“Redeemer of Souls” es el nuevo disco de la mítica banda Judas Priest, un álbum que hoy nos analiza nuestro redactor Morly.

¿Aún no lo has escuchado?

 

 

Hace seis años los grandes Judas Priest publicaron “Nostradamus”, un álbum doble que resultó ser, como ellos mismos han reconocido un experimento bastante fallido. Tres años después su guitarrista de toda la vida y alma máter del grupo, K.K. Downing, anunciaba su marcha del seno del grupo, siendo sustituido por un joven y semidesconocido Richie Faulkner. Con él inician una gira a la que denominan “Epitaph” y donde daban a entender que el tour sería el cierre y punto final para una de las bandas más grandes de la historia del heavy metal.

Con este panorama no es de extrañar que cuando anunciaron la grabación de un nuevo álbum, las expectativas generadas no hayan estado a la altura de su leyenda. Reconociéndome entre los más críticos con la banda en los últimos años debo de ser sincero y confesar que no me esperaba gran cosa de este “Redeemer of Souls”, pero una vez más, cómo me alegro de haberme equivocado.

Puede que sea por las críticas recibidas por “Nostradamus”, quizá echar la vista atrás con la última gira; donde hacían un repertorio repasando toda su discografía, o a lo mejor ha sido la incorporación de Faulkner... sea como sea, los Judas están de vuelta. Sin duda, “Redeemer of Souls” es el mejor disco de la banda desde la publicación de “Jugulator” en 1997.

Tras una gran portada y una magnífica producción, se esconden trece temas en la versión normal del álbum y dieciocho si optamos por la edición deluxe. Yo recomiendo ir a por la segunda opción, ya que los cinco temas extra no tienen desperdicio e incluso algunos superan a los de la edición estándar.

El disco es un buen resumen de la discografía de la banda, desde sus inicios más blueseros, pasando por el heavy más clásico, sin olvidarse de su etapa rockera, hasta la caña de “Painkiller” y el contraste con un par de baladas. En dieciocho temas hay sitio para todo.
Está claro que con tantas canciones es muy difícil mantener el listón muy elevado durante todo el plástico, y en esta ocasión yo diferenciaría tres partes bien claras: Un inicio demoledor muy prometedor y muy heavy, una segunda parte menos inspirada y un poco floja con medios tiempos; y un final muy bueno con cierta deriva hacia el hard rock.

Cuando escuchas un disco de Judas Priest sabes lo que buscas y lo que quieres, y con “Dragonaut” se nos quitan las dudas. Puro heavy metal, con un trabajo de guitarras que destacan por encima de todo lo demás. Estribillo facilón pero efectivo y un Halford desenvolviéndose en tonos medio-graves con mucha comodidad.
La homónima “Redeemer of souls” nos confirma que los Judas están de vuelta. Corte clásico de los británicos, protagonismo de nuevo para las guitarras que quizá oculten demasiado el trabajo de Ian Hill al bajo y un Scott Travis desplegando toda su pegada como un reloj. Halford sigue sin forzar.

“Halls of Valhalla” es un tema que empieza muy Running Wild, donde aumentamos la velocidad y la melodía en las guitarras. Travis recuerda al de “Painkiller” y Halford esta vez sí empieza a dar señales de vida con algún que otro agudo. Buenos coros en el estribillo lo hacen perfecto para los directos.
Seguimos por el buen camino con “Sword of Damocles”, bajando un poco la velocidad en las estrofas pero subiendo intensidad poco a poco. Me ha recordado por momentos a los últimos discos de Iron Maiden, el estribillo no me lo puedo quitar de la cabeza.

Es hora de echar un vistazo atrás con “March of the damned”, tema que han escogido como single. Un corte muy setentero y que recuerda muy mucho por estructura y atmósfera a los primeros discos de Black Sabbath.
Cerramos esta primera parte del disco con un cañonazo como “Down in flames”. Puro heavy metal, puros Judas Priest desde el principio hasta el final. Y menudo estribillo ganador... destacan efectos en la voz en forma de eco que dan la réplica en las estrofas. Muy buena.

Comenzamos la segunda parte bajando un poco el listón con “Hell & back” que empieza con arpegios de guitarra acompañando a la voz de Halford, dan paso a la sección rítmica, con algo más de protagonismo para el bajo, poco a poco va ganando fuerza la canción pero da la sensación de no acabar de arrancar del todo.
“Cold blooded” tiene una estructura bastante extraña y una atmósfera más oscura. Es un tema que alterna partes de medio tiempo en sus estrofas y que en el estribillo gana fuerza e intensidad. No me acaba de convencer tampoco.

Subimos un poco el nivel, la intensidad, la fuerza y la velocidad en “Metalizer”. Un tema muy “Painkiller”, con un Halford dando todo lo que tiene. Un corte con muy mala leche y un estribillo marca de la casa.
Volvemos a bajar el ritmo con “Crossfire”. Tema más bluesero y que me ha recordado al último disco de Europe “Bag of bones”. Una vez más demuestran que se atreven con todo.
La segunda parte del disco, que repito, me parece la más floja; la cierra “Secrets of the dead”. Medio tiempo con un halo de oscuridad que hace de nuevo recordar a Black Sabbath, un corte bastante grave que ayuda a que Halford no fuerce ni lo más mínimo.

Para superar el bache que mejor manera que hacerlo con “Battle cry”, sin duda lo mejor de todo el disco. Un temazo muy NWOBHM. Sólo por esta canción merece la pena escuchar el disco. Esto es Judas Priest, esto es heavy metal y este que canta, este sí es Rob Halford. Temón.
La edición normal del disco la cierra “Beginning of the end”, una balada muy setentera también, con protagonismo para voz y arpegios de guitarra. Bonita.

Pero si escogemos la edición deluxe, cosa que recomiendo, tendremos un segundo disco donde nos encontramos con cinco temas extra. La banda justifica este segundo disco diciendo que estos cincotemas no siguen la tónica de los trece primeros. Yo personalmente no estoy de acuerdo, sí es cierto que tiran más hacia el rock que hacia el heavy pero “Snakebit”, “Bring it on” y sobretodo “Tears of blood”, (que me ha recordado a “The sentinel” ) sontres temazos muy superiores a algunos de la edición normal. “Creatures” sí me parece un poco más floja. Y cierran con “Never forget”, una balada muy Manowar con mucho protagonismo para el bajo.

Hasta aquí lo que da de sí el decimoséptimo disco de Judas Priest, que es mucho y muy variado. Todo un repaso a su discografía, a todas sus épocas de una manera digna y muy inspirada.

Puede que sea por inesperado pero menuda sorpresa más agradable me he llevado con este trabajo, me ha gustado y mucho. Está claro que no es su mejor álbum, pero sí lo mejor que publican desde 1997 y a estas alturas eso, ya es decir mucho.

Si te gustan los Judas estás de enhorabuena porque este “Redeemer of souls”, desde luego es eso mismo, una muy buena redención.

 

 

Judas Priest son:

 

Rob Halford: Voz
Glenn Tipton: Guitarra
Richie Faulkner: Guitarra
Ian Hill: Bajo
Scott Travis: Batería

 

Tracklist:

 

CD1:

1-Dragonaut
2-Redeemer of souls
3-Halls of Valhalla
4-Sword of Damocles
5-March of the damned
6-Down in flames
7-Hell & back
8-Cold blooded
9-Metalizer
10-Crossfire
11-Secrets of the dead
12-Battle cry
13-Beginning of the end

 

CD2:

1-Snakebit
2-Tears of blood
3-Creatures
4-Bring it on
5-Never forget

 

 

Nota: 7’5/10

Review realizada por Morly