El pasado viernes Belo y Los Susodichos se despidieron de los escenarios en Oviedo junto a La Familia Culebra y como podéis imaginaros, no nos lo quisimos perder. Allá se fue FelipeSM, quien hoy nos presenta las fotos y el relato de la velada.

¡Pasa y revive la noche!

 

 

“Noche mágica de aplausos…”

Diez años en la carretera, cuatro discos y un montón de historias después, Belo y Los Susodichos pusieron fin a su trayectoria con un concierto ante su público, en Oviedo, en una sala Sir Laurens que presentó una buena asistencia para la ocasión.

Marcaban las 21:00 en el reloj cuando La Familia Culebra salía al escenario de la sala ovetense, con media hora de retraso sobre el horario previsto pero con muchas ganas de calentar la noche. Y vaya si lo consiguió el cuarteto. La banda capitaneada por Chus Lorenzo fue una grata sorpresa y no dejó a nadie indiferente. Durante cerca de una hora nos ofreció una dosis de rock al más puro estilo Creedence Clearwater Revival con reminiscencias de los geniales Burning y el mejor Fito.
Su concierto fue de menos a más, influenciado sobre todo por algunos problemas iniciales con el micrófono y la afinación de la guitarra de Chus, pero con un estupendo sonido, tónica de la noche. Yera, guitarrista solista del cuarteto, se lució constantemente y toda la banda dejó un gran sabor de boca con temas como “Se Acabó”, “CCR”, “La Huida” o “Jaime está Salvaje”.
Hard rock, blues, sabor a carretera… Primer descubrimiento musical de este 2017.

Esperaba la sala, con público venido de Madrid y Barcelona por cierto, la aparición de Belo y Los Susodichos cuandosalía a escena un icono de la música asturiana, Manuel Velasco. El “sonámbulo” presentó a la banda armónica en mano y acto seguido comenzó a sonar “Al otro lado del Infierno”. Allí en primera fila se vivió una conexión directa de Belo con su público y “Agua, agua” y “La Casa el Cura” hicieron el resto. Con tres canciones Belo y Los Susodichos se había llevado a toda la sala Sir Laurens al bolsillo. El ritmo, con “Gamberra” o “Con un Serrucho” fue frenético hasta “Amor de Contrabando”, donde la banda levantó un poco el pie para ir preparando el momento relajado de la noche, primero con Belo solo con su acústica, para luego unirse los Susodichos con cajón flamenco incluido e interpretar “Mi Ley” y “Volveré”, esta última con la colaboración del madrileño Varo V.

Se comenzaba a vislumbrar un concierto de altura, gracias al buen sonido, a una iluminación de calidad y a unos músicos que lo daban todo y disfrutaban sobre el escenario. Y es que se le pueden cuestionar decisiones a Belo, pero contar con Adri, Anibal, Germán y Dani como banda puede haber sido uno de sus grandes aciertos musicales. Profesionales de quilates que además disfrutan sobre el escenario, como ocurrió el viernes.
Mientras tanto, un Belo visiblemente emocionado continuaba disparando temas como “Pan y Circo”, “Aire, Viento y Dinamita”, “Borracho” o “Tren de Medianoche”, con la que se llegó al inevitable final. Un final que la banda tuvo a bien aplazar con un bis compuesto por tres canciones, “Mariposas de Papel”, “Ja” y “Al Gallo que me Cante”, ese tema que casi catapulta al bueno de Belo a las altas esferas musicales. Rematando así una gran e inolvidable noche.

Así se despidió de los escenarios Belo y Los Susodichos, posiblemente de forma prematura para muchos, quizás aún sin recibir el apoyo de un público rockero que continúa asociándolo a Melendi diez años después a pesar de la enorme calidad de sus trabajos… Muchas preguntas en el aire y solo una certeza, la despedida fue por todo lo alto y en plena forma, algo que pocos grupos se pueden permitir hoy en día. Sea como fuere, Belo, Susodichos, agradecidos por estos diez años.

Crónica y fotos: FelipeSMwww.smfelipe.es