El pasado sábado Whisky Caravan grabó su directo para DVD en la Joy Eslava de Madrid, una noche muy especial que no nos quisimos perder.

¡Aquí os dejamos la crónica!

 

Si alguno me sigue y me conoce, también seguirá y conocerá ese amor odio que tengo al grupo que hoy nos acontece. Whisky Caravan se presentaba en Madrid el sábado 18 de enero de 2020 para cerrar la gira de su tercer y exitoso trabajo titulado “La Guerra Contra el Resto”. Uno de los mejores discos de 2018. Además aprovecharon para grabarlo en uno de los escenarios más míticos de la capital; la sala Joy Eslava. Una sala que goza de una acústica envidiable, ya que es un teatro reconvertido en discoteca y sala de conciertos.

Volviendo al concierto en sí, a las 21:00 puntuales la banda comenzaba con “Vidas de un Solo Tren” y darían paso durante dos horas a un recorrido de esos tres discos en los que no faltó absolutamente ningún tema importante. “Agujas de un Reloj”, “No Estás Muerta” o “Aquí y Ahora”. Pero dónde realmente a mí me clavaban su punzón de sentimientos fue en las canciones de su último disco y donde, en mi opinión han conseguido un sonido mucho más propio de lo que tenían hasta entonces. El grupo es muy correcto en el escenario, siguiendo el guión a la perfección y a mí me falta en ellos el toque gamberro de cualquier concierto de rock que se tercie. Cinco músicos muy quietos en un escenario al que le faltaba el fuego para poder ser incendiado.

Las composiciones de la banda siempre han presumido de un gusto exquisito, siendo sus letras las grandes aliadas del grupo. Y es que, si no te sientes tocado por temas como “Aviones” o esa maravilla de los medios tiempos llamada “¿A Qué Tienes Miedo?” (y que llevo cantando todo el día), es que eres una roca.

El público estuvo fabuloso, con una variedad de edades bastante más patente de lo que esperaba. Coreaba las canciones con la exactitud al reconocerlas como esa parte de nuestra vida en la que se convierte el rock.

Llegados aquí alguno a lo mejor se pregunta sobre ese “amor odio” que he mencionado en el primer párrafo. Pero es fácil. No tengo ninguna duda de la evolución que ha tenido la banda, no sé si por casualidad o intencionadamente, con la entrada de Víctor Fraile que les aportó la frescura que necesitaban. Y, al menos para mí, van por la senda correcta.

Dos horas de rock, de diversión, de buen gusto y de calor musical. Uno de los calores más placenteros que podemos sentir en nuestras pieles. Enhorabuena. Que las novedades de Whisky Caravan no se hagan de rogar.

Dales una oportunidad, y si no te convencen dales otra.

Crónica y fotos: nonamed