El pasado sábado 18 de noviembre la triunfal gira de Marea llegaba al Wizink Center de Madrid, con Bocanada como grupo invitado. Una noche muy especial que no quisimos perdernos y que hoy nonamed nos relata.

¡No os perdáis esta crónica!


Una de las espinitas que tenía clavadas cuando entré en esta web hace años, era cubrir un concierto en el mal llamado Wizink Center (a partir de ahora Palacio de los Deportes). Y si encima era con Marea, uno de esos grupos que marcan tu tardía adolescencia (pero adolescencia), con más razón.

El pasado sábado 18 de noviembre, los navarros se presentaban en el templo madrileño donde algún que otro partido de baloncesto he podido presenciar para presentarnos lo que ha sido su último trabajo de estudio "Los Potros del Tiempo" en su ya casi finalizada gira. Siendo su segunda fecha en Madrid en un año. ¿Después? Como ellos mismos decían, nadie lo sabe.

A las 19:00 abrían puertas y aunque yo no estaba tan temprano, a la postre, sí sería de los primeros, ya que a las 19:40 me sentaba en el asiento que me habían reservado en grada, con visibilidad más bien reducida. Seamos claros (y concisos) diciendo que un concierto de rock no se puede ver sentado. Aunque, como veréis, después lo agradecería.

El Palacio de los Deportes se iba llenando de esos fans con ganas de rock and roll y fiesta, cuando un poco antes de las 20:00 comenzaba el grupo telonero: Bocanada.

La banda liderada por Martín Romero, hace tiempo que dejó de ser el grupo del hermano de… para conseguir una identidad propia y así lo demuestran desde el minuto 0. Después de las luces que simulaban latidos del corazón sonaba "Para Siempre", de su último disco "Ahora que los Leones Duermen" y Martín salía como una apisonadora. Desde el malogrado Mart (afortunados los que disfrutan de ti allá arriba) no había visto a nadie dominar el escenario de esa manera. Martín es puro nervio, con la actitud pura del rock and roll en las venas.

Bocanada es una veterana banda formada hace dieciocho años con cinco discos a las espaldas, y repasaron toda esa discografía. "Tu Nombre se Escribe con Sangre", "Más Animal", "Que Me Arranquen el Pellejo", la propia "Bocanada" o "Mala Hierba" donde Martín bajaba del escenario para disfrutar brincando con su público. Ese al que prometió que antes de que terminaran el concierto estarían coreando "Bocanada". Y ya te digo que lo consiguió, porque el público, cuando tiene delante a alguien que se deja el alma en cada palabra, responde y corresponde rindiéndose a sus pies. Incluso con pancartas, que yo no pude leer, ante la visibilidad reducida del escenario desde mi posición, y la falta de imagen en las pantallas. A mí me da que esta gira con Marea les va a servir para dar el estirón final como banda y ser reconocidos como merecen.

A los cinco se les notaba emocionados y agradecidos, ya que, igual que pasó conmigo (salvando las distancias), para ellos también era algo grande tocar por primera vez en un sitio como el Palacio. Pero Martín llena tanto el escenario, que muchas veces, sus compañeros pasan desapercibidos. Y es que no voy a desmerecer el trabajo de sus compañeros con Juanito y Abel a las guitarras, Rupi al bajo y Pepo a la batería.

El concierto terminaba, unos cuarenta y cinco minutos después del comienzo, con "Campo a Través", no sin antes, tener unas sinceras palabras de agradecimiento a su manager Zido Armendáriz. Enhorabuena, chicos.

A las 21:00, como un reloj, y precedidos del último vídeo de Robe en pantallas, aparecía Marea en el escenario bajo una fuerte ovación de sus fans. En pista no cabía un alfiler, no obstante habían agotado entradas, y en las gradas, aunque quedaban sitios libres estratégicos, todo el mundo estaba de pie.

Los otros de Berriozar rompían con una intro flamenca y los versos de El Cabrero que da título a su último trabajo "Los Potros del Tiempo". Todos sabíamos que íbamos a escuchar poesía maestra, y así empezaba el show para dar paso a "Otra Cicatriz". En este momento, sí había pantallas donde nos mostraban las imágenes del concierto. En concreto, tenía yo una a unos cinco metros.

La maestría de Marea no necesita presentación, porque todos los que leemos estas líneas ya los hemos disfrutado. Pero si no lo has hecho, deberías. Kutxi Romero es uno de los máximos exponentes del rock en castellano del momento, tanto por sus letras, como por su actitud y, puede hacer mierda, que nosotros la vamos a saborear como si fuera miel. Que no, que su último disco no es mierda, pero ya adelanto que sí que es verdad que no es lo que fue. Y no lo digo yo, lo dice él mismo entre "Más me Duele a Mí" y "La Grillera" de este "Los Potros del Tiempo". Algo así como "si no te sabes las canciones nuevas no pasa nada, porque cantas las antiguas y entran igual" con esa ironía que tanto le caracteriza al navarro, para después sonar "Mierda y Cuchara". Y sin duda hubo un cambio de actitud descomunal del público cuando reconoció esas canciones clásicas. Por mi parte, admito que las canciones de su último disco me sacaban del concierto. Quizás porque no lo he mamado lo suficiente. O quizás porque son canciones que no me terminan de transmitir como lo hicieron antaño. Aunque esto ya me pasó en su momento con "El Azogue".

"El Temblor", "Manuela Canta Saetas". "Aquí venían dos canciones nuevas, pero como os la sopla, tocaremos un par viejas" para atronar con "En Las Encías", "Barniz" y "Corazón de Mimbre" donde salió Aarón Romero al escenario, vocalista de Linaje, de cuyas formas bebe mucho de su padre y así todo queda en casa. "Que se Joda el Viento", "Canaleros" y "Como el Viento de Poniente" para dar paso al lucimiento de otro grande.

El Piñas cogía el micro para cantar "Trasegando" y "Alfileres", en ese movimiento ya clásico de la banda de dejar a su bajista al mando durante un par de temas. Como dijo el propio Kutxi, El Piñas debería aparecer al lado de la definición de Rock and Roll en el diccionario de la RAE y es que es otro que lleva el rock en las venas con toda la actitud.

Y aquí uno de los momentos más emotivos de la noche. El homenaje a otro grande del rock patrio fallecido antes de tiempo. La banda se ponía solemne para homenajear a Boni en "El Trompo" tocada con la propia guitarra del ex Barricada a las manos del maestro Kolibrí, al que se le vio completamente emocionado durante la interpretación.

Tirando de ironía, Kutxi nos presentaba "Te Voy a Decir la Verdad" ya que le pidieron una canción que se entendiera, y cuando escribió esta le dijeron que es la que menos se entiende de todas. Voy a hacer un pequeño inciso en este punto, para decir algo a modo reproche. El rock es macarrismo. Pero también civismo. Y no vengo de moralista ni mucho menos, pero me molesta cuando ignoramos las normas, aun sabiendo que existen y que además, pueden molestar. Y a mí me molesta que la gente fume en un sitio que, no sólo está prohibido, sino que puedes molestar. Y si el músico fuma en el escenario, qué no va a pasar en la pista o en las gradas. Y más cuando, en especial, los compañeros fotógrafos y televisiones tenían normas estrictas de trabajo.

Dicho esto, continúo, igual que continuaron ellos con "Lo Habido" y con "La Rueca" un clásico del 2004. Y como estábamos de auténtica fiesta, nos sorprendían con la colaboración de Carlos Escobedo en "La Luna Me Sabe a Poco", pero a mí personalmente no me convenció.

Primer descanso para tomar fuerzas y alcanzar ese punto alcohólico justo para presentarnos a otro grande de la guitarra: Paco Ventura que nos deleitó en "Nuestra Fosa". Qué gozada ver a un músico de la talla de Paco sobre las tablas. Después "Esta Puta Soledad", "En Tu Agujero" y uno de mis temas favoritos "Como los Trileros" con Martín comiéndose el escenario de nuevo. El caso es que podría estar horas viendo la incansable energía que gasta. Segundo parón donde Kutxi presenta a la banda, con un bonito gesto hacia todo el equipo que hace posible esto. La verdad es que se nota mucho el cariño que les tiene. Mención especial a Paula, encargada de poner y quitar los micrófonos y que tuvo su momento propio de protagonismo.

Para la recta final "Jindama" con Luter a la voz y guitarra rítmica, "El Perro Verde" donde Kutxi se bajó a cantar toda la canción con su público y, como dijo él, comprobar que cantan peor que él. Porque según su abuelo él era el segundo peor cantante del mundo. El primero ya lo sabemos. Y terminaba como viene siendo habitual con su clásico "Marea" con Ibai Ganuza de Motxila 21, una banda con la que Kutxi colabora. Un final muy bonito, con los cinco componentes subidos en la zona de la batería para despedir un show de algo más de dos horas y media.

No he hablado del sonido, pero es que, el Palacio no es una sala de música. La batería sonaba bastante baja, en especial en Marea. Y tampoco de las luces, y esto sí es delito, porque el trabajo que se hizo de luces durante ambos conciertos fue descomunal. Es algo que está muy invisibilizado la mayoría de las veces, pero es tan importante como el de sonido.

Bienaventurados los que aguantaron desde las 19:00 de pie en pista. Al final, tengo que agradecer que, aunque fuera de visibilidad reducida, pudiera estar sentado en butaca.

Un concierto de rock con todas las letras lo que pudimos presenciar en El Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. Una fiesta de antología. Descubrir a Bocanada en directo fue un regalo, y confirmar que Marea sigue ahí para lo que necesites un alivio.

Dales una oportunidad y si no te convencen, dales otra.

Crónica y fotos: nonamed