Desde Rotterdam la banda de post metal Gold llegó el pasado 1 de diciembre a la sala Transylvania de Vigo y allí estuvo nuestro redactor JairoDC, quien hoy nos relata la velada.

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A veces ir a conciertos es casi cuestión de fe. Entrar en un local a golpe de jueves a ver a un grupo que no conocías esa mañana sólo porque te salta el cartel en Facebook y el single suena bien. Y a veces, el resultado es un concierto que habrías lamentado mucho tiempo haberte perdido.

Llegaba diciembre y además de frío nos traía a Vigo a los holandeses Gold, inmersos en la gira europea de presentación de su tercer álbum “Optimist”. A pesar de estar en la era de internet y de que el grupo está activo en todas las redes sociales habituales, había cierta confusión antes del concierto sobre el número de integrantes de la banda, ¿un grupo de “dark post metal”, como los definen, con nueve integrantes?. Poco después de las once de la noche, y ante un público que por desgracia no llegaba a la veintena, se disipaban estas cuestiones con la subida al escenario de los seis miembros, al menos en directo, de Gold.

Tras una breve intro los holandeses abrían con “Summer thunder”, el segundo corte de su nuevo disco, un concierto sin apenas pausa alguna entre tema y tema y mucho menos interacción con el público del cual, sin embargo, la única pega fue su duración. Apenas 50 minutos de setlist a pesar de que no había ningún otro grupo en el cartel.

Comentario aparte merece su música. Por momentos la instrumentación tiene pinceladas de Deafheaven, mientras que la voz de la excelente Milena Eva nos recuerda más a The Gathering. Una mezcla ecléctica y difícil de definir pero que funciona a la perfección y destaca en la creación de atmósferas oscuras y opresivas en algunos instantes. En directo utilizan tres guitarras, cada una con una función determinada, a las que se une una sección rítmica repetitiva que desarrolla las secciones hasta provocar la incomodidad del oyente, en el mejor sentido de la palabra. Transmitir angustia es un arte que Gold dominan de principio a fin.

Todo el protagonismo recae no obstante sobre los hombros de Milena, que lleva el paso vocal del concierto sin ningún tipo de apoyo. Quizás los más metaleros echen de menos algún gutural intercalado, pero el enorme rango de la vocalista dota a los temas de cierto dinamismo dentro del estilo que resulta muy efectivo.

Con un sonido algo alto por momentos, el concierto transcurrió sin pausa entre un setlist con protagonismo compartido para sus dos últimos discos. De “Optimist” destacarían “You too must die”, el corte que inicia el disco y uno de los mejores del catálogo de la banda, o la extrañísima “Teenage lust”, que protagoniza su nuevo videoclip. Por su parte, el anterior trabajo, “No image”, nos daría uno de los momentos de la noche con “The controller”, un tema rápido de guitarra y voz en su inicio que rompe con un final agresivo tendiendo al post black de Amesoeurs, aún sin la necesidad de guturales. Cerrarían con “Tear”, al igual que su nuevo disco, después de dar las gracias a los presentes de forma escueta.

Una sorpresa muy agradable el enorme nivel de Gold, confieso que desde el concierto he escuchado multitud de veces “Optimist” y me sigue pareciendo un disco estupendo que defienden a la perfección en directo. Más allá de haberse quedado cortos, a pesar de haber tocado doce de los diecinueve temas entre los que podían escoger, dado que no tocan nada de su debut por ser de un estilo diametralmente opuesto al que luego adoptaría la banda, pocas cosas negativas se pueden decir de esa noche. Ojalá vuelvan pronto y más público pueda disfrutarlos, porque calidad les sobra.

 

Crónica y fotos: JairoDC