Noche marcada en rojo en nuestros calendarios la del pasado 19 de octubre. En la sala Shôko Celtian presentaba su "Secretos de Amor y Muerte" al fin en Madrid. Una noche muy esperada por sus seguidores y que os hoy relatamos en esta crónica.
¿A qué esperáis para leerla?
El pasado 19 de octubre todos los seguidores del folk metal y del metal nacional teníamos una cita imperdible en la madrileña sala Shôko: Celtian presentaba su último trabajo, "Secretos de Amor y Muerte", en una velada que prometía ser para el recuerdo.
Tras un ligero retraso en la apertura de puertas, alrededor de las ocho de la tarde empezó a sonar la intro "La lira encantada", mientras los miembros de la banda iban subiendo al escenario. David Landeroin (batería), Sergio Culebras (guitarras), Raúl Plaza (bajo), Txus Borao (violín y buzuki), Diego Palacio (vientos) y Xana Lavey (voz) fueron tomando posiciones y una vez listos dieron el pistoletazo de salida con "La profecía". Pese a la euforia causada entre el público, aquí se notó que el sonido, como suele pasar en esta sala, no iba a ser el mejor. Esto se notó especialmente en la siguiente "Sueños de cristal", aunque ni siquiera estos problemas de sonido consiguieron minar el ánimo del público, que no dejó de saltar y cantar en ningún momento.
El primer vistazo atrás de la velada vino con "El solsticio de Driade". Tras ello, Xana puso al público a corear la melodía de "Hasta el final" antes de interpretar la épica canción. Después de esto interpretaron tres temas de su anterior "Sendas de leyenda": "Lágrimas de cera", la potente "Nueva era" (en la que más de uno nos dejamos las cervicales) y la propia "Sendas de leyenda". Antes de tocar "Tu hechizo", Xana empezó a cantar a capella el estribillo para comprobar si nos lo sabíamos, tras la atronadora respuesta del público, no creo que se quedase con la duda. Tras esto buena parte de la banda abandonó el escenario, quedándose solo Txus (que cambió el violín por el buzuki) y Xana. Juntos interpretaron la preciosa "Oh, Catarina", y tras ella el resto de los músicos volvieron a sus puestos para interpretar "The morning star" y "The hills of Clogher", de su debut instrumental.
Xana aprovechó este momento para darse un descanso y cambiarse de outfit antes de volver a escena para la potente "Maleficio de sangre", que quedó espectacular. Tras ella Sergio presentó a la banda y tocaron la preciosa "Adalina". Por algún motivo, antes de que la banda iniciase "Niahm" una parte del público (servidor incluido) empezó a corear el estribillo de la conocida "Rosas" de La Oreja de van Gogh, a lo que Txus respondió diciendo que para su próximo sold out en Madrid prepararían una versión del conocido grupo (más les vale).
Acto seguido Sergio se quedó solo en el escenario y nos dejó a todos boquiabiertos con un fantástico solo que sirvió de introducción para "Caricia mordaz", otro de los mejores temas de su último disco. A continuación, llegó la instrumental "Molly Bawn", en la que Diego se lució especialmente y que de nuevo Xana aprovechó para un cambio de vestimenta (¡que mona va esta chica siempre!). Estando todos de nuevo en el escenario arrancaron "Renacer", en la que destacó sobre todo el espectacular solo de guitarra que originalmente grabó Jorge Salán, para el que Sergio pidió un aplauso al acabar.
Y hablando de colaboradores, llegó el momento que todos estábamos esperando: el grandísimo Isra Ramos hizo acto de presencia para cantar "Al otro lado del camino", que acabó siendo uno de los momentos álgidos de la noche. Continuaron con "Tras el letargo", y tras ella Diego nos anunció que habían colgado el sold out y nos soltó un bombazo informativo: Su próximo concierto en la capital será el fin de gira, y quedará inmortalizado en un DVD. Mientras nos contaba esto, la banda preparó dos sillas en el escenario que ocuparon Sergio y Xana para el que, en mi opinión, fue el mejor momento de la noche. Xana nos recordó que antes de entrar a Celtian se había hecho conocida subiendo covers a Youtube, y acto seguido nos regalaron una versión de la popular "Madre Anoche en las Trincheras", que acabó siendo el momento más emotivo de la noche.
Tras una merecida ovación, y la vuelta del resto de la banda, nos anunciaron que el concierto estaba llegando a su fin. Esta recta final consistió en "El hijo del ayer", que puso a la sala entera a saltar, "Serena", en la que una porción de la sala (de nuevo, servidor incluido) se sentó a remar durante toda su duración, y la final "En tierra de hadas" que provocó la euforia colectiva, además de algún pogo.
Con este espectacular concierto, Celtian no hacen más que reafirmarse como uno de los grupos más a tener en cuenta del panorama nacional. Por si acaso su excepcional crecimiento a lo largo de los últimos años y la legión de fans que han ganado por el camino no fueran suficiente prueba, lo vivido en la sala Shôko no deja atisbo de duda: si hay una banda emergente destinada a llegar a lo más alto, su nombre es Celtian.
Crónica: Carlos San Román
Fotos: Lucía Barcenilla