En pleno verano abundan las fiestas en todas las localidades del país. En una de ellas, Lugo de Llanera (Asturies), pudimos disfrutar del potente directo de Desakato.

Una noche en la que la banda jugó en casa y nosotros no quisimos perdernos.

 

 

Desakato es a estas alturas y sin ningún atisbo a la réplica un huracán musical cuya fuerza no parece tener fin. Y es que tras la salida de su último disco “La Teoría del Fuego”, la banda asturiana no ha parado de devorar cuantos escenarios de salas y festivales salían a su paso. En todo ese camino, seguramente el ahora quinteto ha vivido noche mágicas, imborrables en el recuerdo, mas podríamos asegurar sin mucho miedo al fallo que una de las más especiales fue la del pasado viernes 19 de agosto. Tocar en casa, en fiestas y ante tu gente es lo que tiene.

Comenzó la noche con un regusto amargo, pues en fiestas lo más normal es encontrarte con una de esas orquestas que tritura con mayor o menor acierto los temas del momento así como clásicos imperecederos (por desgracia) mientras juega con las luces y las chanzas de dudoso gusto como criticar a los artistas que interpretan el tema. Sea como fuere, a la una de la madrugada salió Desakato a escena y con el primer acorde de “Columnas de Humo” no nos importaba nada. El grupo salió un ciclón, con más fuerza que nunca y el sonido respondió a la perfección. “La Ira de los Hambrientos” y “Héroes” avivaron una llama que comenzó a arder con plena potencia al sonar “Cuando Salga el Sol”. A partir de ahí y del circle pit que se montó, la fiesta fue de las que se disfrutan con tu sudor y el del tipo de al lado.

La banda se mostró muy activa durante todo el concierto y en esta ocasión no fue Pepo el único encargado de llevar el peso escénico de la misma. Gabri volaba en cuanto se le presentaba la ocasión, mientras Mario parecía desafiar a Pablo a abandonar su posición frente al micro. Así pues, con el combo a pleno gas con Pepo haciendo de maestro de ceremonias y Nano como motor invisible entre el humo, Desakato se volvió imparable. Ni siquiera unos problemas con el sistema de monitores de Pepo y Pablo lograron amilanar a la banda.

Un punto clave del concierto era para mí ver cómo responderían los temas del grupo sin la presencia de Dani y su gaita. Sí, sé que puedo ser un poco pesado por el tema, pero hoy aprovecho para destacar el tremendo trabajo de Gabri y Pablo en las guitarras para suplir el sonido de la gaita. No es lo mismo, pero nadie puede objetar nada al sonido de los temas más viejos. Todo un hito que demuestra que el techo de esta banda aún está por descubrir.

Y así, entre un estupendo ambiente fueron cayendo temas como “Ritual”, “En el Ojo Ajeno”, “Barcos en Llamas”, “Tiempo de Cobardes” o “Sonrisa Certera”. La banda encaró el final con muy buen ritmo y remató la jugada por todo lo alto cuando tras un estupendo wall of death (con Pepo en medio del meollo) en “Trompetes de Xericó” invitó a Titi Muñoz (Posession) a colaborar en “La Hoguera” y desencadenó el karaoke en la carpa repleta con “Cada Vez”.
Se despedía así el combo, pero el público quería aún más y Desakato sacó la artillería pesada, “Octubres Rotos”. Terminaron los bises y la fiesta aún no terminaba, pues toda la banda se dio el gustazo de lanzarse al público.

Noche redonda, de esas en las que sales con una sonrisa mientras recuerdas la primera vez que viste a Desakato en directo. Y es que el grupo asturiano sigue quemando fases, continúa escalando peldaños y por ejemplo en Asturies apenas quedan locales que puedan acoger su directo en buenas condiciones para el público. Quizás festivales y fiestas como las de Lugo de Llanera pronto sean la única forma de disfrutar de su estupendo trabajo sobre las tablas, ojalá las ciudades autoproclamadas “importantes” tomasen nota…

Crónica y fotos: FelipeSMwww.smfelipe.es