El pasado viernes Devil´s Train llegó con su tour español a la sala Sir Live de Oviedo para presentar su directo. Junto al cuarteto estuvieron Cuarto Oscuro y Last Days of Eden, completando así una estupenda noche que nuestro redactor Sacht no quiso perderse.

¡Esta es la crónica de la noche!

 


Tarde fría en Oviedo, que no tardaría en calentarse a medida que nos acercábamos a la sala Sir Live donde tendría lugar según mi opinión uno de los mejores conciertos de lo que llevamos de año, gracias a las actuaciones de los locales Last Days of Eden, Cuarto Oscuro y sobre todo Devil´s Train, la banda formada por miembros de Stratovarius, Mystic Prophecy…


Con una media hora de retraso se abrían las puertas de la sala, la gente fue entrando progresivamente si bien la entrada no fue la deseada, tampoco fue de las peores. Last Days of Eden fueron los encargados de ir calentando el ambiente, y no tardaron ni un segundo en hacerlo debido a lo que yo le llamo: “El Zas en toda la boca de la banda”. Digo esto para todos aquellos que dudaban de la calidad del grupo, y sobre todo de la voz de Ani, cuya actuación fue sublime.

Comenzaron fuertes con “The Last Stand” con una gran presencia sobre el escenario y una movilidad digna de mención por parte de los componentes. Manu, uno de los mejores baterías de nuestra región, llevaba el peso del grupo, sin que se fuera el ritmo ni un momento, gracias también a la asistencia de Juantxo a los teclados. Fueron cayendo temas como “My Last Drop”, “Bring me the Night” o “Piper´s Call” donde sorprendentemente salió al escenario Xuan, el gaitero de Xera para mostrar una faceta nueva del grupo y que nos dejó a todos boquiabiertos. En los otros temas la banda fue adquiriendo una mayor confianza sobre el escenario al igual que aumentaban los decibelios de un público cada vez más animado, gran parte de él vestido con las camisetas del grupo.

La canción de su último videoclip sería la encargada de poner el punto final a una actuación que como dije al principio supone un antes y un después para la banda, “Paradise” que encontró una gran respuesta por parte del público.

Tras un cambio bastante rápido de backline era el turno de los navarros Cuarto Oscuro, un cuarteto ya consolidado, si bien no creo que sea el grupo que mejor encajase de la noche, pues su actuación fue bastante sorprendente. “Un Día” o “Obstinado” dejaron desconcertados a un público bastante más frio que en un primer momento pero que se fueron calentando gracias a unas brillantes labores de animación por parte de los navarros.

Lo más sorprendente de la noche fue la interpretación metalera de “Sildavia” de La Unión que fue coreada por toda la sala. A medida que caían los temas, como “Perder el Norte” “El Desván” el grupo se fue metiendo en su bolsillo al público. Tras el último tema “Vacío” se despedía una banda que dejo buen sabor de boca, a pesar de un comienzo desconcertante. Personalmente me gustaría verles compartiendo bandas con grupos más cercanos a su estilo, donde seguramente se saldrían.

Sin tiempo para descansar llegaba el plato fuerte de la noche. Sonó el tren que alertaba de la llegada de Devil´s Train, que sin más dilación se arrancaron con “Fire and Water”. Ahora sí, la sala presentaba un buen aspecto ya que el público se agolpó en las primeras filas, llegando incluso a mover las vallas de seguridad. El grupo salió confiado y así nos lo hizo llegar con temas como “Devil´s Train” o “Room 66-64” donde la gente entregada no paraba de mover las melenas y saltar, cantando en ocasiones a capela los estribillos.

No habíamos llegado ni a la mitad del concierto y ya se llegó a un colmó de júbilo con “Born to be Wild” de Steppenwolf, ejecutada como los maestros que son, con un Lakis Ragazas sublime a la guitarra en todo momento. Fueron sonando “Yellow blaze” “To the ground” y la gente no se cansaba de cantar y de saltar gracias a unas labores envidiables de frontman por parte de Roberto Dimitri, interaccionando hasta el último momento con el público.

Debido al corto repertorio de la banda, se veía que se llegaba al final con “Inmigrant Song” de Led Zepellin, también recibida con un gran entusiasmo por parte de la gente. “Roll the Dice” iba marcando el final de un concierto inigualable, donde la gente enloqueció desde el primer momento. Al final llegó el turno de “American Woman”, que marcaba el punto y final de un concierto que se hizo muy corto debido al escaso repertorio de la banda, y que dejoó al público sin aliento y con ganas de más.

Tras el concierto, la banda se quedo cerca de una hora firmando discos, sacándose fotos… y cogió la furgoneta y se fueron dirección Donosti, segunda parada del tour. Ojalá hubiese conciertos así todos los días. Inmejorable.

Crónica y fotos: Sacht