ingleses compartieron época con Motörhead y para honrar la memoria de Lemmy la banda invitó a Phil, guitarrista y compañero de Lemmy para tocar “Born to Raise Hell” cover de Motörhead. Dee y los suyos se despidieron del público francés por todo lo alto. Para siempre quedaran “We’re Not Gonna Take It”, “I Wanna Rock” y “I Believe in Rock ‘n’ Roll”.

Tras el emotivo momento que protagonizaron Twisted Sister con Phil, llegó la hora de los fuegos artificiales del Hellfest, que este año fueron en honor al gran Lemmy, de quien la organización nos preparó un documental homenaje que incluía las tres últimas canciones que tocaron Motörhead en la pasada edición del Hellfest. Fue como revivir ese show, justo en el mismo escenario, pero sin ellos.

Hace un año, Korn actuó en el Hellfest y entrando en lo personal de quien redacta estas líneas era la primera vez que les veía y eso de que hacen conciertazos me lo comí con patatas. Según parece todo depende del estado del señor Jonathan Davis. Y en la pasada edición me tocó quedarme con las expectativas muy altas, así que tocaba resarcirse. Con unas nulas expectativas (de la experiencia dicen que se aprende), vimos cómo Korn cerraban el Mainstage por todo lo alto, hoy si hicieron algo digno de mención. Davis and cia estuvieron bastante inspirados haciendo unu gran repaso a sus éxitos: la potente “ Somebody Someone” del Issues, del que también escuchamos la especial y melancólica  4U ya en los bises y “Falling Away from Me” , “Did My Time” del Take a Look In the Mirror,  “Got The Life” del Follow The Leader o la clásica “Freak on a Leash” y “Shoots and Ladders” momento en el que la gaita hizo acto de presencia llevada por un Davis especialmente contento, tema que empalmaron con “One” su cover de Metallica. Esta vez los pioneros del nu metal no decepcionaron e hicieron un excelente show que se nos hizo especialmente corto.

La jornada terminó con los estadounidenses en el Mainstage, Dark Funeral en el Temple y Gutterdämmeorung en la WarZone, el parón previo para los fuegos artificiales y homenaje al gran Lemmy sirvió para que los tres últimos del día calcaran los horarios. Así pues con toda la marabunta saliendo del Hellfest tras un día intenso y una noche con sabor nostálgico, quien más quien menos perjudicados nuestras fuerzas empezaban a abandonarnos y por segunda noche decidimos que la fiesta que tenían montada en la Metalcorner no era para nosotros. Así pues, directos a la tienda viendo y escuchando la peor parte del festival: los especímenes etílicos del camping.

Crónica y fotos: Xell e Ireth