Hoy os llevamos al terreno de la música progresiva de la mano de Aisles con nuestro "Disco de la Semana". Fernando Acero es quien nos descubre "4:45 AM", el segundo trabajo del conjunto, con esta review.

¡Entérate de quien son dandole a "leer más"!

 

Entender la proyección de la música progresiva requiere en muchas ocasiones una frecuente visita a sus raíces. Es bueno hablar de la importancia que han tenido géneros como el mathcore, la electrónica, el jazz modal o el metal extremo sobre las actuales sonoridades, pero no debemos olvidar que en sus raíces primigenias el rock progresivo contaba con una idiosincrasia muy concreta.

En el transcurso de los años, bandas como Marillion han marcado un antes y un después en la concepción del género. Y Aisles es un buen reflejo de ese punto de inflexión post-setentero en el que el género reinventó sus fórmulas mediante la innovación de los timbres, en sonoridades más abiertas y peculiares – tal y como podríamos ver en otros coetáneos de su época, como Galahad, Arena, Saga, Asia, Pendragon o IQ, entre otros. Pero centrémonos y vayamos al meollo del asunto.

Aisles es una banda de surgida a principios de la década de los 2000 en Chile, cuya principal influencia es la sonoridad neoprogresiva de los años ochenta, fuertemente impregnada del aura de bandas como Yes, Genesis o Journey, así como por las diversas alusiones al AOR norteamericano implícitas en la exposición vocal de Sebastián y Germán Vergara, frontmen del conjunto. Tras el lanzamiento de su EP The Yearning en 2005 con una moderada acogida por parte de la crítica y el estreno del primer CD producido por la propia banda en 2007, In Sudden Walks – que gozó de un mayor prestigio a nivel mundial –, el pasado 29 de octubre de 2013 se estrenó 4:45 AM, segundo trabajo de estudio de la banda bajo su propio sello, Presagio Records.

Un artwork que fácilmente podría formar parte de la iconografía de Dream Theater engalana este álbum que se abre con el tema homónimo “4:45 AM”, un optimista tema de apertura ornamentada con virtuosas guitarras arrancadas de las huellas dactilares del mismísimo Steve Howe. La producción se ancla en los parámetros sonoros de las bandas neoprogresivas citadas anteriormente, pero las composiciones van un paso más allá en un profuso trabajo de virtuosismo y exploración harmónica. Una deleitante apertura para un álbum más que anecdótico en estos tiempos que corren, invadidos por tendencias como el metal vanguardista o los géneros post.

“Gallarda Yarura” es un preciosista pasaje instrumental que cumple la función de puente – tal vez un tanto prematuro – al cuerpo del 4:45 AM. Probablemente, por inadvertido que pueda pasar en unas primeras escuchas, es uno de los temas mejor trabajados y definidos de este CD; el trabajo de climas y ambientes que se explota en sus menos de cinco minutos de duración consigue tomar por rehén al aliento del oyente sin una gran dificultad. Por su parte, “Shallow And Daft” es un tema que evidencia las raíces retrospectivas de Aisles en un trabajo vocal y sintético que parecía haber caído en el olvido por muchas bandas. Sin duda, una agradable sorpresa que evidencia la originalidad de la banda; tal vez no por su innovación, pero sí por su capacidad de aprehender sonoridades menospreciadas por las generaciones posteriores en el campo del prog, en el que se ha apostado excesivamente por la oscuridad en detrimento del curioso colorido de las bandas de esa generación perdida.

Tras “The Sacrifice”, de un eminente corte folk rock, el ecuador del álbum arriba con un doble pasaje instrumental compuesto por “The Ship” e “Intermission”, inscritos en una óptica compositiva más similar a la del progresivo actual. El siniestro pasaje, que evoca a bandas como Opeth, Porcupine Tree o Pain Of Salvation, es una interesante machihembrado entre unas guitarras propias del new age de Mike Oldfield o David Gilmour y unas bases rítmicas que yacen en unos asfixiantes loops electrónicos que perfectamente podrían basarse en el trabajo ambiental de Richard Barbieri. Sin duda alguna, es un gran acierto la introducción de una carga así en este segmento de 4:45 AM, dado que de este modo consigue dotarlo de una dinámica más amena sin caer en la redundancia.

El bloque final se compone por los tres temas de mayor extensión de este trabajo. “Sorrow” – título algo predecible, todo sea dicho – cuenta con un intenso trabajo de percusiones que enmarcan un tema melancólico y dulzón que introduce diversos diálogos entre la voz masculina y una femenina que interviene de modo puntual – idea que parece venir brindada por el maestro Arjen Anthony Lucassen, la mente creativa detrás de Ayreon.

“Hero” es un extensísimo pasaje instrumental cuya evolución tímbrica resulta cuanto menos chocante por su capacidad de generar ambientes antagónicos en cuestión de pocos segundos; tal vez su único pecado es su precoz intención de alcanzar el clímax durante sus primeros minutos de duración. Sin embargo, esta es una mera apreciación personal que por otro lado no trata de restar valor al tema. Contrariamente a lo que se pudiese pensar de “Hero”, es uno de los puntos culminantes del álbum, probablemente porque representa una inmensa caverna abisal en el mar de aguas cristalinas que representa 4:45 AM.

“Melancholia”, finalmente, supone el cierre de este trabajo. Siendo el tema más largo del CD es sin embargo el más inconsistente según mi punto de vista; y no por su contenido lírico, emotivo hasta la médula, sino por su incapacidad por acabar de arrancar. Su mediocre progresión deja una extraña sensación de desazón en el oyente después de haber asistido a los nueve temas anteriores, cuyo trabajo compositivo es sencillamente descomunal.

4:45 AM es uno de los trabajos más originales que he visto en el progresivo actual y Aisles realiza una fantástica labor de resurrección estilística en él. Tal vez pesa demasiado la insatisfactoria sensación que deja su tema final – aunque por supuesto, hay tantos gustos como oyentes; eso no quita que su capacidad compositiva sea la de unos verdaderos genios, más allá de las pretensiones de una banda de quinceañeros. El conjunto logra con este segundo álbum posicionarse como los verdaderos músicos que son a través de diez cortes que roban el corazón a todo aquel enamorado de los ochenta. Imprescindible.

Tracklist:

  1. 4:45 AM
  2. Gallarda Yarura
  3. Shallow And Daft
  4. Back My Strength
  5. The Sacrifice
  6. The Ship
  7. Intermission
  8. Sorrow
  9. Hero
  10. Melancholia

 

Aisles son:

Sebastián Vergara: Voz principal
Germán Vergara: Voz secundaria, guitarra y teclados
Rodrigo Sepúlveda: Voz secundaria y guitarra
Alejandro Meléndez: Teclados
Daniel Baird-Kerr: Bajo
Felipe Candía: Batería y percusión

 

Nota: 9/10

Review realizada por Fernando Acero