El pasado sábado los alemanes Rage visitaron la sala Sir Laurens de Oviedo acompañados de Arenia. Una estupenda noche de heavy metal que FelipeSM no quiso perderse.

¡Aquí va la crónica y fotos de la cita!

 

 

El 29 de abril era sin duda un día marcado en el calendario de muchos y es que la visita de Rage a Oviedo no solo suponía el retorno de la mítica banda germana a Asturies, también constituía un rayo de luz en la ausencia de grandes nombres internacionales de heavy metal en las salas de la región. Con esas expectativas la cita prometía ser muy especial… ¡y vaya si lo fue!

La noche comenzó paradójicamente a las once de la mañana en Pronorte Sonido. En la casa de los músicos en Gijón ofreció Marcos Rodríguez un clinic auspiciado por ENGL, presentando dos de sus amplis, el “Rockmaster” y el “Metalmaster” si mal no recuerdo. Pero no penséis que fue todo una charla comercial, pues Marcos nos ofreció algunos temas de Rage, improvisaciones sobre una base del guitarrista de Almah, atendió cuantas preguntas se le realizaron y derrochó buen humor. El resultado de este clinic no pudo ser mejor, el local lleno de amantes de la música y la guitarra, premios para para un puñado de afortunados y muchas ganas de llegar a Sir Laurens para el concierto.

Ya en Sir Laurens, la velada comenzó con Arenia saltando al escenario a por todas. Había nervios en la banda, tantos que Fran saludó a Gijón en lugar de Oviedo al comenzar, pero el quinteto supo sobreponerse y ofrecer un concierto de altura. Fueron unos cincuenta minutos en el que la banda presentó su genial nuevo disco “El Atardecer de los Sueños”, salpicado de algunos cortes de su primera referencia, la colaboración de Nathan Cifuentes (Vendaval) y una versión final de Iron Maiden con la que el grupo terminó de calentar a los tres centenares de personas que aproximadamente llenaban la sala.

Poco o nada se le puede reprochar a Arenia, quizás un poco de falta de dinamismo a Roberto, lo cual sumado a su colocación junto a Raquel (que evidentemente no puede correr por el escenario con el teclado) provocó una pequeña descompensación en la presencia escénica del grupo. Obviando este detalle fruto de la falta de rodaje, su actuación sonó de lujo, el grupo desprendió energía y Fran ejecutó con maestría todos los temas, apoyado en los coros de forma muy acertada por Dizy.
Arenia demostró el sábado que tiene mucho que decir, con conciertos así será imposible que su aventura no llegue a buen puerto. Los fans del power metal están de enhorabuena.

Había un run run en la sala antes de que Rage arrancase su show, ya sabéis, que si con Smolski molaban más, que si Terrana era un grande en su época en la banda, que si Refuge era mejor… Todos estos comentarios estaban en el aire, pero cuando Peavy Wagner salió a escena escoltado por Marcos y Vassilios no quedó un atisbo de duda, sin necesidad de palabrería ni artificios la banda proclamó un sonoro “Hola, somos Rage y así se hace el heavy metal” que hizo las delicias de los más escépticos.
Desde “The Devil Strikes Again” al apoteósico final con “Higher than the Sky” la banda germana ofreció un concierto soberbio. No sé si esta es su mejor formación, pero el buen rollo entre los tres músicos es más que evidente, sirva como ejemplo la sonrisa permanente durante el show en Peavy. Por otra parte la presencia de Marcos aporta un extra en la conexión banda-público al poder comunicarse con este último también en castellano y por si fuera poco Marcos y Vassilios son unos tremendos músicos a la altura del legado de la banda.

Con Peavy Wagner capitaneando la nave y con un público entregado fueron cayendo temas mayormente de hace dos décadas, olvidando por algún motivo la última década más allá de su última referencia, creando un ambiente "remember" con canciones como “Until I Die”, “From the Cradle to the Grave”, “Back in Time”, “Spirits of the Night”, “Don’t Fear the Winter o “Great old Ones”.
Gracias a un directo contundente y sin tregua, el trío fue poniendo al público en el punto que requería y cuando lo tuvo a su merced desapareció para hacer el ya obligatorio paripé de los bises. Allí fue donde Rage disparó sus dos últimas balas, las cuales impactaron de lleno en su objetivo, “My Way” dio paso a un “Higher tan the Sky” que desató la locura colectiva, especialmente al interpretar un pedazo de “Holy Diver” en mitad del tema con Marcos haciendo las veces de cantante. Un final por todo lo alto que remató un concierto sobresaliente, demostrando que a Rage le queda aún mucha cuerda y todo sea dicho, "humillando" a las bandas coetáneas nacionales que a duras penas se mantienen en activo.



Noche redonda en la que todo salió a pedir de boca. Ojalá las visitas de grandes bandas del género dejasen de ser una excepción en Asturies, pero siendo realistas la noche del 29 de abril fue una deliciosa alteración de la tónica habitual en las salas de Oviedo y Gijón… Mientras este panorama no cambie, seguiremos disfrutando de todos los conciertos que podamos, seamos 300 como el sábado o 10 como en otras ocasiones.

Crónica y fotos: FelipeSM – www.smfelipe.es