El pasado 15 de noviembre nuestra redactora Ireth acudio a la sala Razzmatazz 3 de Barcelona para ver la llegada del "Wolves Revolution Tour" a la ciudad condal donde Celtibeerian y Vikingore presentaron sus directos junto a los locales Drakum.

¿Quieres saber cómo fue la noche? ¡Pues no te pierdas la crónica con las fotos!

 

Barcelona, 15 de noviembre. La mitad justa de uno de los meses más activos del año. Ese día en la ciudad condal había varias opciones, servidora optó por asistir por segundo fin de semana consecutivo a la sala Razzmatazz, aunque esta vez el destino fue la sala 3. Allí tuvo lugar el Wolves Revolution Tour, una gira conjunta de Celtibeerian y Vikingore con parada en Barcelona. Para la ocasión les acompañó otra banda del reino del folk nacional, Drakum.

Metal, folk, viking, celta, epic. Estas eran las palabras claves de una noche que culminó con tres bandas mostrando las garras con la misma determinación que los lobos.

Tras unos dos años (aproximadamente) de periódicos “en breves podremos tener el primer álbum” por fin Drakum tenía en el stand del merchan “Torches Will Rises”, junto a nuevas camisetas para conmemorar la ocasión. Viendo la actuación que ofrecieron cualquiera podría pensar que estaban animados por el logro conseguido, no obstante quien haya ido asiduamente a sus bolos sabrá que no es por eso. Los catalanes mejoran lo que parece inmejorable a cada concierto que dan. Si bien alguna vez puede darse un fallo, suelen ser regulares en sus fiestas, porqué un show de Drakum es eso, una fiesta con sobredosis de folk metal.

Por lo general en el conjunto suele ocurrir que no destaque uno por encima de los demás, sino que todos lo hacen motivándose mutuamente a cada canción que va cayendo. Empezaron con fuerza y siguieron así, parece que a algunos como Feni con la guitarra a cuestas guitarra y Oriol cuando no hace uso de su flauta, no se les acaben las energías, sino que más bien aumentan. La actuación fue creciendo en intensidad y solo se vio frenada por el violín de Javi que tuve dos traspiés, no obstante supieron mantener activo el público con los minutos musicales made in José Luís. La noche avanzo de la mano de “From Earth to victory”, “Spirit”, “Wiskhy” la conocida “Around the Oak” y “Torches Will Rise” entre otras. Contaron además con la voz de Emilio Cañas de los míticos Deathless.

Lideraron los coros de la sala con mucha destreza. Demostraron que si de ellos dependiese, seguro que ya estarían más arriba.

Tras el cambio habitual, se abrió el telón para el segundo acto en el que veríamos una obra con orígenes andaluces. Los sevillanos Vikingore, hacen un estilo algo más duro que Drakum, se mueven por la fina línea que separa los estilos, teniendo sus pies en el death metal con algún aire vikingo. Una voz gutural, una música potente de melodías agresivas que bebe de las influencias de grupos como Amon Amarth son su carta de presentación. A diferencia de los catalanes, ellos no estrenaban ese día nuevo disco, pero si nuevo batería. Era la segunda fecha de Dani, tras el paso del tour por Valencia.

Ángel, cantante y líder visual de Vikingore mostró su vena andaluza con un entusiasmo muy instigador que tuvo su efecto de inmediato en las filas delanteras, que por otra parte se mostraron fieles a las tres formaciones de la noche y no les defraudaron cuando pidieron su colaboración para animar el asunto. En el caso de Vikingore se llegó a hacer una Wall of death a pequeña escala con Ángel por en medio liderando la pequeña horda. Conectaron con el público al que motivaron con una actuación con mucha garra. Lograron dejar a una buena parte del público muy convencido.

Lo único que eche en falta sería un poco más de interacción entre ellos, más que la coordinación con el headbanging. No obstante mostraron como se las gastan, sobretodo Ángel quien es sin lugar a dudas un gran frontman en directo.

La noche cerró con la notable actuación de Ceeltiberian, que pusieron el broche de oro a unas horas tremendas. Para ponernos en situación y resumiendo de forma senzilla, el conjunto en directo vendría a ser una mezcla entre Dropkick Murphys y Koorpiklaani, con algún toque melódico celta al estilo de Eluveitie y porque no decirlo, serían unos teloneros de lujo para Alestorm. La entrega en el escenario es clave para comprender por qué están creciendo como la espuma.

Tradicionales, metaleros y entusiastas de las leyendas europeas. Son una de esas bandas que mejoran en directo. Vasco, Gus, Dagda, Vity y Patri tienen muy bien aprendida la sintonía, forman un pack bien cohesionado que interactúa con el público haciendoles entrar directos al show y entre ellos, sobretodo el inquieto Dagda al que vimos campando a sus anchas entre el escenario y el público. Los de ciudad real estuvieron cómodos, y eso hizo que el concierto les saliera redondo. Ayudados con un buen sonido no tan habitual en Razzmatazz 3, hicieron lo que buenamente quisieron. Las bromas de Gus (al que su voz sin cantar me recordaba a Kutxi Romero) y la muestra de ganas del resto nos metieron de lleno en sus manos desde la primera nota.

“Keltorevolution” se llama su último trabajo y está claro que una revolución es lo que pretendieron hacer en la sala. “This simple Life”, “The Path” y “The Great Feast” fueron algunos de los que cayeron. Que tengan una fecha en el Leyendas del Rock está claro que no es casualidad.

Eventos como el Wolves Revolution Tour son la clase de citas que demuestran que el metal nacional está bien vivo y bien representado. Tras finalizar la noche la sorpresa que me llevé con Celtibeerian es con lo que me quedo.

Crónica y fotos: Ireth