Apenas diez meses después de su última visita volvían los cordobeses Viva Belgrado a Pontevedra, en el mismo lugar pero en una noche mucho más cálida que la de enero y que nosotros no quisimos perdernos.

Aquí os dejamos la crónica de JairoDC.

 

 

Desde su primera visita a Galicia en el Resurrection de 2015 no han parado de crecer, sobre todo con la publicación de “Ulises” hace ahora un año. Por tanto, no es de extrañar que a pesar de su anterior visita y de la falta de novedades musicales desde entonces el Liceo mutante se llenase de nuevo, incluso con mejor entrada esta vez y con muchos de nosotros repitiendo, para recibir a los andaluces.

No todo era igual a su visita de principios de año, no obstante. Hace apenas un mes Álvaro Moreno anunciaba su marcha de la banda tras seis años al cargo de la batería, ocupando su lugar en esta ocasión Álvaro Mérida, que cumplió con creces.

Más allá de esto el concierto fue prácticamente igual al de hace diez meses. En una sala más llena, con un sonido algo mejor y más bajo y una iluminación casi inexistente, los cordobeses desgranaron durante una hora temas de sus tres trabajos sin apenas pausa ni discursos, que como el propio Cándido reconocía no es lo que mejor se les da, ni falta que hace.

Quizás se echó en falta alguna variación en su setlist, de nuevo bien balanceado en especial entre sus dos discos pero sin ninguna variación sobre el de enero, más allá de dejarse fuera esta vez “Calathea”. Por lo demás, sonó de nuevo gran parte de “Ulises”, comenzando por “Pleiades/Pasaportes”, a la que le seguirían “Por la mañana temprano”, “Erida”, “Annapurnas” o “Fresas salvajes”, y lo más representativo de “Flores, carne” con “Báltica”, “Madreselva”, “Höstsonaten” y el momento cumbre que supone “De carne y flor”, de nuevo con toda la sala recitando la última estrofa. En cuanto a “El invierno”, una vez más fue “El gran danés” su única representación.

Siguen Viva Belgrado en un momento de forma excepcional, y han encontrado en el Liceo un público encantado con su propuesta, tanto que estoy seguro de que volverían a llenarlo en cualquier momento aún sin ninguna novedad discográfica. El ciclo de “Ulises” se acaba, pero este último tramo les tendrá recorriendo la península hasta finales de enero y simplemente por momentos como ese final de “De carne y flor” merece la pena pagar una entrada. Sólo queda esperar que dentro de poco sus conciertos estén complementados con nuevo material.

Crónica por JairoDC