El pasado viernes Corazones Eléctricos visitó Gijón para presentar su disco debut homónimo, una cita que no nos podíamos perder y a la que enviamos a FelipeSM.

A continuación os dejamos la crónica de la noche.

 

 

Noche muy especial la que se esperaba en el Memphis Live Music de Gijón, al menos para un servidor. No os voy a engañar a estas alturas, Uzzhuaïa es una de mis bandas preferidas y poder disfrutar de Corazones Eléctricos, una de las ramificaciones creadas tras su parón, hacía que el viernes se presentase más apetecible de lo habitual. Porque además este trío valenciano se venía a Gijón con un discazo bajo el brazo.

A eso de las diez de la noche abría las puertas la sala gijonesa, una sala pequeña, con un aforo para unas 100 personas, buena acústica, una iluminación especial y un escenario un pelín limitado pero suficiente para tríos como era el caso. Quince minutos después comenzaba a sonar la intro quedaría paso a Miguel, Kako y Pau con “Intentando Respirar”, ante ellos un público escaso (como marca la realidad de la escena asturiana) pero muy animado y entregado. Sobre las tablas una banda dispuesta a hacernos sudar y disfrutar durante cerca de 70 minutos de repertorio basado en su disco homónimo y con versiones de Bowie y The Beatles, esta última cerrando el concierto ante la petición de otra más por parte del público.

Temía antes del concierto echar en falta otra guitarra en la banda, sin embargo Corazones Eléctricos es uno de esos grupos capaz de llenar el sonido y el escenario aún siendo tres y si algo eché en falta quizás fue la presencia de unos teclados o hammond para dotar de presencia a esas partes disparadas en algunos temas. Puestos a pedir… pero lo cierto es que Miguel es un batería de altura, con aspecto de hombre tranquilo ofreció un tremendo recital y dio la impresión de todavía tener más guardado, el bajo de Kako tiene una presencia fundamental en los temas de la banda y sus coros en directos son vitales, soportando además la presencia escénica del grupo junto a Pau. Y luego está Pau, que sigue siendo ese frontman puro rock a pesar de ahora llevar una guitarra todo el tiempo al cuello, recordándome en varios puntos a aquel concierto en Tres Cantos con Uzz.

Con la banda disfrutando sobre el escenario y con una conexión especial con su público, solo quedaba que el sonido fuese bueno (que lo fue) y que comenzasen a desfilar los temas. Y fueron cayendo todas, “Volver a Empezar”, “Cama de Faquir”, “¿Quién salvará el Rock n Roll?... Hasta que “Baile de Salón” marcó el final de las concesiones como avisaba Pau, para encarar una magnífica recta final: “Rockawilly” con rotura de cuerda incluida, “Camino al Sur” con una “paradinha” tremenda, “Todo me Recuerda a Ti” y “Fuera de Sí”, esta última cerrando el set por todo lo alto con Pau jugando con un público rendido a los pies de la banda.

Algo más de una hora en la que disfrutamos como nunca, como siempre en los bolos underground, con una sonrisa en la cara y dolor de piernas de no parar de bailar. Si Corazones Eléctricos mantiene este nivel en todos sus conciertos, no tardará en comenzar a coger altura en su vuelo, canciones y actitud tiene para ello.

Sin duda fue una tremenda noche de rock y sudor, de esas que forjan el carácter de una banda. Velada de disfrute máximo en los que algunos echaron de menos alguna versión de la banda “madre” de Pau, pero Corazones Eléctricos acertó de pleno no cediendo en ese aspecto. Y es que en una época en la que todo el mundo se aprovecha del legado ajeno, el trío supo respetar el legado de Pau y a la vez dar valor a su propuesta demostrando que no es un mero entretenimiento.
Quien sabe, quizás Pau, Kako y Miguel no salven el rock & roll, pero el pasado viernes demostraron que han venido para pelear.

Crónica y fotos: FelipeSMwww.smfelipe.es