El pasado viernes la primera gira de Valira hacía parada en la sala Sir Laurens de Oviedo y nosotros no quisimos faltar. Hasta allí enviamos a FelipeSM, quien hoy nos transporta a la velada con sus palabras y fotos.

¡No os perdáis esta crónica!

 

Una separación musical, un parón indefinido… da igual el nombre o los múltiples motivos, la sensación de vacío tras el punto y final (o seguido) de un grupo siempre es el mismo. Cuando La Raíz anunció su parón tras su gira de 2018, el vacío fue grande, pero con el tiempo sus músicos han querido ir llenándolo con sus proyectos personales. Nativa, Fukushima, Ciudad Jara y Valira son algunos de los proyectos que han surgido de las cenizas de los de Gandía.
Personalmente, desde su primer single, el grupo que más llamó mi atención fue Valira. Quizás por ser algo totalmente distinto a lo previo, quizás por su mezcla de estilos, o tal vez fuera el color de la voz de Juan Zanza. Sea lo que fuera, su “Ecos de Aventura” no ha abandonado mi reproductor desde que se cruzó en mi camino.

Precisamente con la idea de presentar “Ecos de Aventura” llegaba Valira a Oviedo, rompiendo el silencio de Sir Laurens pasadas las diez y media de la noche con una breve intro y los primeros acordes de “Exiliada”. El recibimiento fue muy bueno, aunque el público no era tan numeroso (a esa misma hora jugaba el Real Oviedo) como se podría esperar, éste respondió con mucha energía. Un público muy joven, deseoso de pasarlo bien y de formar parte de este nuevo capítulo en la historia de Juan Zanza.
La interpretación completa de su disco debut parecía obligada y bajo un estupendo sonido Valira fue desgranando uno a uno los cortes del álbum. Así pues, mientras Juan conectaba con el público a la perfección iban cayendo “Guerra Fría”, “Adversarios” o “Suicidas”, para dejar paso a la primera y única versión de la noche, una rockera “Lucha de Gigantes” de Antonio Vega.

Aunque Juan Zanza se erige en el líder de la formación, no está solo y mucho menos mal acompañado sobre el escenario. Algo que quedó patente en el “solo” conjunto que Pipe Torres a la batería y un activo Carlos Benavent al bajo, una clara demostración de entendimiento musical y mucha, mucha clase. No se quedan atrás Ferdy Borja y su guitarra, capaz de silenciar al público con un solo muy intimista tras “Vértigo” o poner al respetable a corear “Corazones Ambulantes” junto a sus seis cuerdas; ni Gabi Pellicer, guitarrista, teclista, corista… ¡Qué delicia de MÚSICO! El multinstrumentista dota a Valira de ese toque especial desde sus teclados y cuando toca aportar fuerza suma su guitarra a Juan y Ferdy, creando un trío muy potente al frente de Valira.

La hora larga que duró el concierto fue un carrusel de emocionse, con momentos clave como el karaoke inicial de “Guerra Fría”, la interpretación de “Primer Asalto” con Pipe Torres al cajón o la entrega del público a la melodía de “Corazones Ambulantes” mientras Juan aprovechaba para presentar a la banda y confirmar el segundo disco de la banda.

Un concierto corto, efectivo, sin versiones accesorias. Apostando por un primer trabajo cargado de buenos temas que prometen posicionar alto al grupo en la escena en poco tiempo. Para mi, Valira es sin lugar a discusión una de las revelaciones de 2019 y con conciertos como este no hace más que confirmarlo.

 

Crónica y fotos: FelipeSMwww.smfelipe.es