El pasado sábado NoProcede estuvo en la sala Copérnico de Madrid presentando su tercer disco "Morder y Esperar". Y nosotros no nos lo quisimos perder. A continuación nonamed nos relata cómo fue la noche.

¿A qué esperáis para leer esta crónica?

 

 

Con ganas e ilusión afrontaba yo el concierto de NoProcede. No es un grupo al que haya seguido en exceso durante sus tres discos, por lo que esta última semana me había puesto las pilas y el resultado había sido bastante satisfactorio.

La temporada de conciertos en salas está llegando a su fin y el grupo había vendido casi todas las entradas, por lo que se auguraba una fiesta por todo lo alto en la madrileña sala Copérnico. Una sala, que como ya he dicho otras veces, es posible que sea de mis favoritas. Por su sonido y la comodidad.

Y por supuesto que fue una fiesta. Bastante más tarde de la hora anunciada, el grupo rompía con “La Barrera de Coral” y con el público entregado desde ya mismo. Porque si alguien merece un sobresaliente, fueron todos esos que corearon las canciones de un grupo del que no era consciente hasta ese momento de la cantidad de gente que mueve. “Morder y Esperar”, último disco de la banda endurece su sonido hacia temas más punk, pero siempre con la actitud de los rockeros de barrio. De esos que se crían en distritos tan obreros como Aluche.

Está claro que el auténtico líder de la banda es su vocalista Javier Beltrán. El que se mueve por el escenario y el que caldea el ambiente. Y es que el resto de componentes están totalmente estáticos en el escenario. A pesar de haber dicho que el sonido de la sala es uno de los mejores de Madrid, en este caso lo hizo con bastante estridencia. La poca claridad se transmitía también en la voz de Javier, que entre canción y canción o cuando nos presentaban las colaboraciones, no se entendía lo que nos contaba. Lo que sin duda hizo que desluciera a la banda. Tampoco creo que el experimento de cantar “Modo Experto” a capela en mitad de la sala fuera acertado. Es algo que está muy bien, que nos encanta, pero que es difícil hacer en salas tan grandes como esta.
Con esto no quiero decir que asistiéramos a un concierto pobre. Ni mucho menos. El grupo tiene muchos galones, pero tuvieron problemas de sonido que no sé a quién atribuir.

Sí creo que Noprocede salió por la puerta grande con casi un “sold out”, pero tuvieron una ayuda colosal de todo el público entregado y que se merece una ovación. Una ovación por darlo todo en cada canción, incluso llevando en volandas a Javier y a Fran, su bajista, por la sala.

Dales una oportunidad, y si no te convencen dales otra.

 

Crónica y fotos: nonamed