El pasado sábado estuvimos disfrutando bajo la lluvia del concierto de Avalanch enmarcado dentro de los actos de celebración del Día de Asturies en Lugo de Llanera. Hoy FelipeSM nos trae la crónica y fotos de la noche.

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El regreso de Avalanch a los escenarios asturianos tuvo lugar el pasado fin de semana, algo más de dos meses antes de lo planeado y casi de improvisto. Y es que de la noche a la mañana el Principado de Asturias anunciaba los actos de celebración del Día de Asturies anunciando un sorpresivo concierto gratuito de los de Rionda. Anuncio que provocó la posterior cancelación de su actuación prevista en Gijón para noviembre…

Así pues, el sábado día nueve acudí puntual a la cita con el grupo en Lugo de Llanera y de primeras el panorama pintaba bastante feo, lluvia a mares, el recinto sin atisbo de una barra donde refrescar el gaznate ni mucho menos comer algo y vaya, siendo en Asturies a nadie se le ocurrió montar una carpa por si llovía. Decepción total con el montaje de un evento que se supone celebraba el día de Asturies, ¡menos mal!
En lo estrictamente musical también pintaban bastos, pues el mismo sábado el grupo informaba que Jorge Salán se había quedado retenido en Alemania por el robo de sus documentos de identidad y no podría acudir a la cita. ¿Suspensión? No amigos, Alberto decidió doblar la apuesta y acudir sin un guitarrista de la talla de Salán a Llanera.

“Santa Bárbara” con puntualidad británica abrió la veda ante unas 300 personas que resistían bajo la lluvia y de repente problemas técnicos hacían parar el concierto. El bueno de Magnus Rosén sacó su siempre dispuesta sonrisa y con su bajo nos entretuvo mientras se solucionaban los problemas, pero el inicio del concierto no podía ser más desalentador, llovía a cántaros, la iluminación del escenario ofrecía una zona en la que no se veía a los músicos, éstos no salían a escena… Pero de repente la banda salió a la carga, sonaron “Hacia la Luz” y “Tierra de Nadie” y todo pareció ir sobre ruedas. Para cuando “El Ángel Caído” hizo aparición sonora y corpórea, esta última gracias a la bailaría Sandra García, ya nos habíamos olvidado del recinto, los problemas de sonido y la lluvia.

“Xana”, “Corazón Negro”, “Delirios de Grandeza”, “Las Ruinas del Eden”… la banda repasaba “El Ángel Caído” con un Isra crecido, mucho más suelto que en su show de Zamora y casi impecable a nivel vocal. A su vez, el sonido era muy bueno, con Alberto (muy charlatán con el público) y Ramil cubriendo la ausencia de Salán, que se notó como era de esperar, pero que el grupo supo paliar con mucho pundonor y no nos impidió disfrutar del concierto. Queda la espina de no ver al grupo al 100%, pero posiblemente gracias a esa ausencia pudimos gozar de una mayor nitidez en el sonido de Manuel Ramil y eso son palabras mayores.
Atrás Mike Terrana iba a lo suyo, apisonadora que dota de una contundencia inusitada al grupo, mientras Magnus parecía disfrutar con cada nota.
Sobre las tablas vimos a una banda mucho más conjuntada que en su concierto en el Z! Live de Zamora, más rodada, más compenetrada, más banda y menos “All Star”. Y eso con un miembro menos.

Habíamos llegado a la mitad del concierto y Avalanch había despachado su repaso a “El Ángel Caído” cuando aparecían dos taburetes y Alberto con una acústica dando entrada a Juan Lozano. El actual vocalista de Blister y ex-Avalanch rememoró junto a Rionda sus tiempos juntos con un pedazo improvisado de “Juego Cruel” y “Esclavo de la Ira”. Emotivo momento en acústico que solo pudo mejorar cuando Isra recuperó el mando y apareció bandera de Asturies en mano para cantar también en acústico “Cambaral”. Por si aún no teníamos la emoción a flor de piel, Alberto dejó sitio a Ramil y teclado y voz interpretaron la épica “Vientos del Sur”.

Tras el momento de relax la banda pisó el acelerador y nos regaló “Papel Roto”, “Alas de Cristal” y “Lucero”, en lo que fue para algunos (servidor) una oleada de recuerdos. ¿A dónde se han ido los últimos 12-14 años? Y es que seamos serios, a muchos de nosotros “El Ángel Caído” nos pilló muy tiernos y son “El Hijo Pródigo” y “Los Poetas han Muerto” los discos con los que crecimos.
Para cerrar la noche Avalanch tenía guardada una sorpresa final con Lozano de nuevo en el escenario interpretando junto a Isra “Torquemada”. Fue un detalle, pero la falta de ensayos se notó y el resultado final deslució lo que todos imaginamos al ver los dedos de Ramil recorrer su teclado en la intro del tema.

Al final la apuesta de Alberto Rionda salió cara y Avalanch supo sacar adelante un show que parecía condenado al fracaso. Se echó en falta a Jorge Salán en el sonido de la banda y en esa clase que aporta en escena, pero lo cierto es que yo al menos disfruté el concierto y Avalanch como banda me gustó mucho más que la anterior vez. Mención aparte para Isra Ramos, que parece decidido a contestar sobre las tablas a todos los que le ponemos peros a su labor.
Sigue creciendo Avalanch como banda y su show a la par, gracias también al cuidado de la escenografía y detalles como la asistencia de Sandra.Aunque creo que el grupo aún está a un 80-90% de su capacidad, estoy seguro (y soy ambicioso como fan) que con la calidad individual que atesora la banda, todavía puede dar un salto más en su directo. Gustoso estaré de disfrutarlo in situ.

Crónica y fotos: FelipeSMwww.smfelipe.es