Actualmente Powerwolf se encuentra de gira Europea presentando "Blessed and Possessed". El tour en el que les acompañan Battle Beast y Serenity pasó el pasado 3 de abril por la sala Salamandra de l'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y allí estuvo nuestra redactora Ireth.

Hoy nos deja esta crónica con fotos dónde nos explica que tal fue la noche. ¡No te lo pierdas!

 

Un domingo, es un día que solemos adjudicar al descanso. El fin de semana ha pasado y nuestras energías se han ido con él. No obstante, las giras llegan cuando pueden y el domingo a veces se vuelve un día en el que reservar las últimas fuerzas de la semana para asistir a conciertos.

Fue el caso del pasado 3 de abril, un día en el que juntamos a los alemanes Powerwolf, presentando Blessed and Possessed, a los fineses Battle Beast que no se cansan de pisar la península para presentar un Unholy Savior que ya tiene un año de vida y a los austríacos Serenity que acudían a la cita con un ojo puesto en su último lanzamiento Codex Atlanticus.

Antes de empezar quizás debería recalcar que cuando vemos una banda varias veces en un año podemos caer en el error de pensar que tras un gran show, este ya no se verá superado. Y aunque esto tiende a cumplirse, hay casos en los que no y aquí pueden entrar dos causas. La primera es el gen fan, ese cromosoma que nos hace admirar una cosa durante un largo periodo de tiempo (a veces toda la vida) y hacer que no nos cansemos de ello (a veces puede llevar a idolatrar sin sentido, otro grado no al alcance de todos).  Pero una causa más recurrente es el hecho de que esas bandas tengan un algo que nos estimule cada vez como es el caso de los fineses Battle Beast y de los alemanes Powerwolf.  Una dupla que ya coincidió en España durante el Rock Fest.

Sin más dilación empecemos por el principio. Una vez dentro de la sala Salamandra, que abrió puntual sus puertas, nos encontramos con Serenity ya empezados. Era el segundo corte de una banda de symphonic metal que personalmente no conocía. Los austríacos se encuentran girando con Powerwolf y Battle Beast con un nuevo álbum, Codex Atlanticus del que presentaron algunos temas. En apenas 30 minutos la formación liderada bajo la voz y dirección de Georg Neuhauser hicieron su trabajo, presentar su propuesta, satisfacer a los fans y calentar los motores de cara al resto de la velada. A pesar de desconocer sus canciones consiguieron bajo un manto de luz roja y verde animar a un público que entró un poco a cuenta gotas y que al final de su actuación parecía haberse completado. El ambiente que se respiraba era inmejorable, Serenity acababa de dejar el listón alto. La actuación quizás fue demasiado corta, así que personalmente espero poder repetir sin que pase mucho tiempo. 

La noche seguiría de la mano un potente y agresivo “Let it Roar”, propiedad  de Battle Beast, quienes se encontraban en la península por cuarta vez. Vinieron con Unholy Savior, bajo el brazo pero esta vez no era una presentación estricta. La diferencia con las otras visitas  es que precisamente Unholy Savior tras un año en el mercado ya se ha hecho hueco entre los fans, tal es así que en comparación a sus actuaciones en el Rock Fest y en la Apolo 2, el público se implicó más en los temas “nuevos” como “I Want the world…and Everything” y la ochentera discotequera “Touch in the Night”. Aunque la locura y la fiesta se desataron completamente una vez llegada la hora de “Black Ninja”, la culpable de que saltaran a la fama, “Iron Hand” y “Enter the Metal World”, un trío que nunca falla y eleva la intensidad hasta su clímax.

Los fineses siempre liderados por una intensa Noora Louhimo dieron guerra. Vivimos en primera persona las claves de su éxito, siendo uno de ellos la sintonía entre sus miembros, sobretodo entre Eero y Janne, unos showmans que captan nuestra atención con sus piques y con momentos de cachondeo como el de hacer beber a Janne una birra del tirón. Esto unido a un derroche de fuerza de Noora, quien nos impresionó de nuevo con su potencial y la rabia con la que desgrana las líricas de Unholy Savior, Steel y Battle Beast. Su vitalidad es abrumadora, al igual que el carisma que generan todos en conjunto. Los fineses se compenetraron con una facilidad insultante, parecía que a cada momento tuvieran bien estudiado lo que haría el otro y probablemente sea así, pero ahí está el arte de que salga con naturalidad. Sobresalen de la media y por méritos propios, pletóricos como siempre, dejando el listón alto para su próxima visita. Cerraron con un enérgico “Out of Control” con el que dejaron claro que són una de esas formaciones a las que les apasiona salir de gira.

Hablar de Powerwolf es hablar de puesta en escena, de teatro, de ceremonia. Por qué eso es su recital, una ceremonia en la que ellos ejercen de profetas, y ¿cual es su biblia? Su extensa discografía, siendo “Blessed and Possesed” el decálogo que tocaba presentar.

Bajo los acordes de “Lups Daemonis”, los alemanes hicieron su entrada para empezar con “Blesses & Possessed”, tema que da nombre a su sexto trabajo de estudio, un álbum que no recuperaríamos hasta “Army of the Night”. Antes de eso Preachers of The Night, se abrió camino con “Coleus Sanctus”, “Amen & Attack” y “Sacred & Wild”. Tras estos primeros cortes la sala fue subiendo en intensidad de forma exponencial hasta situarse en un límite que mantuvieron hasta los bises, responsable de ello fue  “Resurrection by Erection” que se erigió como uno de los puntales de su show haciendo que llegásemos a ese punto.

La noche fue avanzando con un Falk Maria haciendo de las suyas tanto en el aspecto de animar como en el musical, dejándonos destellos de una gran calidad pasando por los grandes teclados de “Let There Be Night”. Hacia la mitad del show, llegamos a la épica “Werewolves of Armenia”, uno de los temas más ceremoniales y con más fieles en la sala que sirvió para que los coros del público retumbaran por toda la salamandra, algo de lo que se encargaron personalmente Attila y Falk Maria, quienes también tuvieron en esta ocasión un pique personal que incluía el público que consistía en algo tan simple como dividirnos en equipos y ver quien grita más. Un clásico donde los haya que siempre funciona. “Con”In the Name of God (Deus Vult)” volvió la rapidez e implicación y con las míticas “We Drink Your Blood” (especialmente coreada) y “Lupus Dei” llegamos al final del primer acto.

El tridente final protagonizó el segundo acto y fue el broche de oro a una noche épica. “Santifice with Dynamite” una de las perlas del Blood of the Saints, seguida de “Kreuzfeuer” dejando para el último apunte “All We Need is Blood”, la otra perla del Blood of the Saints. Tras el directo quedó claro que una de las grandezas de las actuaciones de Powerwolf es que muchos de los temas se adaptan perfectamente al directo y su interés para involucrar al público, permiten esa sintonía entre ellos y la sala. Ellos por su parte son intensos, suenan potentes y con el aspecto visual no tienen apenas rival.

La noche fue redonda, Powerwolf ha sabido rodearse de unos buenos escuderos en esta gira y de ello nos hemos beneficiado nosotros. Ahora toca esperar su próxima visita, en el caso de los alemanes el Leyendas del Rock y para los fineses Battle Beast el Rock Fest.

Crónica y fotos: Ireth