¿Qué tienen en común Destruction, Mutant Squad, Black Label Society y Venom? Pues que fueron cuatro de las bandas de las que disfrutamos en la segunda jornada del Vagos Open Air, cuyo relato os dejamos a continuación.

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Después de un primer día bastante completo y cansado tras el viaje, los conciertos, y para qué os vamos a engañar, una ligera sobrecarga de bebidas espirituosas, comenzábamos el segundo día con unas expectativas igual de altas que el anterior.

Tras levantarnos e ir a desayunar, rodeados por el buen ambiente y mejor clima que se vivía en la pequeña localidad portuguesa, nos desplazamos a una playa cercana para relajarnos un poco y tomar algo antes de la comida. Las playas de la zona son un espectáculo, y si encima te encuentras con el mar bravo como en esta ocasión, pues aún más. Con un imponente océano Atlántico rugiendo ante nosotros y descartada la idea de darnos un baño, ante la posibilidad de acabar en las Azores, elegimos un chiringuito para ir abriendo boca con unos vermuts y como siempre, nada que ver con España. Pese al buen día que hacía, en el bar, al pie de la arena, se estaba más que a gusto. Ni un atisbo de aglomeraciones, ni de precios escandalosos por ser primera línea, ni nada de eso a lo que estamos acostumbrados en nuestro país.

Pese el rato casi familiar que estábamos pasando allí, decidimos movernos y nos dirigimos a comer a un local amigo, de cuando el festival tenía lugar en su antiguo emplazamiento, a Lagoa de Calvao (la laguna de Calvao), hace ya algunos años. Habíamos quedado para compartir mesa con los Mutant Squad, de los cuales su batería Caki es un asiduo al festival, y allí nos encontramos para degustar un guiso de bacalao, acompañado de todo lo que os podáis imaginar, que estaba de muerte. Una delicia que casi consigue que los gallegos llegasen tarde a su prueba de sonido antes del concierto de esa misma tarde. Por lo menos iban bien alimentados.

Tras acompañar la comida de una buena sobremesa y un pequeño reposo al llegar de vuelta al camping, nos pusimos el traje de batalla y nos preparamos para lo que realmente habíamos ido a buscar, Heavy Metal.

 

Corrían las cinco de la tarde en Vagos y la responsabilidad de abrir el festival ese día, al igual que el anterior, no podía ser más que para una banda portuguesa. Y esa responsabilidad cayó en las manos de los W.A.K.O. (We Are Killing Ourselves), quienes salieron de forma arrolladora, con un público entregadísimo y arropados por su legión de fans que se habían desplazado al lugar para acompañar a una de las bandas de más talento de Portugal. Con una mezcla entre Death, Thrash y Core abrieron con dos temas de un disco anterior, el Deconstructive Essence, como son "Abyss" y "Eternal Spiral", para seguir el resto del show con su último trabajo The Road Of Awarenes y temas como "Ship of Fools" o con la que pusieron el cierre a su actuación "The Shadows Collapse Within". Los brutales riffs se iban sucediendo, al igual que los diferentes circles, mosh e incluso el primer Wall of Death de la tarde, al compás de la feroz batería y el potente bajo que acompañan a la imponente voz de su vocalista Nuno. Definitivamente la media hora de la que disfrutamos de ellos se quedó muy escasa para todos los presentes, pero tener en cuenta lo que quedaba por delante hizo que nos conformáramos con el gran recuerdo de aquel concierto.

 

Los siguientes en saltar a las tablas lusas fueron Mutant Squad,y vaya que si saltaron. El power-trío gallego llegó, tocó y venció, metiéndose completamente en el bolsillo al ya animado público portugués y a los pocos llegados desde España. Con una actuación algo más corta de lo que nos tienen acostumbrados, les sobró tiempo para revolucionar con su Thrash Metal a la multitud presente. El conjunto de los temas más conocidos de la banda, como "Overdose", "Remember", "The Third Eye", "Rage of the Ohms" y "Mutants Will Rise", bastó para clavar una actuación de diez en tierras del país vecino. No fuimos pocos los que nos volvimos locos durante su actuación entre tanto crowd surfing y circle pit en un concierto tras el que los propios mutantes se encargaban de agradecer en redes sociales “What a fucking concert Vagos!! You are AWESOME! Thanks to all of you!! This is unforgetable!!”. Esperamos que esta banda siga creciendo ahora que sabemos que están cerca de sacar nuevo material, el cual estamos ansiosos de que llegue.

 

Iba pasando la tarde e iban pasando los grupos por el único escenario del festival. Las bandas estaban en racha y era la hora de continuar con más caña y más Thrash Metal del más alto nivel. Llegaba la hora de una banda legendaria dentro del género. Una de las cuatro patas sobre las que se sustenta el Big Teutonic Four, Destruction, que tras más de treinta años de carrera siguen subiéndose a los escenarios con la misma energía que el primer día, pese a las distintas formaciones de la banda. Los alemanes continuaron con el ritmo que llevaba la tarde y ofrecieron todo un recital de clásicos para que los de las primeras filas se rompieran los cuernos entre el polvo que ya se empezaba a levantar tras los conciertos anteriores. Abrieron con "Curse of The Gods" para hacer un repaso por gran parte de su amplia discografía con temas como "Thrash Till Death", "Armageddonizer", "Eternal Ban", o "Carnivore". Incluso "The Damned", una cover de Plasmatics, ofrecieron a su público hasta que pusieron punto y final a su actuación con "The Butcher Strikes Back". Auténtica potencia era lo que salía de las torres de sonido y una fuerza bestial fue lo que trasmitió la banda que hizo honor a su puesto como una de las grandes bandas del género de todos los tiempos.

 

Aún alumbraba el sol cuando los suizos Triptykon se dejaron ver por el escenario para que pudiéramos comprobar cómo su vocalista Tom G. Warrior salía pintado, como es habitual en él, recordando al gran Alice Cooper, y cómo Vanja, bajista de la banda sigue siendo una más de esas grandes damas del metal mundial.

El concierto consistió en un repaso por la historia de la banda, incluyendo bastantes temas de Celtic Frost en el repertorio, comenzando con "Procreation (Of the Wicked)", "Circle of the Tyrants" o "The Usurper", para acabar su concierto con "Winter". También sonó algún tema de la banda anterior a Celtic Frost, Hellhammer, como "Messiah". Propiamente de Triptycon sonaron canciones como "Goetia", "Tree of Suffocating Souls", "Altar of Deceit" o "The Prolonging" incluidas en sus dos álbumes hasta la fecha Eparistera Daimones y Melana Chasmata.

El cambio del Thrash metal que llevábamos escuchando toda la tarde a algo más tranquilo como el Black con toques Gothic y Doom de Triptykon, descolocó a muchos de los presentes. La actitud oscura de la banda, en algunos casos demasiado sosos, hizo que el torrente de adrenalina que esa tarde estaba fluyendo en el festival se frenase y que parte del público enfocara sus mentes en otros menesteres, como el ir cogiendo buen sitio para la siguiente banda. No fue un mal concierto de los suizos, ni mucho menos, pero el estilo, en nuestra opinión no estuvo demasiado acertado al planificar los horarios.

 

Lo que para muchos iba a ser el plato fuerte de la noche estaba por comenzar. Había llegado la hora para el cabeza de cartel del festival, la banda del mítico guitarrista Zakk Wylde Black Label Society. Después de haber estado presentes en la última edición del Resurrection Fest, dónde también coincidimos con esta gran banda que nos dejó un agridulce sabor de boca, en esta ocasión y tras el poco tiempo transcurrido entre las dos fechas, no teníamos las expectativas tan altas tras haberlos visto previamente. ¿Y qué pasa cuando no se tienen las expectativas muy altas? Pues que normalmente te llevas una sorpresa.
Y eso mismo fue lo que vivimos nosotros en esta edición de Vagos Open Air. Un concierto perfecto en todos los sentidos. Una banda muy en forma con una actitud fantástica; un setlist genial repasando tanto el nuevo trabajo Catacombs of the Black Vatican, como los temas más clásicos de la banda; un público entregado, un clima idóneo, en fin, lo que viene a ser un concierto perfecto. Así sonaron temas clásicos como "Whole Lotta Sabbath", "Angel of Mercy", "Concrete Jungle", "Bleed for Me", el solo de diez minutos y claro, no podían faltar, el tributo a su gran amigo Dimebag Darrell con "In This River", el recuerdo al cumpleaños del otro guitarra Darío Lorina, el cual incluyó a todo el público cantando, o la mítica "Stillborn" con la que el recital llegó a su fin. Sin duda, después de esta ocasión, ya podemos admitir haber visto a Black Label Society en su máximo nivel y admitir el por qué está su nombre donde está.

Los ánimos para esa noche ya estaban por las nubes tras haber contemplado la calidad de cada una de las bandas que esa tarde habían pasado por el escenario luso. Y era el momento para algo más. Era el momento para Venom. Otra de las bandas a las que el público tenía más ganas de ver, y eso se hizo notar cuando al terminar Black Label Society las colas en las barras y en los puestos de comida eran casi nulas ya que la gente no se movía de su sitio.

Al cumplirse la media noche apareció el trío británico en el escenario. La banda pionera del Black Metal y del Metal Extremo, que lleva desde los ochenta dando guerra, salió al cielo abierto portugués con ganas de caña. Abrieron con "Rise", el tema que cierra su último trabajo From The Very Depths, del que también sonaron "Long Haired Punks" y "Grinding Teeth". Pero en definitiva, se dieron un repaso por toda su discografía con temas más que clásicos como "Bloodlust", "Black Metal" o "Countess Bathory", para cerrar con una "Witching Hour" y cerrarle la boca a los más críticos que se atrevían a decir que últimamente estaban faltos de actitud y de vitalidad en sus shows.

Gran show para ir cerrando la noche que aún nos deparaba alguna sorpresa más con la banda local invitada, Filii Nigrantium Infernalium quienes pusieron la guinda a un día memorable que ya tocaba a su fin.

Al acabar, nosotros como siempre, reservamos las pocas fuerzas que nos quedaban para disfrutar del último día, y nos retiramos, no sin pasar a tomar algo con los muchos amigos que por allí teníamos, preparados para darlo todo en el poco tiempo que nos quedaba de festival.

Crónica: Pif
Fotos: Inma