El lunes 8 de septiembre la gira de Tim Ripper Owens llegó a la sala Acapulco de Gijón. Hasta allí enviamos a NachoGS para que no perdiera detalle del show del vocalista junto a Sandstone y Vengeful Ghoul.

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El pasado día ocho de septiembre el cantante estadounidense Tim Ripper Owens, concluía su gira por nuestro país en Gijón. Acompañado por los turcos Vengeful Ghoul y los irlandeses Sandstone, ofrecieron uno de los mejores conciertos en lo que va de año en nuestra región.

Los primeros en subirse al escenario, sobre las 20:00h de la tarde, fueron los turcos Vengeful Ghoul, la joven banda defendió como gato panza arriba su mezcla de heavy metal y thrash en una sala aún con escaso público. Los de Estambul desgranaron lo que es su primer y único trabajo hasta la fecha “Timeless Warfare”.

A parte de lo exótico de encontrarnos con una banda de metal procedente de Estambul por estos lares, es destacable la juventud y las ganasque mostraron en todo momento, sobre todo el vocalista Emre, que intentó animar al público durante toda la actuación.

Entre los temas más celebrados estuvieron el single “Ruthless Crow” y el tema que da título a su álbum debut “Timeless Warfare”, con la que pusieron punto y final a una actuación que cumplió con la expectativa de empezar a caldear la noche.

A continuación llegaba el turno de Sandstone que aportaron un plus de calidad y tablas sobre el escenario.

Los irlandeses con cuatro discos ya en el mercado, se mostraron como una banda compacta, bien dotada técnicamente, y que sabe disfrutar sobre el escenario, una actitud que no cambió en las tres horas que estuvieron tocando para nosotros en la Acapulco, casi del tirón, ya que con la excepción lógica del vocalista Sean, Sandstone fue la banda que acompaño a Tim Ripper Owens, pero eso lo dejamos para un poco más adelante.

Los dos guitarristas de Sandstone, Stevie Mclaughlin y Dee Kivlehan se salieron, deleitándonos con un variado repertorio de solos y riffs,e jecutados con mucha calidad.

En cuanto al vocalista Sean Macbay, aunque no derroche mucho carisma sobre el escenario, tiene una forma de cantar y un timbre de voz adecuado para el heavy metal melódico que practica la banda.

Mientras el público seguía llegando, el ambiente se caldeaba por momentos, gracias a los temas de su último trabajo “Delta Viridian” y algunos con más solera, como la vertiginosa “Reckless Thought”o “Fading” pertenecientes a “Cultural Dissonance”.

En definitiva un buen concierto ofrecido por Sandstone, una banda muy interesante dentro de su estilo, pero lo mejor de la noche estaba aún por llegar.

Al poco tiempo de retirarse entre aplausos, los chicos de Sandstone volvieron al escenario a esperar la entrada en escena de Tim Ripper Owens, que se produjo tras los primeros compases de “Jugulator”. Con gafas de sol, gorra y chupa de cuero, Tim Ripper demostró desde el primer momento sus enormes cualidades vocales, además de encontrarse en un momento de forma espectacular.

Aún sin reponernos del primer mazazo Ripper se dirige al público con la siguiente pregunta: “What’s my name?” y todos respondimos a coro: ¡Ripperrr! y segundo zasca en “toa” la boca con “The Ripper” que sonó brutal.

A continuación con “Diamonds and Rust” llegaron unos momentos de tregua trampa, que duró muy poco, ya que acto seguido Rippers nos dejó un regalito de su paso por Ice Earth, “10.000 Strong”, y es que a pesar de que el repertorio se centró sobre todo en Judas Priest, cosa que el público disfrutó de lo lindo, hubo tiempo para alguna que otra sorpresa.

Cuando llegó el turno de “Painkiller” se produjo otro de los puntos álgidos de la noche, como no podía ser de otra manera, con un Ripper llegando a los registros más altos con una facilidad pasmosa, se le veía “sobrao” y al resto de la banda también, ya que parecían llevar tocando juntos toda la vida. Espectacular también la versión de King Diamond “Abigail” y “Starting Over”, tema que incluyó de su disco en solitario “Play my Game”.

La temperatura seguía subiendo, el bueno de Ripper ya empezaba a sudar la gota gorda y a darse unos buenos tragos de cerveza entre tema y tema, pero aún quedaba mucha noche por delante y muchos temas de Judas que sonaron a la perfección, como el mítico “Metal Gods” o las demoledoras “Blood Stained” y “Burn In Hell” con las que se despidieron por primera vez del público asturiano, que en esta ocasión sí respondió en buen número a la cita en la Sala Acapulco.

Todos queríamos más y volvieron para despedirse a lo grande con “Death Row”, “One on One” y al filo de la media noche “Living After Midnight” con toda la sala coreando el estribillo y poniendo el broche de oro a auténtica noche de heavy metal, con un Tim Ripper enorme, en cuanto a voz,y con una aptitud encomiable, al igual que el resto de músicos que se subieron al escenario en Gijón.

Ocho de agosto de 2014, día de Asturias y día del heavy metal.

Crónica y fotos: Nacho GS