Morti en Oviedo
El pasado 7 de noviembre, la sala Gong de Oviedo vivió una noche cargada de emoción, intensidad y memoria. Morti, una de las voces más personales y carismáticas del rock nacional, presentó su gira “Intemporal Bifronte”, un recorrido sonoro por los momentos más significativos de su trayectoria. Y por si esto fuera poco, también pudimos disfrutar del rock americano de los murcianos House of Dawn.

¡No os perdáis nuestra crónica de la noche!


Viernes lluvioso de otoño, una tarde espectacular para quedarse en casa al calor de la manta y el sofá, mas en la sala Gong esperaban dos bandas que se habían cruzado buena parte del país para visitar Oviedo. Una oportunidad única para disfrutar de House of Dawn y de la gira conmemorativa de la carrera de Morti, sin duda una de las grandes voces de la escena rock/metal del país.

House of Dawn en Oviedo

Comenzó fría la noche, la afluencia no era la deseada y ya sabéis que en estos casos el grupo que abre la velada es el que se lleva la peor parte. Pero poco o nada le importó a House of Dawn. Jacob Cámara es un torbellino en el escenario y aunque en esta ocasión nos mostró una faceta más relajada que en Vendetta FM, apenas un tema tardó en bajar a tocar con el público. Tuvo el frontman algún problema con el inalámbrico de su guitarra, pero cuando estás bien rodeado, por nombres propios como Juanba Nadal (Dragonfly), Jorge Alcázar (Vendetta FM) y Vicente, todo es mucho más sencillo.

House of Dawn en Oviedo

Sonó muy bien el cuarteto y en cuanto los problemas desaparecieron vimos su mejor versión. House of Dawn suenan a carreteras eternas, a plantas rodantes del desierto, a whiskey en una barra de bar… a todo eso que nos imaginamos al idealizar los USA. Destacaron para mi gusto por encima del resto tres temas, uno de sus últimos singles “Freedom”, la versión a guitarra y voz del clásico “Simple Man” y el cierre con “Seduced by the Lies”. Todos ellos parte de un set-list que nos dejó entrever una banda muy versátil e ideal para festivales que apuesten por la diversidad estilística.

Morti en Oviedo

En torno a las diez de la noche hacía aparición en escena Morti, para arrancar el concierto de una forma un poco inusual. El vocalista nos fue presentando cada uno de los temas del repertorio antes de abordarlos, haciendo toda una retrospectiva por su carrera, como si de una charla-coloquio se tratara más que de un concierto. Algo que solo te puedes permitir cuando tienes en el repertorio temazos de la talla de “No todo Está Perdido”, “Partir de Cero” de Skizoo, “Sueño Contigo” de ExMundus o “El tiempo no Existe” que con tan buen acierto ha adoptado InMune.

Morti en Oviedo

Esa fue la tónica general de la hora y media de concierto, un Morti muy comunicativo que mientras demostraba ser uno de los grandes vocalistas del país, nos ofrecía lo mejor de su carrera, rescatando joyas como el “Desmejorado” de Bushido. Todo ello, rodeado de Mai Den de Frenétika, Eduardo Meseguer, Víctor González de Dragonfly y de nuevo Jorge Alcázar a la batería. Una banda que sonó muy compenetrada y que a buen seguro podría darnos muchas alegrías si Morti quisiera continuar con este proyecto más allá de la mera anécdota conmemorativa. Porque canciones como “Algún Día” no merecen seguir encerradas en el plástico de nuestras discografías, son para disfrutar siendo interpretadas por buenos músicos como fue el caso en la sala Gong.

Morti en Oviedo

En líneas generales fue un gran concierto, dedicado por Morti al único niño de la sala que lo disfrutó en primera fila. Un show quizás muy marcado por el punto nostálgico, y por el hecho de que el tiempo se le echó encima al bueno de Morti y aunque tuvo que recortar el setlist, poco nos importó. El cierre de la noche con “933 Revoluciones” y “Renuncia al Sol” nos puso a todos los asistentes una sonrisa en la boca. ¡Qué temazos!

Morti en Oviedo

En resumen, un viernes de lluvia, descubrimos una nueva banda que a buen seguro va a dar mucho de qué hablar y rejuvenecimos veinte años de la mano de uno de los iconos de la escena metalera patria. ¿Hay mejor plan?

Crónica y fotos: FelipeSM