Cerramos esta noche nuestro relato del Leyendas del Rock con la crónica del cuarto y último día de festival. De nuevo Iribarren y Sorgintxo ponen texto y nuestra redactora y Sergio Blanco añaden las imágenes en una jornada con Epica, Satyricon, Los Suaves, Sodom, [In Mute], Van Canto...

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Se acercaba el final de la décima edición y después de 3 días dándolo todo, llegaba el sábado con el último cartucho para quemar. Para nosotros uno de los días más esperados desde hacía meses, por fin íbamos a ver en acción a uno de nuestro grupos preferidos y que nunca habíamos tenido oportunidad de ver. Los noruegos Satyricon, se presentaban en Villena como única cita en nuestro país y no nos los podíamos perder. Con este objetivo había que dosificar las últimas fuerzas de las que disponíamos así que retrasamos nuestra presencia en el polideportivo de Villena.

 

Ya comentamos el jueves que una de las confirmaciones estrella del festival era el “splitband” formado por Destruction, Tankard, Sodom y Kreator. Si el jueves había sido el turno de Destruction y habían dejado claro cuál era su intención, imaginad la expectación que había el sábado a primera hora en el campo de fútbol villenense. Tankard azotaron las tablas desde primera hora, lidiando con la tormenta y la cerveza a partes iguales, fue el momento, del ya famoso, tornado de Villena. A media tarde después de los holandeses Epica, les llegaba el turno a Sodom. Con una corte innumerable de seguidores ocupando los mejores sitios bastantes minutos antes del comienzo de su descarga, los alemanes salieron con las intenciones claras desde el principio haciendo sonar “Agent orange” y “Outbreak of Evil” para estrenar sus minutos sobre el escenario. Sin apenas pausas para cuando sonaba “Nuclear Winter” ya se habían organizado un par de pogos o tres. Una de las cosas que más nos llamó la atención en ese concierto (no se si se trataba de algo puntual o se repetía con cada banda) era que habilitaron el foso para que los niños que habían acudido al festival pudiesen ver lo que sucedía desde una posición inmejorable y sobretodo segura (otro acierto por parte de la organización).



Para acabar con el split band y ya de noche atacaba el campo de fútbol Kreator, otro grupo que muchos se perdieron en favor de la apuesta original de la organización, ya que Van Canto nos presentaba su frescura a capella en el frontón. Como todos sus compañeros del “splitband” hicieran anteriormente Kreator salían al escenario con una actitud que lo dijo todo desde el primer tema que rasgaron de sus instrumentos. En esta ocasión fue “Enemy of god” la elegida para empezar con el asalto, cosa que motivo desde el primer minuto una vez mas pogos y empujones por doquier (seguimos sin entender esta forma de disfrutar la música, sobre todo después de ver algún vídeo en el que se aprecia gente que va a pegar descaradamente, pero allá cada cual... que nosotros no hemos venido aquí a juzgar). Un concierto, con un setlist en el que hubo sitio para pocas sorpresas y en el que no faltaron los efectos ya que por ejemplo con su tema “Phobia” lanzaban columnas de humo cada vez que llegaba el estribillo. Incluso tuvieron tiempo para dejar un poco de lado la pesadez habitual y centrarse en las melodías con “Phantom Antichrist”. Después de “Civilization Colapse” una brevísima pausa y volvieron a tomar el escenario para acometer tres temas más siendo “Pleasure to Kill” el que pusiese el broche de oro definitivo al thrash metal alemán en esta edición.

 

Los madrileños Bethoveen R estaban llamados en el frontón al caer la tarde , sin embargo un imprevisto con el vuelo de los troles nórdicos, Finntroll, hizo que hubiera que improvisar, así cuando todavía estaban como a 100 kilómetros de Villena a punto de sentarse a comer, y según lo que nos contaba Javi en “petit comité” después del concierto, recibieron la llamada de Marcos a ver si les importaba intercambiar su lugar con los finlandeses, por lo que finalmente tocaron a las 17:00 de la tarde en el escenario Jesús de la Rosa. Una vez más tuvimos que desdoblarnos pues no queríamos perder la oportunidad de ver a los valencianos [In Mute] a los cuales tuvimos la enorme suerte de verles ganar la final de la Metal Battle de Wacken en el 25 aniversario del festival, y también a Bethoveen R., uno de esos grupos patrios que siguen sonando apetecibles a pesar de los años en escena. Por tanto después de disfrutar de más o menos cuarenta minutos de la banda comandada por la pelirroja Estefanía García y que están saboreando uno de sus mejores momentos y se nota puesto que se apoderan del escenario allá donde vayan. Llegamos hasta el escenario Jesús de la Rosa donde a los madrileños les restaban todavía unos 20 minutos, durante los cuales se pudieron oír clásicos de la banda como por ejemplo “Soy el Guardián de tu Piel” con la que cerraban el concierto dando paso a Epica y que por cierto hizo enloquecer al público. Volviendo al quinteto levantino no puedo más que felicitarles y es que es impresionante como han mejorado su directo en este año que ha transcurrido desde aquel día en el que les vimos por primera vez en tierras alemanas. Completamente compenetrados y a pesar de que el sonido en sus dos primeros temas no les hizo justicia fue uno de los conciertos más potentes de los que vimos el sábado. Al más puro estilo Arch Enemy nos hicieron disfrutar con un setlist estudiado como cada detalle de su puesta en escena y en el que no faltó su hit “One in a Million”.

 

De nuevo tocaba una ración de metal sinfónico, esta vez de manos de los holandeses Epica, y sabíamos, después de haberles visto el año pasado en Barcelona, que no queríamos perdérmelos. Y es que la banda liderada por la siempre impresionante Simone Simons posee uno de los directos mejor trabajados del género. En todo momento nos hicieron partícipes del feeling que tienen entre todos los componentes de la banda, se miraban, interactuaban, subían, bajaban, hablaban… sin duda esto es un punto a favor ya que tener delante una banda con una complicidad tal, hace que entres mucho más rápido en el juego que te ofrecen.
Una vez más y ya hemos perdido la cuenta de las veces que he comentado esto, el sonido no fue bueno, si bien algo había mejorado con respecto a días anteriores. Un inconveniente que los holandeses supieron sortear a base de actitud y buen hacer. Fue hacia la mitad del concierto, cuando sonaba su tema “Chemical Insomnia”, que el sonido mejoró de manera abismal. Mención especial merece Coe, teclista de la banda, ya que tan pronto estaba en su plataforma habitual, a los pies de su teclado fijo, como cogía uno curvado que sujetaba a su cuerpo mediante un arnés y aparecía en primera línea junto con sus compañeros Mark, Rob o la propia Simone. También ella adelantaba o retrasaba su posición cediendo protagonismo al resto de sus compañeros.
Al final y tras una hora de concierto en el que el setlist se centró sobre todo en su último lanzamiento en detrimento de clásicos de la banda, el público se fue con un mejor que buen sabor de boca y la sensación de haber visto un gran espectáculo a pesar de los obstáculos.

 

Por si nos habíamos quedado con ganas de más, tan solo veinte minutos después de terminar la actuación de Epica, comenzaban en el frontón los alemanes Xandria la suya. Las comparaciones son odiosas pero hemos de reconocer que después de ver a Simons y los suyos, los germanos nos dejaron a medias, con una puesta en escena simple, sin la mitad de actitud de la que habían hecho gala minutos antes los holandeses. Y eso que tenían los ingredientes para haber obsequiado al numeroso público que nos dimos cita en el frontón, con un show de los que dejan huella, empezando por a calidad de Diane como vocalista, que es impresionante, llegando a un registro que pocas vocalistas metaleras pueden; siguiendo con que tuvieron un sonido compacto y con buen volumen, cosa de la que no muchos grupos pueden hacer gala este año. Quizá fue por el setlist elegido pero no consiguieron engancharnos.

 

Como no podía ser de otra forma el sábado también hubo hueco para las bandas escandinavas, como aperitivo, Finntroll nos presentaban su apuesta de fusionar los sonidos folk con la pesadez y oscuridad del black metal. Pero el problema con el vuelo no se limitó al cambio de hora, sino que también tuvieron que cambiar de escenario situando finalmente el concierto en el tercer escenario, con un aforo bastante menor que los escenarios principales. Razón por la cual la organización anunció durante toda la tarde que limitaría el acceso al recinto del frontón para evitar problemas de avalanchas o parecidos ante la expectación que había por ver a los trolls finlandeses. Aun así lleno hasta la bandera de hecho creo que no vimos el tercer escenario tan lleno de gente en ninguno de los tres días de festival. Veníamos de tener una experiencia poco religiosa con ellos, allá por comienzos de año cuando recalaron en varias ciudades de nuestra geografía, a nosotros nos tocó verlos en Bilbao y nos dejaron un poco fría, pero decidimos darles otra oportunidad. Hemos de decir que no nos equivocamos. La puesta en escena habitual y divertida hizo que esta vez si nos enganchasemos a lo que Vreth y sus trolls de orejas puntiagudas y caras pintadas nos ponían a nuestro alcance. El setlist tuvo poca sorpresa respecto al concierto vivido en Bilbao meses antes, lo cual no fue un impedimento para que nada más reconocer los primeros acordes de “Trollhammaren”, una de nuestras canciones favoritas de los de Helsinki empaquetásemos la cámara de fotos en buenas manos (gracias David) y participasemos en el pogo que se generó. No fue el único y un par de canciones más tarde y siguiendo las indicaciones de Mathias, se montó un wall of death. Una FIESTA en mayúsculas la que se vivió en el frontón de Villena al caer la tarde.

 

Cuando conocimos la confirmación de los alemanes Van Canto no pudimos más que alegrarnos, consideramos que es una apuesta arriesgada y que no a todo el mundo le gusta su oferta. Pero también sabemos que no defraudan en directo y a pesar de que sabíamos de sobra que la cita en Villena no contaría con invitados especiales era uno de los conciertos que no queríamos perdernos. Así gracias a esta fresca apuesta tuvimos oportunidad de escuchar a capella covers de temazos de la talla del “Wishmaster” de Nightwish o el “Master of Puppets” de Metallica ,pero el que se llevó la palma fue el “Fear of the Dark” de Iron Maiden. No sé si por que era su primera vez en nuestro país o cual fue la razón que limitaron el setlist a covers y no canciones propiasa nosotros desde luego no nos hubiese importado escuchar por ejemplo el tema “Badaboom”, incluido en su último trabajo.

Los escoceses Alestorm eran los encargados de mantener el nivel en el frontón de Villena,y así lo hicieron con su metal de temática pirata. El power metal suele ser un género bastante denostado, sobre todo cuando algunos grupos se toman demasiado en serio las temáticas fantásticas, pero con Alestorm queda claro que lo que prima es el cachondeo, que junto a grandes canciones ponen al servicio de la fiesta. Esto queda claro desde que comienzan con “Walk the Plank”, canción que invita a gritar su estribillo con los puños en alto y moverse sin parar, algo que sería una constante a lo largo de todo el concierto. Van adornando sus canciones con toques folk, como en la pegadiza intro de “The Sunk'n Norwegian” o con pasajes más contundentes como los de “Magnetic North”, lo cual hace que el interés del público no decaiga. Después de “That Famous Ol'Spiced' llega el momento de pasar los brazos por los hombros de los colegas, levantar la jarra y moverse a un lado y a otro sintiéndose en una taberna de la mítica isla tortuga con “Nancy the Ravern Wench”. Y después de la calma llega la tormenta con “Keelhauled”, otra de esas canciones que pone al público a bailar desde el primer segundo. De esta manera enfilaban un final de concierto que incluiría “Drink”, “1741 (The battle of Cartagena)” y una celebrada “Captains Morgan Revenge”, que cerraba el concierto y a su vez una serie de grandes actuaciones que pudimos disfrutar una detrás de otra en el escenario pequeño del festival, pero que estuvo rebosante de calidad.

 

¿Qué decir de los dinosaurios gallegos? Si esperáis leer algo positivo del concierto de Los Suaves… lo siento pero no podemos, creemos que su tiempo pasó ya y sobran en cualquier cartel. Desde luego para nosotros no es un reclamo. A pesar de que excepto Yosi, el resto de componentes estuvo más o menos a la altura,y que en el setlist elegido había canciones inmortales, también opinamos que es una falta de respeto primero hacia sus fans y después hacia los que no nos incluimos en ese colectivo que sigan dando conciertos tan mediocres. Y eso que esta vez el señor Yosi, que una vez más apareció borracho como una cuba como era de esperar,consiguió no mearse en los pantalones (mil disculpas a los que siguen disfrutando de tremendo espectáculo). Lo que más nos llegó al alma que siendo como era la única banda de todo el festival que contaba con dos horas de concierto, se llegaran a retirar del escenario 3 veces, algo nunca visto en los tres días que llevábamos de festival. Si ya no pueden aguantar dos horas encima de un escenario, que no las acepten.
Solo pedimos que no sean como Scorpions y realmente esta sea su gira de despedida.

 

Con las fuerzas mermadas por el cansancio teníamos claro que Satyricon era nuestro último cartucho y lo disfrutamos a conciencia. La sensación post concierto era muy parecía a la que te deja un buen orgasmo. Y es que la descarga que los noruegos dieron sobre el escenario Jesus de la Rosa fue IMPRESIONANTE, sin duda el concierto del día (y uno de los mejores de todo el festival) pero con creces. El sonido estuvo esta vez a la altura de lo que acontecía, menos mal.
El show empezaba con algún minuto de antelación y es que Odin escuchó nuestras plegarias y definitivamente Los Ssuaves no agotaron sus 120 minutos de actuación y se retiraron del escenario como un cuarto de hora antes. Ante un telón de fondo que emulaba una bandada de cuervos sobrevolando la noche fueron apareciendo cada uno de los integrantes de la banda que arropa al dueto de Oslo, Satyr y Frost, en directo. En esta ocasión repasaron su último trabajo que es un directo grabado en Oslo junto a 55 integrantes del Coro Nacional de Ópera y que a su vez engloba temas de toda su carrera musical. “Now Diabolical”, “The Pentagram Burns” “K.i.n.g.” o la indispensable “Mother North” fueron alguno de los temas que pudimos escuchar en Villena la madrugada del 8 de agosto.


Sin lugar a dudas el mejor broche final (a pesar de que todavía restaba la actuación de Obús, Lujuria y Vhaldemar) a un festival que a pesar de que ha tenido una sombra muy alargada en forma de mal sonido sigue siendo uno de nuestros preferidos en territorio patrio.

 

¡Nos vemos el año que viene!

 

Crónica: Sorgintxo e Iribarren
Fotos: Sorgintxo & Sergio Blanco